El milagro de Simeone
El ex jugador del Atl¨¦tico ha llevado a Estudiantes a la final de desempate de la Liga argentina contra el Boca (Canal +)
Alg¨²n significado oculto deben de tener las franjas verticales rojas y blancas en la vida de Diego Pablo Simeone para que cada vez que se crucen en su camino ocurra el milagro de la comuni¨®n instant¨¢nea, del amor a primera vista, del ¨¦xito rotundo. No puede ser casualidad que la camiseta del Estudiantes de La Plata, que hoy entrena el Cholo y que esta noche (21.00, Canal +) se juega en un partido de desempate ante el Boca Juniors el t¨ªtulo de campe¨®n del Torneo Apertura argentino, tenga id¨¦ntico dise?o a la de su amado Atl¨¦tico, con el que logr¨® el inolvidable doblete del 96.
?Ser¨¢ acaso que el blanco de la pureza futbol¨ªstica, ¨¦sa que Simeone sudaba por cada poro cuando jugaba y expresa en cada grito ahora desde la raya, mezcla a la perfecci¨®n con el rojo sangre, s¨ªmbolo del esfuerzo, la garra y los dientes apretados? Tal vez. Lo concreto, lo real, es que una d¨¦cada despu¨¦s de las vueltas ol¨ªmpicas en el Manzanares, el Cholo vuelve a ser idolatrado por una multitud que exhibe los mismos colores, la misma ilusi¨®n, la misma fe ciega en el equipo que ama.
Pero aquel Atl¨¦tico y el actual Estudiantes poseen adem¨¢s otros puntos en com¨²n guiados por el hilo conductor del propio Simeone. "Mi equipo tiene una forma de juego definida y eso me pone orgulloso", asegura el Cholo, entrenador todav¨ªa novel que debut¨® apresuradamente en el banquillo en febrero de 2006 en el Racing (colg¨® las botas casi de un d¨ªa para otro en medio del campeonato) y lleg¨® a la entidad pincharrata el pasado junio.
El estilo se basa en el ideario que el ex centrocampista transmit¨ªa a sus compa?eros y hac¨ªa padecer a los rivales cuando llevaba pantalones cortos y la camiseta n¨²mero 8 en la espalda: fe, coraje, entrega, amor propio y b¨²squeda sin desmayo. "Aqu¨ª el esfuerzo no se negocia y a partir de eso hay que buscar el camino para ganar", dijo Simeone despu¨¦s de derrotar en un partido clave al River Plate. Era la octava victoria consecutiva de los suyos (la racha se cort¨® en 10, pero Estudiantes venci¨® en 11 de sus ¨²ltimos 12 encuentros, y el restante se lo empataron en el minuto 92).
Los caminos que los rojiblancos de La Plata transitan rumbo al ¨¦xito pasan por Juan Sebasti¨¢n Ver¨®n, la Brujita, mezcla de Caminero y Pantic, crucial en el equilibrio del medio campo y vital en los lanzamientos de c¨®rners y faltas que propiciaron muchos goles a bal¨®n parado; por Mariano Pavone, el Tanque estilo Penev, que perfora las defensas rivales; por Diego Galv¨¢n, a quien el Cholo cambi¨® de banda para aprovechar su perfil m¨¢s apto en un remate lejano que recuerda al de Vizca¨ªno. Le falta un Kiko, es cierto, pero, seg¨²n parece, no le resulta indispensable.
Junto a ellos, por supuesto, est¨¢ la hinchada. "Esta campa?a se hizo con los jugadores poniendo todo, pero tambi¨¦n con la gente en la tribuna. Su aporte fue important¨ªsimo", subrayaba Simeone antes del partido de la ¨²ltima jornada, cuando su equipo necesitaba una victoria propia y una improbable derrota del Boca en casa ante el Lan¨²s para aspirar al desempate; "por eso yo invito al hincha a creer, a que venga a vernos este domingo. El que tenga alguna duda, que se quede en casa". Tanta dosis de fe produjo el milagro. El Boca perdi¨® y, como el Atl¨¦tico de hace una d¨¦cada, Estudiantes gan¨® con un centro y un cabezazo. As¨ª conquist¨® el derecho a jugar el desempate de esta noche. Enfrente estar¨¢ el Boca azul y oro de Gago, Palacio y Palermo, pero ins¨®litamente el favorito es el Estudiantes de las franjas rojas y blancas. No puede ser de otro modo: lo entrena Simeone y ya se sabe lo que pasa cuando el Cholo se enfunda en esos colores.
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