La quintaesencia del mejor musical
EL PA?S presenta ma?ana, s¨¢bado, por 8,95 euros 'Un d¨ªa en Nueva York', dirigida por Gene Kelly y Stanley Donen
Un d¨ªa en Nueva York es una de las grandes joyas del musical de Hollywood. Puede verse una y otra vez sin que por ello pierda un ¨¢pice de su alegr¨ªa o de su inteligente sentido del humor. Un d¨ªa en Nueva York (1949) expresa un ingenuo pero vital contento de vivir que acaba contagiando al espectador, anim¨¢ndole a cantar y bailar como los protagonistas, a enamorarse y a disfrutar a pleno pulm¨®n de la energ¨ªa de una gran ciudad, a la que la pel¨ªcula rinde un elocuente homenaje.
El origen de esta pel¨ªcula excepcional fue la obra teatral On the town, con libreto de Adolph Green y Betty Comden, partitura del compositor Leonard Bernstein y coreograf¨ªa de Jerome Robbins, estrenada en Broadway en diciembre de 1944. La Metro-Goldwyn-Mayer, o, mejor dicho, el impulsor de los mejores musicales de la historia del cine, Arthur Freed, adquiri¨® los derechos y encarg¨® su adaptaci¨®n a dos j¨®venes talentos, Gene Kelly y Stanley Donen, que dirigir¨ªan as¨ª su primera pel¨ªcula. Ambos, expertos core¨®grafos, revolucionaron el concepto del musical cinematogr¨¢fico con n¨²meros que contienen un indudable valor narrativo, que sirven para perfilar a los personajes y que hacen avanzar la pel¨ªcula a un ritmo sincopado y con gran variedad.
Hay n¨²meros cl¨¢sicos como el rom¨¢ntico miniballet Main Street con Gene Kelly y Vera-Ellen; canciones cuyas letras sirven de di¨¢logo a los personajes, como That's all there is, o ballets atrevidos como el archifamoso Prehistoric man, con una espl¨¦ndida Ann Miller, la reina del tap...
Por si todo esto fuera poco, Stanley Donen y Gene Kelly decidieron rodar parte de la pel¨ªcula en las aut¨¦nticas calles de Nueva York, lo que era una novedad. La Metro-Goldwyn-Mayer se disgust¨® con la idea porque encarec¨ªa el presupuesto de la pel¨ªcula, y exigi¨® que las secuencias callejeras se rodaran en estudio, como todas las dem¨¢s, aunque acab¨® transigiendo cuando los directores aseguraron que no tardar¨ªan m¨¢s de cinco d¨ªas. Y a Nueva York se trasladaron los tres marineros que disfrutan de s¨®lo un d¨ªa de permiso (Gene Kelly, Frank Sinatra y Jules Munshin), con las tres chicas enamoradas (Betty Garrett, Ann Miller y Vera-Ellen).
Apretujados en un taxi que corr¨ªa por las calles de la gran ciudad y seguidos por una furgoneta en la que los t¨¦cnicos ocultaban la c¨¢mara, los seis int¨¦rpretes cantaban y bailaban en plena calle sin autorizaci¨®n, sin que ni siquiera un guardia de tr¨¢fico lo advirtiese.
Estrenada en el mes de diciembre de 1949, Un d¨ªa en Nueva York se convirti¨® en el mayor ¨¦xito obtenido hasta entonces por un musical, lo que, l¨®gicamente, impuls¨® a la pareja de directores a realizar nuevas pel¨ªculas, nada menos que Cantando bajo la lluvia (1952) y Siempre hace buen tiempo (1955). A?os despu¨¦s, Gene Kelly declar¨® en una entrevista para la BBC: "Hicimos pel¨ªculas mejores, pero Un d¨ªa en Nueva York fue la c¨²spide de nuestro talento. As¨ª de claro".
Babelia
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