Un peaje excesivo para la fusi¨®n de las autopistas
Abertis seguir¨¢ adelante con su expansi¨®n internacional, pero Italia trunca la piedra angular de su estrategia
La suspensi¨®n de la gran boda ¨ªtaloespa?ola entre Autostrade y Abertis ha sentado bien en el mercado. A corto plazo, los analistas celebran que el grupo espa?ol se haya echado hacia atr¨¢s en una operaci¨®n que, con un nuevo marco legal para las concesiones en Italia introducido tras el anuncio de la fusi¨®n, hubiera implicado pagar un sobreprecio por el grupo italiano. Pero el alivio es temporal. Para Abertis, el viejo coqueteo con Autostrade se hab¨ªa convertido en piedra angular de su estrategia.
Los analistas coinciden en que Abertis ha hecho lo mejor, retirarse, en lugar de lanzarse a una fusi¨®n por absorci¨®n cuyo valor desconoce
"El riesgo regulatorio en Italia era importante. Pero Abertis pierde la oportunidad de entrar en uno de los mayores mercados de Europa, Italia, que es lo que quer¨ªa. Y la fusi¨®n limitaba adem¨¢s los eventuales problemas que se pueden generar con el proceso de diversificaci¨®n emprendido por Abertis, porque no es lo mismo gestionar una autopista que un sat¨¦lite", reflexiona Luis Padr¨®n, analista de Fortis, en alusi¨®n a la reciente compra del 32% de Eutelsat. La uni¨®n con Autostrade facilitaba adem¨¢s la aspiraci¨®n de Abertis de implantarse en EE UU, donde el grupo italiano ya est¨¢ presente, y mayor capacidad financiera para acometer grandes proyectos.
El consejero delegado de Abertis, Salvador Alemany, lleg¨® a describir la uni¨®n con Autostrade ante sus accionistas el pasado 3 de mayo como "un nuevo inicio para nuestro grupo", como "una refundaci¨®n en toda regla".
Arco mediterr¨¢neo
Hac¨ªa a?os que en la sede de la compa?¨ªa sonaba la m¨²sica de conformar un grupo de gesti¨®n de infraestructuras cuya presencia dibujara un gran arco mediterr¨¢neo. Un pie en Portugal a trav¨¦s de Brisa -cuyos t¨ªtulos se han calentado esta semana por la posibilidad de una uni¨®n ahora con Abertis-. Un control de dos tercios del mapa de las autopistas de Espa?a. La apuesta ganada de Sanef en Francia. Y luego estaba la asignatura pendiente de la propia Autostrade, que durante un tiempo mantuvo participaciones cruzadas con Abertis y que en 2004 vendi¨® su 4,9%, a partes iguales, a los principales accionistas del grupo espa?ol, ACS y La Caixa.
Hace un a?o, la adjudicaci¨®n de Sanef al consorcio de Abertis dio a esta compa?¨ªa el tama?o adecuado -duplic¨® de golpe la red viaria gestionada, hasta los 3.300 kil¨®metros, y supuso el gran salto de la internacionalizaci¨®n, ya que los ingresos del extranjero pasaron del 18% al 59%- para poder abordar de t¨² a t¨², por fin, una fusi¨®n con sus socios italianos. Pero no habr¨¢ refundaci¨®n por ahora.
La fusi¨®n arranc¨® ya en un ambiente enrarecido. Abertis y Autostrade cerraron su acuerdo, que creaba el mayor operador de autopistas del mundo, el domingo 23 de abril, en pleno vac¨ªo de poder, cuando Romano Prodi a¨²n no hab¨ªa formado Gobierno. Prodi fue informado el viernes anterior. Y estaba muy fresco en la memoria c¨®mo se hab¨ªa estrellado en Italia el BBVA. La compa?¨ªa siempre neg¨® que se quisiera aprovechar ese momento, pero ha admitido que se gener¨® incomodidad.
El proceso de privatizaci¨®n de Autostrade, en 1999, las intenciones de su principal accionista, la familia Benetton, y sus compromisos de inversi¨®n en Italia -seg¨²n se ha despertado en el ¨²ltimo momento el ente de autopistas italiano, Anas, se han incumplido en 2.000 millones de euros, y de poco han servido las promesas de Abertis de abrir el grifo- han sobrevolado todo el tiempo los acontecimientos. Ello sugiere que, m¨¢s all¨¢ de los vientos de patriotismo econ¨®mico que puedan soplar en Italia, hay algo de cierto cuando su primer ministro habla de problema "¨ªtaloitaliano" (entre la concesionaria italiana y el Gobierno italiano). Sin embargo, esta teor¨ªa se tambalea en parte porque en agosto lleg¨® a haber veto a la fusi¨®n. Y el ministro de Infraestructuras, Antonio di Pietro, desempolv¨® la privatizaci¨®n de Autostrade para disparar contra la presencia de las constructoras en las concesionarias. Dispar¨® contra la espa?ola ACS.
La intervenci¨®n de Bruselas logr¨® que este veto se desinflara. Y fue a partir de entonces cuando la situaci¨®n se li¨®. Desde Roma lleg¨® el mensaje de que no hab¨ªa ning¨²n problema para la fusi¨®n, y al tiempo se puso sobre la mesa una normativa que obligaba a renovar todos los contratos de concesi¨®n, incluido el de Autostrade, sobre nuevas bases y con nuevo marco tarifario. A falta de acuerdo, el Gobierno pod¨ªa incluso retirar la concesi¨®n. Roma no quiso entregar autom¨¢ticamente la concesi¨®n de Autostrade a la Nueva Abertis.
Peque?o problema: el impacto del sistema sobre los ingresos futuros, la rentabilidad, las obligaciones de inversi¨®n y el valor de Autostrade no se puede calcular, a falta de un desarrollo normativo sin fecha. Abertis dijo no. "El final de la incertidumbre es bueno. Por eso ha subido la acci¨®n. La operaci¨®n hubiera sido positiva para Abertis y no hay que descartar que se retome, pero es cierto que quien sale peor parada es Autostrade y la propia Italia. Pierde la ocasi¨®n de que numerosas inversiones vayan al pa¨ªs", apunta Miguel Jim¨¦nez, analista de Renta 4.
"Abertis ha hecho lo mejor. No hubiera sabido qu¨¦ es lo que estaba comprando. El canje de 1 por 1 hubiera supuesto sobrevalorar, sobrepagar por Autostrade", opina Jes¨²s Dom¨ªnguez, de Ibersecurities, quien augura un desplazamiento de fondos inversores que hab¨ªan entrado en Autostrade hacia Abertis. La cotizaci¨®n, que el viernes anterior al preanuncio de retirada cerr¨® a 21,55 euros, ha terminado la semana en 22,98.
El grupo persiste en sus planes de crecer en EE UU y en la gesti¨®n de aeropuertos
Abertis va a gran operaci¨®n por a?o. En 2003 fue Retevisi¨®n. En 2004, el grupo gestor de aeropuertos TBI. A finales de 2005, las autopistas de Sanef en Francia. La empresa no ha podido culminar en 2006, como deseaba, su fusi¨®n con Autostrade, que hubiera duplicado las dimensiones de la compa?¨ªa. Pero no ha dejado de cumplir, por as¨ª decirlo, con la tradici¨®n. Acaba de comprar, por 1.070 millones de euros, el 32% de Eutelsat, tercer operador de sat¨¦lites del mundo.
Esta operaci¨®n, adem¨¢s de ahondar en la diversificaci¨®n e internacionalizaci¨®n de Abertis, ha ca¨ªdo sobre todo como agua de mayo en una compa?¨ªa que no quiere pararse por el episodio de Autostrade. Los proyectos siguen. EE UU es su reto de siempre. Se le ha resistido, y la empresa lo atribuye al peso del precio frente al proyecto industrial en los concursos de ese pa¨ªs. Abertis tiene la espina clavada de haber perdido dos batallas con la filial de Ferrovial Cintra: las autopistas de peaje Chicago Skyway y la Indiana Toll Road. Algunos analistas creen que Abertis deber¨ªa seguir el ejemplo de Cintra y ser m¨¢s agresiva. Y Abertis, que con Eutelsat eleva su endeudamiento a 13.800 millones, replica que la relaci¨®n entre deuda y resultado bruto operativo (Ebitda) de Cintra es de 15,2, mientras que en su caso es de 6,2 (m¨¢s baja que la de otros rivales como Vinci o Eiffage). Defiende que, pese a Autostrade, tiene capacidad para nuevos proyectos. Puja ahora en la privatizaci¨®n de una autopista en Colorado. Ha abierto una delegaci¨®n en Washington, desde donde examina los proyectos en el pa¨ªs, y estudia comprar el aeropuerto de Leeds-Bradford en el Reino Unido.
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