Un viaje al Neol¨ªtico
La localidad granadina de Gorafe alberga una de las mayores concentraciones de d¨®lmenes de Europa
Se hace dif¨ªcil imaginar la vida del quinto milenio anterior a Cristo incluso paseando por el Arroyo de Gor, una depresi¨®n natural situada en Gorafe, al norte de la provincia de Granada, entre los parques naturales de la Sierra de Baza y de Cazorla. Gorafe es una localidad tranquila de apenas 600 habitantes en la que los inviernos son fr¨ªos y los veranos muy c¨¢lidos. Muchos de sus habitantes mantienen la costumbre de vivir en cuevas excavadas en la roca.
Las temperaturas extremas de la zona hacen de esas construcciones una aut¨¦ntica protecci¨®n contra el clima. La piedra hace que durante el invierno el calor permanezca en el interior de la cueva. Sin embargo, durante el verano la frescura de la que se disfruta en su interior no puede ser sustituida por ning¨²n aparato de aire acondicionado (de 18 a 20 grados durante todo el a?o). Adem¨¢s, vivir en una de estas construcciones, algunas de ellas tan antiguas que ni sus propios habitantes se atreven a poner edad, no tiene por qu¨¦ suponer una renuncia a la comodidad. Prueba de ello son algunas cuevas que se ofertan a los turistas para pasar la noche. Poco tienen que envidiar a algunos hoteles y la experiencia bien vale aventurarse.
Las poblaciones neol¨ªticas viv¨ªan en casas excavadas en las laderas
Es posible imaginar los ritos y ceremonias celebrados hace miles de a?os
Pero pese a su pintoresca distribuci¨®n y a la forma de vida de sus habitantes que tanto llam¨® la atenci¨®n durante el siglo XIX a los viajeros ingleses y alemanes que buscaban en pleno fervor del Romanticismo un lugar alejado de la civilizaci¨®n, Gorafe no es un atractivo tur¨ªstico por su peque?o n¨²cleo urbano, aunque merezca visitarse.
Nada hace pensar al visitante desinformado que transita por la localidad que all¨ª se encuentra una de las mayores concentraciones de d¨®lmenes de Europa. Un total de 198 diseminados en las 10 necr¨®polis que rodean al pueblo.
En la actual ubicaci¨®n del Parque Megal¨ªtico de Gorafe se asentaron poblaciones neol¨ªticas a principios del quinto milenio antes de Cristo. Viv¨ªan en casas excavadas en las laderas, manten¨ªan una econom¨ªa de tipo agr¨ªcola y pastoril y el modelo de sociedad era totalmente jerarquizado. De hecho, en la ¨¦poca en la que se manifiesta la llamada revoluci¨®n neol¨ªtica se hizo por primera vez perceptible la agricultura y se desarroll¨® la t¨¦cnica del pulido de la piedra para obtener de ella un mayor filo, capaz de colaborar en los diferentes trabajos. Aquella piedra pulimentada produjo mejores utensilios, a los que prosigui¨® la invenci¨®n de la flecha y de otras armas que ser¨ªan utilizadas para la caza.
Sin embargo, aunque sean muchos los testimonios relacionados con todos estos progresos, si algo se identifica r¨¢pidamente con el Neol¨ªtico son los d¨®lmenes. Un dolmen es una construcci¨®n megal¨ªtica que consiste en varios menhires colocados de manera vertical en la tierra para sujetar otro encima, en posici¨®n horizontal. Alrededor de ellos se sol¨ªan colocar otras piedras de grandes dimensiones para crear la llamada cista, una peque?a habitaci¨®n a modo de c¨¢mara funeraria a la que los arque¨®logos llaman sepulcro de corredor, ya que su finalidad no era otra que la de servir como lugar de enterramiento.
Por tanto, el llamado Parque Megal¨ªtico es un enorme cementerio neol¨ªtico en el que puede apreciarse no s¨®lo su distribuci¨®n, sino tambi¨¦n su entramado. Algunas de las construcciones se encuentran en un impecable estado de conservaci¨®n, lo que hace posible imaginar los ritos y las ceremonias que celebraban los habitantes de la localidad hace miles de a?os.
Pero la historia de la localidad no queda ah¨ª. La siguiente colonia de pobladores de la que se tiene noticia apareci¨® en torno al 1900 a. C. dentro ya de la llamada Edad de Bronce. Pese a que desde entonces las diferentes comunidades han habitado en la zona, habr¨¢ que esperar hasta la llegada de los musulmanes a la pen¨ªnsula para encontrar otra de las se?as de identidad del patrimonio de Gorafe. Fueron los ¨¢rabes quienes introdujeron la cultura de las casas cueva, de cuya introducci¨®n es testimonio incomparable el conjunto de Los Algarves, una serie de cuevas excavadas en una monta?a, sobre la roca y la arcilla, en el siglo XIII por los almohades.
La visi¨®n de estas cuevas produce impresiones similares a las que pueden describirse en lugares lejanos a Europa. La magia de Oriente, con sus chimeneas de piedras y sus extra?as formas, recrea un paisaje que ha sobrevivido al paso del tiempo y que hoy es una de las estampas m¨¢s curiosas de la provincia de Granada. Se trata de un aut¨¦ntico espect¨¢culo visual conformado por gargantas, ca?ones, cornisas, valles y desiertos que parecen querer hacer imposible que el hombre los habite. Pese a ello, la tranquilidad de sus gentes, c¨®mplices de una historia que no s¨®lo abarca siglos, sino tambi¨¦n milenos, conforma un sorprendente contraste que sorprende al viajero.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.