Juego de playa, f¨²tbol de calle
El mundo se puso ayer en contra de Ronaldinho, vencido por el rival de toda la vida -el Independiente de Porto Alegre-, superado oficiosamente en una segunda votaci¨®n individual por Cannavaro -la que hoy anunciar¨¢ la FIFA-, abatido en un escenario de impacto internacional. A la que el Bar?a pierde un partido, reaparece el debate entre los abanderados del resultadismo y los del jogo bonito y, sobre todo, sobre la incidencia del gaucho en el juego. Ya ocurri¨® en la Supercopa de Europa contra el Sevilla y tambi¨¦n en los dos mano a mano contra el Chelsea y en la ¨²ltima visita a Chamart¨ªn.
Desde su llegada al Camp Nou, hay un sector del f¨²tbol que se mira a Ronaldinho con un cierto distanciamiento, por no decir sospecha, y le recrimina que tenga una excesiva bula medi¨¢tica, propiciada por su contagiosa sonrisa y capacidad de convencer a la gente que ni le va ni le viene en el asunto. No se trata de una cr¨ªtica nociva sino que, como advirtieron Javier Mar¨ªas y Enrique Vila-Matas en su encuentro literario-futbol¨ªstico del s¨¢bado, se discute sobre el efecto empalagoso que ha provocado el brasile?o en el equipo y tambi¨¦n en la entidad, que ha desplegado una campa?a publicitaria que a veces resulta excesivamente cargante.
Esclavo de su propaganda, de su estilo y de su grandeza, al Barcelona se le exige que gane cada t¨ªtulo en disputa mientras que los rivales se concentran en derrotar a los azulgrana, una circunstancia decisiva para entender porque el Internacional se adjudic¨® el encuentro. Al Bar?a le cuesta enfrentar a los adversarios contundentes, de pierna fuerte, con gran calidad f¨ªsica, que se organizan bien defensivamente y no se vencen con los amagos. y adem¨¢s se despliegan estupendamente con un convencional 4-4-2.
A los brasile?os les sali¨® en el campo el partido que hab¨ªan dise?ado en el campo de pr¨¢cticas, y el Barcelona fracas¨® porque s¨®lo hab¨ªa visualizado el trofeo. Nunca repar¨® en la manera de combatir al contrario porque aspiraba a imponer su manera de entender el f¨²tbol. As¨ª que la discusi¨®n final no se centr¨® en la derrota sino sobre el juego del Bar?a y el papel de Ronaldinho, al que de golpe le pusieron en su debe todas las finales disputadas. Al fin y al cabo, el entrenador del Inter, proclam¨® que el Barcelona segu¨ªa siendo el mejor equipo del mundo, una manera de subrayar su triunfo despu¨¦s de un partido agotador psicol¨®gicamente, nada conveniente para el divertido equipo de Rijkaard,
Y es ah¨ª, en el f¨²tbol m¨¢s que en el juego, que se cruzan los reproches al Bar?a y a Ronaldinho, acusados de ser poco cancheros, como dir¨ªan los argentinos, y demasiado publicitarios.Nada que no se supiera, a fin de cuentas, sin que sirva de excusa El Barcelona no pudo cambiar de marcha entre otras cosas porque le faltaban Eto'o y Messi, dos futbolistas agresivos, desequilibrantes y capaces de variar la direcci¨®n del partido cuando al equipo no le alcanza la coralidad que propone Ronaldinho, suficiente ante el Am¨¦rica.
Ausente el juego de playa, al Bar?a le falt¨® ayer el f¨²tbol de calle, situaci¨®n que redund¨® en la importancia del plantel m¨¢s que en la del astro por m¨¢s que se llame Ronaldinho, el mejor jugador del mundo.
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