A tortas en el Madison Square Garden

Dos a?os despu¨¦s de la pelea del Palacio de Auburn Hills en la que Ron Artest y otros jugadores de los Indiana Pacers se vieron envueltos en una horrible batalla con varios hinchas de los Detroit Pistons, el Madison Square Garden de Nueva York volvi¨® a ser testigo de otro espect¨¢culo bochornoso para la NBA. Todo comenz¨® con un partido aparentemente acabado, 119 a 100 a favor de Denver, y con una falta intencionada. A falta de poco m¨¢s de un minuto para el final del encuentro el novato de los Knicks Mardy Collins agarr¨® del cuello a J.R. Smith, de los Nuggets, cuando ¨¦ste se dispon¨ªa a realizar un mate. Tras encararse brevemente ambos, el peque?o base de Nueva York, Nate Robinson, de 175 cent¨ªmetros de estatura, apareci¨® por all¨¢ y llev¨® la pelea a los primeros asientos del Madison, en donde acab¨® revolcado y a torta limpia con Smith.

El propietario de los Knicks James L. Dolan, sentado a pocos metros de donde se produc¨ªa el incidente, no daba cr¨¦dito a donde han ido a parar los Knicks, con 9 victorias y 17 derrotas en lo que va de campa?a. Camelo Anthony, que hab¨ªa anotado 34 puntos, se uni¨® a la trifulca y lanz¨® un pu?etazo a Collins, desatando la furia de Jared Jeffries, que persigui¨® a Anthony por toda la pista con dos entrenadores colgados de las piernas. A pesar de que la mayor¨ªa de los jugadores actuaron m¨¢s como mediadores que como infractores, los dos quintetos que estaban presentes en el momento de la falta intencionada fueron expulsados: Robinson, Jeffries, Collins, Frye y Lee, por los Knicks; y Anthony, Najera, Smith, Camby y Miller por los Nuggets.

Puede que la llave de la pelea la tuvieran Isiah Thomas, entrenador de los Kniks. y George Karl, de los Nuggets, que parecieron saldar cuentas pendientes a costa de sus jugadores. En julio, Karl critic¨® a Thomas por haber despedido a su buen amigo Larry Brown. "Karl debe callarse y no meter las narices", le respondi¨® Thomas.

Con una diferencia de 19 puntos, inalcanzable para unos Knicks que hab¨ªan tirado la toalla, los Nuggets manten¨ªan a su quinteto titular en la cancha y parec¨ªan buscar la mayor diferencia de puntos posible. Cuando J.R. Smith realiz¨® un mate con adorno y celebraci¨®n incluida a falta de tres minutos, Thomas dio la orden, seg¨²n los Nuggets, de lanzar al suelo al que intentara algo similar. Era cuesti¨®n de defender el honor del Madison, mostrar algo de orgullo y tambi¨¦n evitar seguir escuchando los pitos de su hinchada. Cuando Smith busc¨® el aro por segunda vez, el novato Collins obedeci¨®.

Queda claro que Anthony y Robinson se pueden llevar la peor parte de la sanci¨®n, que puede superar los cinco partidos. Smith, Collins y Jeffries ser¨¢n tambi¨¦n suspendidos y si el castigo es mayor al esperado no deber¨ªa ser una sorpresa viniendo del comisionado Stern, que aplic¨® una pol¨ªtica de tolerancia cero desde la pelea de Auburn Hills.