Barcelona, sin toros
Barcelona se quedar¨¢ sin corridas de toros en 2008. As¨ª lo ha decidido la empresa que gestiona la ¨²nica plaza de toros barcelonesa en activo, la Monumental. Alega que pierde una media de 24.000 euros por festejo. La raz¨®n parece ser, pues, econ¨®mica, sin que haya evidencia de intervenci¨®n p¨²blica directa o indirecta, pese a que el municipio barcelon¨¦s se declarara antitaurino en una resoluci¨®n aprobada en 2004.
Barcelona, que lleg¨® a contar con tres plazas, ha sido una ciudad de muy densa tradici¨®n taurina. La capital catalana ha combinado en perfecto mestizaje castellers con ¨®pera, sardanas con zarzuela y toros con los catalan¨ªsimos coros de Clav¨¦. La tradici¨®n del bou embolat en Tarragona certifica el arraigo de los toros como parte de los festejos locales, como en gran parte del resto de la costa mediterr¨¢nea.
Pero esas tradiciones han ido cediendo el paso lentamente, a lo largo de los a?os, a una mentalidad rigorista en la defensa de los animales, no s¨®lo entre ecologistas radicales, sino tambi¨¦n entre otros sectores sociales. Asimismo, buena parte del nacionalismo catal¨¢n ha incrementado su desapego a la fiesta, al considerarla como s¨ªmbolo de un casticismo pasado de moda e identificarla err¨®neamente con un arca¨ªsmo propio "de otras tierras". Gentes tan amantes de las tradiciones debieran recordar que ¨¦sta es tambi¨¦n una tradici¨®n propia, o hecha propia, como tantas otras incorporadas al blas¨®n catalanista. As¨ª lo demuestra, por ejemplo, la continuidad de la fiesta en la Catalu?a francesa, y hasta en la Occitania.
Si es de reclamar que los dirigentes e instituciones pol¨ªticas eviten intervencionismos poco justificables, del signo que sean -ni subvencionando un espect¨¢culo que parece asistir a un descenso de su mercado, ni tampoco segando sus posibilidades de permanencia- no es ¨¦ste el caso para los sectores culturales y tur¨ªsticos de la ciudad. Barcelona ha dado un gran salto en los ¨²ltimos veinte a?os como destino tur¨ªstico singular. Y aunque no sea ¨¦se su principal atractivo, los espect¨¢culos de la Monumental contribuyen ciertamente a ese apogeo.
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