Sol de Huelva en Viganella

La luz del sol ilumin¨® ayer la plaza mayor de Viganella. Nunca antes hab¨ªa ocurrido ese prodigio, que, sin embargo, se repetir¨¢ con frecuencia este invierno, y, si el invento sigue funcionando, en los inviernos venideros. Viganella, un pueblecito de 185 habitantes hundido en un valle de los Alpes, parec¨ªa condenado a vivir en una g¨¦lida penumbra del 11 de noviembre al 2 de febrero, 83 d¨ªas en total, porque el sol, en su ciclo bajo, quedaba siempre oculto tras las monta?as. Un espejo y un ordenador solucionaron el problema.

Algunos alcaldes prometen t¨²neles, urbanizaciones o campos de golf. El de Viganella, Pierfranco Midali, de profesi¨®n ferroviario, s¨®lo promet¨ªa un rayo de sol. Le cost¨® siete a?os conseguirlo. "He esperado este momento durante siete a?os", explic¨® ayer. "La idea surgi¨® en una conversaci¨®n con un amigo arquitecto, con el que empec¨¦ a pensar, medio en broma, c¨®mo resolver lo de la falta de sol en invierno". Poco a poco tom¨® forma el plan de instalar un espejo en lo alto de una monta?a, para que captara la luz solar y la reflejara justo en mitad de la plaza.

"Ya estoy viendo a mis viejecitos qued¨¢ndose en la plaza disfrutando de la luz", dice el alcalde

Un helic¨®ptero traslad¨® d¨ªas atr¨¢s hasta la cima del monte Scagiola, a 1.100 metros de altitud, un espejo de acero bru?ido con 14 paneles y unos 40 metros cuadrados de superficie. El Ayuntamiento de Viganella invirti¨® 99.900 euros en el invento.

Pero faltaba comprobar que funcionaba. Ayer, el d¨ªa de la gran inauguraci¨®n, Viganella se visti¨® de fiesta. Estaban las autoridades, la banda de m¨²sica, los vecinos, las c¨¢maras de varias televisiones (Al Yazira incluida) y hasta una representaci¨®n oficial de Huelva, hermanada con Viganella. De forma simb¨®lica, Huelva ofreci¨® al pueblecito alpino un poco de su abundante sol. De forma del todo concreta, los onubenses llevaron tambi¨¦n valiosos regalos gastron¨®micos.

Llegado el momento, una ni?a adecuadamente llamada Alba apret¨® el bot¨®n que accionaba el ordenador central, y el espejo de la monta?a empez¨® a girar. En un instante, un rayo de tibia luz dorada ilumin¨® la plaza congelada, exactamente sobre los lugares previstos por los ingenieros que instalaron el espejo: la franja peatonal de la plaza, el monumento a los Ca¨ªdos, la sede de la Comunidad Monta?esa del Valle Antrona y el p¨®rtico de la iglesia parroquial. El acontecimiento fue celebrado con bailes y con un gran banquete.

Viganella, situada en los Alpes piamonteses, junto a la frontera suiza, tiene oficialmente 185 habitantes, pero apenas medio centenar residen de forma estable en el pueblo. Los vecinos fijos son gente m¨¢s bien mayor, a la que una vida de inviernos largos, g¨¦lidos y oscuros no ha privado de humor: la semana pasada se tomaron una fotograf¨ªa en la plaza Mayor con las gafas de sol puestas, como si estuvieran en el tr¨®pico, y la sonrisa en la boca.

"Ya estoy viendo a mis viejecitas saliendo de misa y qued¨¢ndose all¨ª en la plaza, felices, disfrutando de un poco de luz", coment¨® el alcalde Midali. El espejo captar¨¢ la luz durante seis horas y deber¨ªa ser especialmente efectivo hacia las once de la ma?ana, cuando el sol, la cima y la plaza quedan alineados de forma ¨®ptima. Todos los vecinos de Viganella est¨¢n perfectamente al corriente de los c¨¢lculos matem¨¢ticos, las previsiones astron¨®micas, la investigaci¨®n en materiales y los trabajos de ingenier¨ªa e inform¨¢tica que han sido necesarios para lograr el prodigio. El alcalde, adem¨¢s, proclama que Viganella se ha ganado un sitio en la historia del planeta, ya que "en tiempos de efecto invernadero, calentamiento global y cambio clim¨¢tico, somos el primer lugar del mundo que ha modificado su clima de forma voluntaria y ha llevado un sol artificial all¨ª donde no llega el sol natural".

La iniciativa de Viganella ha suscitado el inter¨¦s de otros pueblos de los Alpes y los Pirineos, afectados por la misma ausencia de luz durante el invierno. Ya saben el precio del sol: 99.990 euros, IVA incluido.