'Carmina Burana' obtiene un gran ¨¦xito de p¨²blico y cr¨ªtica
Cerca de 4.000 personas asisten a un montaje oper¨ªstico que se ha visto en m¨¢s de 20 pa¨ªses
La espectacular versi¨®n de la cantata esc¨¦nica 'Carmina Burana', la obra del compositor alem¨¢n Carl Orff, alcanz¨® un gran ¨¦xito de p¨²blico durante su presentaci¨®n en el pabell¨®n Multiusos de Santiago. Un largo aplauso de los 4.000 asistentes despidi¨® a los m¨²sicos, bailarines y solistas que participaron en un montaje que ha recorrido medio mundo y en el que destaca especiamente la grandiosa escenograf¨ªa.
La aceptable calidad del sonido, la val¨ªa de los int¨¦rpretes y los efectos especiales que jalonan el espect¨¢culo convencieron plenamente a la mayor¨ªa de los asistentes que casi llenaban las sillas instaladas en el pabell¨®n Multiusos. Es probable que los m¨¢s puristas se sintieran algo decepcionados al ver que en muchos momentos el despliegue est¨¦tico pod¨ªa eclipsar la calidad de las voces de los int¨¦rpretes principales. Sin embargo, se consigue plenamente el objetivo de convertir en algo digerible para el espectador medio una obra que en principio no estaba destinada a ser representada en este formato.
La noche comenz¨® con la interpretaci¨®n de cinco fragmentos de las ¨®peras m¨¢s conocidas de Verdi a cargo de la gran orquesta y del nutrido coro que forman parte del montaje de la compa?¨ªa alemana Art Concerts. Tras este aperitivo lleg¨® el momento culminante con el comienzo del montaje de Carmina Burana. La entrada al recinto de todos los miembros del coro portando antorchas fue una de las primeras sorpresas de un espect¨¢culo que estuvo plagado de ellas.
La gigantesca torre instalada en el centro del escenario descubri¨® finalmente sus secretos despu¨¦s de haber permanecido tapada hasta ese momento. Los 30 bailarines que participan en el montaje parec¨ªan muchos m¨¢s al cambiar continuamente de vestuario e interpretar roles diferentes. Un vestuario innovador y el uso de efectos especiales poco habituales en los espect¨¢culos de ¨®pera m¨¢s cl¨¢sicos son una de las bases de esta producci¨®n, que han visto decenas de miles de espectadores en m¨¢s de 20 pa¨ªses.
El espect¨¢culo comienza con dos figuras que simbolizan el bien y el mal y que hacen girar una gigantesca rueda de la fortuna, con el conocido tema central de la obra sonando con gran fuerza gracias a la orquesta dirigida por Walter Haupt y a las voces del coro. A partir de ese momento se desarrollan una serie de escenas que no siguen una l¨ªnea narrativa uniforme. En ellas se habla sobre las grandes cuestiones que jalonan la vida humana: el amor, la felicidad, el sexo, el poder, el sufrimiento...
La gran virtud del montaje presentado en Santiago es que cualquier espectador con cierto inter¨¦s por la m¨²sica encuentra accesible el espect¨¢culo, cuya duraci¨®n no alcanza las dos horas. Adem¨¢s, es una de las pocas ocasiones que se presentan en la capital gallega para asistir a un montaje esc¨¦nico de categor¨ªa internacional. La intenci¨®n de los gestores del pabell¨®n Multiusos es organizar anualmente un gran acontecimiento esc¨¦nico o musical en sus instalaciones. Parece una idea excelente en una ciudad que durante a?os ha visto como este tipo de espect¨¢culos solo pod¨ªan verse cuando se celebraba el A?o Jacobeo.
Uno de los puntos de atenci¨®n durante la noche fue la calidad del sonido, ya que ¨¦sta hab¨ªa sido bastante mala en otros montajes musicales que se celebraron en la instalaci¨®n. En esta oportunidad los espectadores pudieron gozar de un sonido aceptable, siempre con las limitaciones que supone que la orquesta y el coro act¨²en en un espacio que no est¨¢ especialmente dise?ado para acoger este tipo de conciertos. En la primera parte del montaje se hizo m¨¢s evidente este problema, ya que la m¨²sica y las voces llegaban muy difuminadas hasta los espectadores que se situaban en las gradas. Sin embargo, durante la interpretaci¨®n de Carmina Burana este inconveniente qued¨® minimizado al ser superior la potencia del sonido.
Es inevitable pensar que estos inconvenientes no se habr¨ªan producido en el Teatro de la M¨²sica que se encuentra a medio construir a pocos metros de la ubicaci¨®n del Multiusos. Otra cosa es decidir si una ciudad de tama?o medio como Santiago necesita realmente una instalaci¨®n de estas caracter¨ªsticas. Por desgracia, los grandes espect¨¢culos de ¨®pera no recalan habitualmente en Santiago y habr¨ªa que contar con un programa estable para dar un uso adecuado a esa instalaci¨®n.
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