Contar la verdad sin juzgar a los personajes
Donald Spoto, bi¨®grafo de las estrellas de Hollywood, publica la vida de Audrey Hepburn

Audrey Hepburn quedar¨ªa horrorizada si pudiera contemplar la trascendencia que se le ha dado al vestido negro de noche, que Givenchi dise?¨® para ella, en la pel¨ªcula Desayuno con diamantes y que fue subastado hace un par de semanas en Christie's por 694.205 euros. "S¨®lo le consolar¨ªa saber que ese dinero se destina finalmente a los ni?os pobres en la India", cuenta el escritor Donald Spoto, autor de Audrey Hepburn, la biograf¨ªa (Lumen), reci¨¦n editada en Espa?a. Donald Spoto (Nueva York, 1945) ha firmado m¨¢s de una veintena de libros y pasa por ser uno de los bi¨®grafos m¨¢s respetados de Hollywood. Sus obras, sobre personajes como Alfred Hitchcock, Marilyn Monroe o Ingrid Bergman, se han convertido en una referencia. A trav¨¦s de sus p¨¢ginas, repletas de datos, se puede seguir tanto la vida de los biografiados como de la sociedad en que se mueven. "De alguna forma he tratado de ponerme sus zapatos, meterme en su piel, intentando contar la verdad sobre ellos pero sin juzgarlos. De esa forma consegu¨ª tambi¨¦n alcanzar el coraz¨®n de los lectores". Tras a?os de investigar sobre la vida de algunos de los protagonistas del pasado siglo, Spoto concluye que la fama no resulta nada f¨¢cil de llevar y que ninguno de los personajes era perfecto, pero todos "ten¨ªan el don de la gracia y de la trascendencia".
Donald Spoto trabaj¨® durante a?os como profesor de Teolog¨ªa y ha publicado varios ensayos relacionados con la religi¨®n, pero a finales de los noventa decidi¨® dedicar buena parte de su tiempo a las grandes estrellas del siglo XX. Entre la teolog¨ªa y los iconos del cine, el escritor no encuentra grandes diferencias. "La vida humana y el arte forman parte de la teolog¨ªa", aclara. Como ejemplo de esa relaci¨®n cita a uno de sus biografiados preferidos: Alfred Hitchcock, al que conoci¨® personalmente. "Los temas que trataba: la culpa, el enga?o, la infelicidad o la decepci¨®n son asuntos relacionados con la teolog¨ªa".
Ha vivido en Los ?ngeles hasta que decidi¨® trasladar su residencia a Copenhague. Alan Bates y Juana de Arco, sus dos pr¨®ximos libros, se encuentran ya en imprenta. Trabajador incansable, Spoto prepara ahora una biograf¨ªa sobre Grace Kelly, con la que le un¨ªa una buena amistad, y una historia relacionada con el fen¨®meno en que se ha convertido Lo que el viento se llev¨®. ?nicamente reconoce haberse equivocado una vez, al redactar la vida de la actriz Lotte Lenya. Fue una biograf¨ªa por encargo, algo que no hab¨ªa hecho nunca, y desde el principio se convirti¨® en una pesadilla. Los familiares quer¨ªan que toda la atenci¨®n se centrara en su esposo, el m¨²sico Kurt Weill, y su famosa m¨²sica, pero aquello no result¨®. No fue el caso de los personajes que se describen a continuaci¨®n, de los que guarda un recuerdo imborrable:
- Ingrid Bergman. "La tengo muy presente porque fuimos muy amigos. Divertida y muy agradable, todo el mundo la quer¨ªa. Hablaba cinco idiomas perfectamente y era capaz de trabajar en el cine utilizando cualquiera de ellos. Sufri¨® mucho en Estados Unidos porque una sociedad tan puritana no pod¨ªa aceptar que hubiera tenido hijos con Roberto Rossellini sin estar casada. Fue calificada como inmoral, y durante siete a?os estuvo proscrita; cuando regres¨® al pa¨ªs despu¨¦s de aquella campa?a de desprestigio, algunos periodistas le preguntaron si ten¨ªa muchas cosas que lamentar. 'No, s¨®lo me arrepiento de las cosas que no he hecho', fue la respuesta de la actriz".
- Jackie Bouvier Kennedy. "Una de las personas m¨¢s importantes del siglo XX y una mujer a la que apenas se ha comprendido. Nos conocimos en Nueva York, en la tercera parte de su vida cuando trabajaba como editora. Pod¨ªa haber pasado y disfrutar de una jubilaci¨®n maravillosa, al fin y al cabo era la viuda de Kennedy y de Onassis, pero prefiri¨® trabajar como editora porque le gustaban los libros. De esa forma daba ejemplo a sus hijos para que vieran lo importante que era tener un empleo. Me gust¨® que no requiriera privilegios especiales. No ten¨ªa ninguna actitud ni iba de nada. Era muy asequible".
- James Dean. "Muri¨® tan joven, ten¨ªa 24 a?os. Sin duda era un hombre de talento, pero no ten¨ªa disciplina. Sencillamente era un ni?o y luego muri¨®. No tuvo apenas tiempo de hacer nada y se le ha convertido en algo que realmente no era, un producto acabado que no exist¨ªa".
- Alfred Hitchcock. "Tuve mucha relaci¨®n con ¨¦l en los ¨²ltimos ocho a?os de su vida. Era un gran artista, pero una persona cuya vida en su totalidad fue muy dolorosa y llena de sufrimiento. Ten¨ªa miedo de todo y no hac¨ªa amigos con facilidad, pero fue capaz de ver muchos de los defectos de la vida moderna. Desde luego, cuando ve¨ªa algo malo lo llamaba por su nombre".
- Marlene Dietrich. "Cada cinco o nueve a?os se renovaba a si misma. Cuando notaba que la popularidad bajaba hac¨ªa algo nuevo para volver al candelero, pero creo que fue una v¨ªctima de la adoraci¨®n al glamour. Cuando perdi¨® su aspecto dej¨® de tener sentido para los dem¨¢s, se encerr¨® en su apartamento y nunca m¨¢s se la volvi¨® a ver. No fue feliz".
- Tennessee Williams. "El dramaturgo norteamericano m¨¢s importante, pero un hombre torturado excesivamente y una v¨ªctima de la cultura de las drogas de los cincuenta. Una historia demasiado triste, aunque afortunadamente nos dej¨® su obra. Durante 15 a?os produjo una obra maestra tras otra".
- Marilyn Monroe. "Pese al libro que yo escrib¨ª para que se la comprendiera mejor, sigue siendo una gran incomprendida. En Estados Unidos, si eres guapa, sexy y adem¨¢s llevas el pelo rubio, tienes que ser Eva la tentadora. Marilyn no era drogadicta ni alcoh¨®lica, con John Kennedy pas¨® una tarde, y con su hermano Bob no tuvo ninguna relaci¨®n. Tampoco se suicid¨®, iba a casarse de nuevo con Joe DiMaggio, pero la gente sigue creyendo que as¨ª fue. No quieren creer la verdad, que era inteligente y trabajadora. Es m¨¢s f¨¢cil pensar que era est¨²pida, drogadicta, autodestructiva y suicida".
- Elizabeth Taylor. "?Pobrecita! Sigue siendo una ni?a peque?a. A los nueve a?os ya trabajaba en Hollywood, y toda su vida se la ha pasado siendo una ni?a estrella".
- Laurence Olivier. "Un gran hombre que fue capaz de crecer y ayudar a los dem¨¢s a trav¨¦s del sufrimiento. Fue un gran se?or del teatro y de la escena, abri¨® nuevos caminos en la interpretaci¨®n".
- Audrey Hepburn. "Tambi¨¦n fue una persona que sufri¨® mucho, empezando por su infancia bajo los efectos de la Segunda Guerra Mundial y con un padre que la abandon¨®. No le gustar¨ªa ver que se ha convertido en un icono de la moda, ella era bastante m¨¢s importante que todo eso. Escrib¨ª su biograf¨ªa porque hab¨ªa le¨ªdo demasiadas cosas falsas sobre su persona. Audrey nos conduce a la ¨¦poca en la que los buenos modales eran importantes y no cosas vac¨ªas. Al final de su vida como embajadora de Unicef consigui¨® que la atenci¨®n se centrara en los ni?os que mueren de hambre en ?frica, y creo que ¨¦se fue un trabajo muy gratificante para ella".

Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.