El maestro del ritmo implacable

Existen varios Frank Capra. Uno, el que con mano firme dirigi¨® documentales militares durante la Segunda Guerra Mundial. Otro, el que realiz¨® filmes suaves, repletos de alm¨ªbar, que a¨²n llegan al coraz¨®n de millones de espectadores, como Un g¨¢nster para un milagro, Juan Nadie o ?Qu¨¦ bello es vivir! Y existe un tercer Capra, el incisivo, el maestro del ritmo implacable, un talento cinematogr¨¢fico desbordante que se mostr¨® en t¨ªtulos como Ars¨¦nico por compasi¨®n, Caballero sin espada o esta Sucedi¨® una noche, un portento de comedia armada alrededor de la eterna guerra de sexos. En esta ocasi¨®n, los contrincantes son una millonaria -Claudette Colbert- que huye de un matrimonio no deseado y un alocado reportero -Clark Gable antes de Lo que el viento se llev¨®- que har¨¢ vivir a la chica todo tipo de peripecias.

Hoy Sucedi¨® una noche es un mito, pero sus inicios no auguraban tama?o ¨¦xito. Por de pronto, un actor de tir¨®n como Robert Montgomery rechaz¨® el proyecto, aduciendo que el gui¨®n era "lo peor que he le¨ªdo en mi vida". Para el personaje femenino las cosas no mejoraron. La entonces megaestrella Constance Bennett rehus¨® participar en el filme; tras ella, lleg¨® la espantada de la elegante Myrna Loy, que proclam¨® que el largometraje no tendr¨ªa ning¨²n ¨¦xito. Capra s¨®lo pudo convencer a Claudette Colbert tras prometer acabar el rodaje en cuatro semanas y pagarle el doble de su salario habitual. La verdad es que la actriz nunca qued¨® convencida de su trabajo: la noche de los Oscar (en los a?os treinta se conoc¨ªan, para poder localizar a los premiados, los nombres de los galardonados con horas de antelaci¨®n) Colbert se iba de viaje. Publicitarios del estudio Columbia, productora del filme, la encontraron saliendo de su casa sin intenci¨®n de acercarse a la gala y por eso recogi¨® la estatuilla con ropa de viaje. A Clark Gable tampoco le volvi¨® loco el gui¨®n: cedido por su estudio, MGM, a Columbia, hizo insufrible el rodaje a cuantos le rodeaban protestando por todo y enfadado por haber aceptado el filme.

Frank Capra tuvo la culpa del ¨¦xito. Mejor¨® el gui¨®n durante la filmaci¨®n, cre¨® la famosa secuencia de las murallas de Jeric¨® para sofocar una rebeli¨®n de Colbert, sac¨® todo el provecho posible del talento de Clark Gable para la comedia rom¨¢ntica y obtuvo oro para la taquilla. La recaudaci¨®n fue tan grande, que Columbia pas¨® de ser un estudio de tama?o medio a codearse con los grandes del momento: MGM y Warner. Y su gloria se prolong¨® en los Oscar: Sucedi¨® una noche fue la primera pel¨ªcula en la historia en ganar las cinco estatuillas principales (mejor gui¨®n, director, actriz protagonista, actor protagonista y pel¨ªcula), hecho que s¨®lo se ha vuelto a repetir con Alguien vol¨® sobre el nido del cuco y El silencio de los corderos. M¨¢s a¨²n: para Gable y Colbert fueron sus ¨²nicos oscars, a pesar de que su carrera se prolong¨® con ¨¦xito en la gran pantalla.

El ritmo y los gags de Sucedi¨® una noche marcaron una ¨¦poca (el conejo animado Bugs Bunny naci¨® inspirado por la manera de Gable de comer zanahorias mientras habla r¨¢pidamente en esta pel¨ªcula) y han perdurado en el tiempo como ejemplo de comedia y disfrute cinematogr¨¢fico.