Fiesta en el vac¨ªo
La historia que narra esta magn¨ªfica novela del escritor alem¨¢n Thomas Mann (1875-1955) es sencilla: el h¨¦roe, Hans Castorp, un joven de veintid¨®s a?os, estudiante de ingenier¨ªa n¨¢utica y v¨¢stago de una familia adinerada hamburguesa, se traslada por unos d¨ªas a la peque?a ciudad suiza de Davos. All¨ª, en un sanatorio alpino para tuberculosos, est¨¢ internado desde hace meses su primo Joachim Ziemssen, un militar de su misma edad que se cura de su incipiente enfermedad. Castorp piensa pasar all¨ª tres semanas compartiendo la vida cotidiana de su primo, su r¨¦gimen de comidas y sus horas de reposo, los paseos por el entorno de ensue?o y las inocentes diversiones del lugar, pero terminar¨¢ tuberculoso ¨¦l mismo y permanecer¨¢ en el sanatorio ?nada menos que siete a?os! La seducci¨®n a la que sucumbe el visitante en ese "mundo de arriba", en la "monta?a encantada", trasunto tanto del Olimpo como del Hades, es lo que describe Thomas Mann en este relato soberbio incluso a pesar de sus desmesuradas desigualdades.
La monta?a m¨¢gica
Thomas Mann
Traducci¨®n de Isabel Garc¨ªa Ad¨¢nez.
Edhasa. Barcelona, 2006. 1.054 p¨¢ginas. 10 euros.
Minos y Radamantis (el doctor Beherens y su ominoso ayudante Krokovski) son los se?ores de un reino de tinieblas en las alturas, poblado adem¨¢s por los singulares pacientes del sanatorio. De entre ellos destaca la hermosa Claudia Chauchat quien, con sus ojos circasianos y sus andares de gata, encanta a Castorp en una de las relaciones amorosas menos expl¨ªcitas de la historia de la literatura. Otros personajes, tales como los habladores Settembrini y Naphta, o el desmesurado Peeperkorn, protagonizan los episodios inolvidables de esta obra tan propensa a interpretaciones metaf¨ªsicas, pues ha sido le¨ªda como "cumbre aleg¨®rica de la filosof¨ªa schopenhaueriana", por ejemplo, o como "una meditaci¨®n sobre la ficci¨®n y relatividad del tiempo". Pero es inmensa y se presta a mucho; si bien parece cierto que en los once a?os que su autor tard¨® en escribirla -de 1913 a 1924-, ¨¦ste termin¨® extrayendo una radiograf¨ªa del esp¨ªritu dominante en la Europa de la ¨¦poca, del alma de una sociedad seducida por el vac¨ªo, cuyos miembros saludaron entusiasmados el estallido de la I Guerra Mundial y que, mientras mor¨ªan por millones en las trincheras, destapaban sin remisi¨®n la caja de todas las desgracias del siglo XX.
La novedad de esta edici¨®n de bolsillo radica en la belleza de la traducci¨®n, que mejora la ¨²nica versi¨®n castellana anterior -en modo alguno desde?able-, del escritor mallorqu¨ªn Mario Verdaguer. La incisiva precisi¨®n con que Mann manejaba el lenguaje, su intensa escritura, sensible y detallista, cargada de iron¨ªa, de gracia y hasta de pedante seriedad, queda reflejada con maestr¨ªa en el excelente trabajo de Isabel Garc¨ªa Ad¨¢nez.
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