Jap¨®n rompe con los tab¨²es del pasado
El Parlamento restablece la ense?anza del patriotismo y el Ministerio de Defensa
El primer ministro de Jap¨®n, Shinzo Abe, se alz¨® hace unos d¨ªas con una doble victoria al lograr que el Parlamento aprobara dos medidas que hacen pedazos tab¨²es derivados de la derrota en la II Guerra Mundial: restablecer la ense?anza del patriotismo en las escuelas y elevar el rango de la Agencia Nacional de Defensa al de ministerio, el primero con que el cuenta Jap¨®n en 60 a?os.
Ambos cambios no son ajenos a la amenaza que representa Corea del Norte, m¨¢s a¨²n desde que el pasado octubre realiz¨® su primera prueba at¨®mica. Ni al clima pol¨ªtico creado por los grupos nacionalistas. Las reformas de las leyes de Educaci¨®n y de Defensa son las primeras que se llevan a cabo desde 1947, durante la ocupaci¨®n del pa¨ªs por EE UU. El Gobierno tambi¨¦n se emple¨® a fondo, llegando hasta el extremo de pagar a algunas personas para que defendiesen las iniciativas del Gobierno en las asambleas escolares celebradas a lo largo y ancho del pa¨ªs para discutir las reformas. El descubrimiento de la maniobra supuso un esc¨¢ndalo pol¨ªtico y tres miembros del Gobierno tuvieron que comprometerse a devolver tres meses de sus sueldos como castigo.
El Gobierno ya no necesitar¨¢ una ley especial para enviar tropas al extranjero
La restauraci¨®n de la ense?anza del patriotismo a los escolares fue criticada por aquellos que piensan que los dirigentes japoneses la utilizaron en el pasado para justificar la expansi¨®n nipona en el Pac¨ªfico, durante el conflicto mundial, y que temen el resurgir del nacionalismo y el militarismo imperial.
El restablecimiento del amor a la patria y a la bandera y el orgullo de ser japon¨¦s supone un gran triunfo para los conservadores -como Abe, el ¨²nico primer ministro japon¨¦s nacido tras la II Guerra Mundial-, que consideran que el sistema escolar dominado por los sindicatos de izquierda del profesorado ha llevado al olvido de los valores de la cultura japonesa y de su orden social.
La reforma educativa coincide con la aprobaci¨®n de leyes municipales en varias zonas de Jap¨®n, incluida Tokio, por las que se penaliza a los alumnos y maestros que se nieguen a cantar el himno nacional y a izar la ense?a nipona en eventos escolares.
La aprobaci¨®n del aumento de la conciencia patri¨®tica en las aulas, en un pa¨ªs donde ello se asocia al pasado imperialista, fue posible despu¨¦s de que el Gobierno superara una moci¨®n de censura presentada por cuatro partidos de la oposici¨®n que intentaron evitar un mayor control estatal en la educaci¨®n, ya lastrada por manuales escolares que son claras muestras de revisionismo hist¨®rico sobre las pasadas agresiones japonesas a sus pa¨ªses vecinos.
La reforma de la Ley de Defensa, aprobada (a diferencia de la de Educaci¨®n) sin apenas oposici¨®n parlamentaria, por la preocupaci¨®n que genera en Jap¨®n la amenaza norcoreana, establece que, a partir de enero de 2007, el director general de la Agencia Nacional de Defensa, Fumio Kyuma, se convierta en ministro, aunque el Ej¨¦rcito seguir¨¢ llam¨¢ndose Fuerzas de Autodefensa.
Y lo m¨¢s importante. El Gobierno ya no necesitar¨¢ ninguna ley especial para enviar militares a zonas de conflicto en el exterior, como ocurri¨® en los casos de la misi¨®n humanitaria en Irak o de apoyo log¨ªstico en Afganist¨¢n. El cambio implica, en cierta forma, el principio del fin del estatus japon¨¦s nacido tras la victoria aliada en 1945 y un distanciamiento de la impronta pacifista de su Constituci¨®n, redactada por EE UU.
Tambi¨¦n podr¨ªa ser el primer paso de un cambio en el equilibrio de poder en el Este asi¨¢tico, reforzando el papel de Tokio en su respaldo a EE UU (que cuenta con 50.000 soldados desplegados en Jap¨®n) en la defensa de Taiwan, en caso de una agresi¨®n china.
"Es natural que dispongamos nuevamente de un Ministerio de Defensa, porque ya lo ten¨ªamos hace 60 a?os y porque Jap¨®n debe contar con ej¨¦rcito propio. Es un error que nuestra autodefensa dependa a¨²n de EE UU, lo que estuvo justificado en los primeros 10 a?os de posguerra. Esto ha perdido sentido desde que somos la segunda potencia econ¨®mica", afirma Reinosuke Hara, l¨ªder destacado de la industria japonesa.
Respecto a la introducci¨®n del patriotismo en las escuelas, Hara se?ala que "en EE UU cantar el himno nacional acompa?ado del gesto de llevarse la mano al coraz¨®n es una tradici¨®n arraigada y presente en la vida diaria", y no por ello se considera nacionalistas a los estadounidenses. Hara a?ade que "el amor a la patria, al himno y a la bandera es positivo", pero "no lo es que el texto de la enmienda legal no mencione que ello debe ser compatible con el respeto a la comunidad internacional".
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