La tercera mujer Arco
Debuta en febrero como directora de Arco, la Feria de Arte Contempor¨¢neo. Sucede en el cargo a otras dos mujeres que han llevado este certamen a un puesto de prestigio. Lourdes Fern¨¢ndez tiene ante s¨ª el reto de gestionar un buen legado y hacer crecer una feria en tiempos inciertos
Detesta la palabra revoluci¨®n, prefiere evoluci¨®n. Piensa que lo suyo es el marat¨®n, no los 100 metros lisos. As¨ª que Lourdes Fern¨¢ndez (San Sebasti¨¢n, 1961), nueva directora de Arco, la Feria de Arte Contempor¨¢neo, ahora en capilla, evitar¨¢ el desgaste inicial que suele producir la euforia del cargo. Dentro de un mes y medio abrir¨¢ la 26? edici¨®n de un certamen que ha estado siempre en manos de mujeres. Sucede a dos pesos pesados del mercado del arte: Juana de Aizpuru y Rosina G¨®mez-Baeza, esta ¨²ltima al frente de la feria durante los ¨²ltimos veinte a?os. Con Lourdes Fern¨¢ndez, vasca cosmopolita, entran en acci¨®n los profesionales de la "generaci¨®n Arco", el t¨¦rmino acu?ado por el director del Macba, Manuel Borja-Villel, y que alude a los j¨®venes criados en democracia que han presenciado a lo largo de un cuarto de siglo el espect¨¢culo de un pa¨ªs paleto en arte contempor¨¢neo que asist¨ªa con la boca abierta a las modernidades que las galer¨ªas extranjeras mostraban en la Feria de Madrid. Historiadora del arte -estudi¨® en Salamanca y Barcelona-, su trabajo se ha desarrollado entre galer¨ªas y bienales. En 1985 se fogue¨® en la apertura del nuevo museo de arte contempor¨¢neo de Par¨ªs, el Museo d'Orsay ("Fue muy estimulante? parece que siempre estoy metida en la puesta en marcha de las cosas"). Receptiva a los cambios, el pintor Lucio Mu?oz, su padrino art¨ªstico, le dio el mejor consejo de su vida: "Lourdes, vete a Madrid". Le hizo caso. Trabaj¨® en la Marlborough, dirigi¨® la galer¨ªa DV, una iniciativa del Diario Vasco en San Sebasti¨¢n, y estuvo al frente de Manifesta 5, la bienal europea de arte contempor¨¢neo creada en Amsterdam para impulsar nuevas formas de expresi¨®n art¨ªstica. Casada y con dos hijos, un chico de trece a?os y una ni?a de nueve, reparte su vida entre Madrid y Donostia. Muy cauta, acorazada ante lo que se le viene encima, Lourdes Fern¨¢ndez se resiste a mostrar sus cartas. Asegura que es por justicia, por respeto a Rosina G¨®mez-Baeza, la mujer que, contra viento y marea, apost¨® por la continuidad de Arco y lo ha llevado hasta donde est¨¢. Como una cris¨¢lida, echar¨¢ a volar en la edici¨®n de 2008. Hasta entonces, Lourdes Fern¨¢ndez no quiere cambios, despeja balones y huye como del diablo de dar una sola pista de sus planes para el futuro.
Fue escogida para el puesto que ocupa por una empresa de cazatalentos.
Yo llegu¨¦ aqu¨ª como llegu¨¦. Me llamaron de una empresa, de un head hunter; me dijeron que estaban haciendo una selecci¨®n, y eso fue todo.
Dicen que en la lista hab¨ªa nombres muy importantes, de directores de museos en activo, y que usted los derrot¨® a todos.
Yo eso no lo s¨¦. Y tampoco quiero saberlo. La cuesti¨®n es que se hizo por un proceso de selecci¨®n y me nombraron a m¨ª.
Su curr¨ªculo muestra que usted se decant¨® hacia el arte contempor¨¢neo muy pronto.
S¨ª. La verdad es que s¨ª. Se lo debo a Juan Antonio Ram¨ªrez, catedr¨¢tico de arte de la Universidad Aut¨®noma de Madrid. Fue profesor m¨ªo en Salamanca, y ¨¦l me anim¨® a seguir el camino del arte contempor¨¢neo. As¨ª que me fui a Barcelona y de all¨ª a Italia, a Florencia, a cursar un posgrado de museolog¨ªa, y despu¨¦s a Par¨ªs, al Museo d'Orsay, donde estuve a?o y medio.
Todo apuntaba a que pod¨ªa acabar como conservadora en un museo.
Pero me volv¨ª a San Sebasti¨¢n, a casa. Y empec¨¦ a trabajar en una galer¨ªa de all¨ª. Era algo m¨¢s lateral. Es ese momento en el que t¨² est¨¢s dibujando un poco tu futuro. Yo me encontraba m¨¢s metida en el arte contempor¨¢neo, pero tambi¨¦n m¨¢s relacionada con los museos. En San Sebasti¨¢n conoc¨ª a Lucio Mu?oz, muy amigo de Eduardo Chillida. Trabajaban juntos en el santuario de Ar¨¢nzazu, en Guip¨²zcoa. En una cena, me acuerdo todav¨ªa hasta del sitio, Lucio me dijo: "Pero ?por qu¨¦ no te vienes a Madrid?". Y yo pens¨¦: "?A Madrid, qu¨¦ voy a hacer all¨ª?". Personalmente me encontraba bien en mi casa, no quer¨ªa volver a salir. Luego me he arrepentido de no haber seguido m¨¢s tiempo fuera. Mis padres ya me lo dec¨ªan, "vete a Nueva York", pero necesitaba mi casa, mi tierra. Ya eran muchos a?os de estar fuera de casa, yendo y viniendo, y no s¨¦ si err¨®neamente o no, necesitaba ubicarme. Pero cuando Lucio Mu?oz me dijo por qu¨¦ no vas a Madrid, pens¨¦: ?por qu¨¦ no? En aquel momento, la galer¨ªa Marlborough, que dirig¨ªa Mari Cruz Bilbao, y en la que trabajaba Mar¨ªa L¨®pez, la hija del pintor Antonio L¨®pez, buscaba gente. Me decid¨ª y me instal¨¦.
?Cu¨¢ntos a?os estuvo en Marlborough?
Cinco. Porque adem¨¢s a m¨ª me toc¨® la etapa de refundaci¨®n. El primer a?o estuve todav¨ªa en el piso de Claudio Coello donde funcionaba entonces la galer¨ªa, pero luego ya me toc¨® la etapa de buscar un local, de acompa?ar al arquitecto Richard Gluckman y organizar todo el principio de la galer¨ªa en su nueva ubicaci¨®n. Inauguramos con una exposici¨®n de Francis Bacon, en septiembre de 1992. Bacon se muri¨® meses antes, en mayo. Una pena, porque yo no llegu¨¦ a conocerlo, pero tuve que encargarme de algunas cosas cuando muri¨®; por ejemplo, de ir al Ruber, donde falleci¨®, a recoger su maleta.
Conoci¨® entonces el esplendor de las nuevas galer¨ªas en Madrid.
Claro. Aqu¨¦l era el momento. Marlborough era una galer¨ªa con mucho prestigio internacional. Y entraron entonces varios artistas muy esperados, como Lucio Mu?oz y Luis Gordillo. Marlborough era una galer¨ªa muy interesante. Yo estuve all¨ª encantada y aprend¨ª un mont¨®n de cosas con ellos. Aprendes lat¨ªn, adem¨¢s de ingl¨¦s, pero tambi¨¦n lidias con una estructura muy potente, muy pesada.
?Y por qu¨¦ decidi¨® volver al Pa¨ªs Vasco?
Coincidieron varias cosas. En el verano de 1993 naci¨® mi hijo mayor, Mart¨ªn; yo ten¨ªa otras inquietudes y el Diario Vasco me llam¨® para abrir una galer¨ªa. A m¨ª aquello me pareci¨® una idea peregrina. ?Una galer¨ªa de arte y en San Sebasti¨¢n! Fernando Berridi, director general del Diario Vasco, fue quien me convenci¨® para cambiar de rumbo. Ten¨ªa un entusiasmo desbordante y cre¨ªa en lo que podr¨ªa ser una galer¨ªa de arte que activara la vida, no s¨®lo la art¨ªstica, sino la vida en general, de una ciudad como San Sebasti¨¢n. Que diera salidas a la gente, porque San Sebasti¨¢n es un sitio muy peque?o donde tienes que pelearlo todo.
El cambio ser¨ªa radical.
Fue brutal. Pasar de una galer¨ªa donde los coleccionistas ven¨ªan a buscar obras de muchos millones a otra donde ten¨ªas que hacer mucho esfuerzo para vender. Pero fue bien.
?Y en qu¨¦ artistas pens¨®?
Quise empezar con un artista potente y que adem¨¢s no fuera vasco. Apostar por la internacionalizaci¨®n, aunque fuera desde un lugar muy peque?o. En todas las conversaciones que manten¨ªamos, yo siempre dec¨ªa que si s¨®lo exponemos obras de gente joven, nunca vamos a estar en un sitio destacado. Adem¨¢s, a la gente joven hay que contextualizarla, mostrarles lo que est¨¢ pasando en el panorama internacional, para que as¨ª se comprenda por qu¨¦ los j¨®venes hacen un tipo de trabajo y no otro.
Empezamos con Sean Scully, despu¨¦s seguimos con una colectiva con Jos¨¦ Ram¨®n Amondarain y Manu Muniateguiandikoetxea, entre otros. Me apoy¨¦ mucho en Arteleku [un centro p¨²blico de arte de la Diputaci¨®n Foral de Guip¨²zcoa] porque es un foco de creaci¨®n donde se pod¨ªa encontrar gente joven y ver qu¨¦ estaban haciendo, lo cual no quit¨® para que en 1995 expusi¨¦ramos a Eduardo Chillida. Todav¨ªa me acuerdo de cuando fui a contarle que abr¨ªamos una galer¨ªa y que inaugurar con ¨¦l era demasiado obvio. Lo entendi¨®. Fue generoso porque pod¨ªa gustarle o no, pero nos apoy¨® en todo. Y se volc¨®.
?Y qu¨¦ hizo a Manifesta elegir San Sebasti¨¢n como sede de la bienal en 2004?
Yo creo que la ciudad fue una elecci¨®n del patronato de la Fundaci¨®n Manifesta, en concreto de Vicent Todol¨ª [director de la Tate Modern de Londres y miembro del patronato]. Manifesta es una bienal n¨®mada, se celebra cada dos a?os en una ciudad europea distinta y siempre ha intentado buscar como sedes lugares laterales. [Manifesta, la Bienal Europea de Arte Contempor¨¢neo, fue una iniciativa que surgi¨® de comisarios independientes en Amsterdam para establecer un di¨¢logo entre situaciones culturales y art¨ªsticas. Se inaugur¨® en 1996 en Rotterdam]. Manifesta busca para sus sedes recuperar lugares conflictivos (con lo cual, en nuestro caso, el tema estaba servido) y lugares fronterizos que justifiquen la idea en la que se basa la bienal de una Europa sin fronteras.
Pertenece usted todav¨ªa al patronato de Manifesta.
Cuando me nombraron directora de Arco mand¨¦ mi renuncia. Era una contradicci¨®n estar en ¨¦l porque Manifesta y Arco son antag¨®nicas. Manifesta es una bienal sin ¨¢nimo de lucro, no se plantea un objetivo de mercado, sino que se dirige a la producci¨®n art¨ªstica, a apoyarla. De hecho, nuestro presupuesto en 2004 era de 1.300.000 euros, de los cuales 650.000 estaban destinados exclusivamente a la producci¨®n de los artistas, y 56 de ellos recib¨ªan fondos directamente para la producci¨®n de sus obras. ?sa es la riqueza de Manifesta.
Ahora tiene ante s¨ª un reto importante. Llega a Arco cuando se cumplen 25 a?os y tras haber pasado por la direcci¨®n de la feria dos mujeres, Juana de Aizpuru y Rosina G¨®mez-Baeza. ?Qu¨¦ ocurre? ?Las mujeres le van bien a Arco?
A esa pregunta siempre contesto que eso no es un signo de femineidad. Si en Arco empez¨® Juana de Aizpuru, fue porque en su d¨ªa era una de las pocas mujeres galeristas que hab¨ªa. En Ifema (la Feria de Madrid), la verdad es que las mujeres somos mayor¨ªa. Quiero decir que no es algo inherente al arte, sino que est¨¢ ah¨ª. Porque de 12 directores de cert¨¢menes, 10 son mujeres.
Ser¨¢ por buenas gestoras.
Claro. Es lo que creo. Somos muy organizadas, tenemos la cabeza muy bien amueblada, y con eso no quiero decir que los hombres no la tengan, pero en el ¨¢mbito organizativo, aqu¨ª se constata una realidad: una gran mayor¨ªa de mujeres. Y en el caso de Arco, Juana de Aizpuru es quien lo impuls¨®. Y Rosina G¨®mez-Baeza ha estado dirigi¨¦ndolo durante 20 a?os y es quien lo ha llevado a donde est¨¢.
?Y d¨®nde est¨¢ Arco?
Yo quiero ser justa ante todo. Una cosa es d¨®nde est¨¢ hoy, Arco 2007, que es la edici¨®n que yo voy a hacer, y otra cosa es d¨®nde ha llegado a estar hasta el a?o 2003-2004. El panorama del arte internacional en ferias ha cambiado radicalmente a partir del a?o 2002, sobre todo porque ha surgido Art Basel en Miami y el Frieze en Londres. Y digo lo de ser justa porque yo creo que Arco est¨¢ en lo m¨¢s alto, en una posici¨®n que ha conseguido despu¨¦s de 20 a?os en un pa¨ªs que hist¨®ricamente no ten¨ªa ninguna relaci¨®n con el mercado del arte contempor¨¢neo, que no contaba con una estructura de centros dedicados al arte. No ten¨ªa colecciones institucionales, ten¨ªa pocas colecciones privadas, menos corporativas y, sobre todo, no ten¨ªa una feria. Poner todo eso en marcha con crisis muy gordas, como la de 1993, en un pa¨ªs que todav¨ªa no se hab¨ªa ni consolidado econ¨®micamente, a m¨ª me parece la gran haza?a de Arco, de Ifema, pero sobre todo de Rosina G¨®mez-Baeza. Todo eso ha enriquecido no s¨®lo a Arco, sino al pa¨ªs; ahora, Espa?a tiene econ¨®micamente una situaci¨®n muy diferente en cuanto a galer¨ªas, coleccionistas y posici¨®n en el mercado europeo y en el del arte contempor¨¢neo. A pesar de eso, hay que ser conscientes de que existen otras ferias que est¨¢n ah¨ª y, aunque no me gusta decir que nos hacen da?o, adem¨¢s se hacen en lugares con los que el propio Madrid no puede competir. Una feria selectiva como Frieze se hace en Londres. Londres es el gran centro financiero de este momento, incluso desde los atentados del 11-S ha tomado una posici¨®n de protagonista en el mundo del arte much¨ªsimo mucho mayor que la que ten¨ªa antes.
Par¨ªs no le hace la competencia.
Tiene mucha menos importancia. Est¨¢n intentando darle impulso ahora, pero se halla muy distanciada de nosotros. Despu¨¦s de Basilea, Arco era la segunda feria. Lo que pasa, y no lo oculto, es que el panorama ha cambiado. Ahora, Art Basel Miami es muy fuerte, est¨¢ despuntando de una forma impresionante, y Frieze es muy fuerte tambi¨¦n.
Tambi¨¦n han cambiado las circunstancias del arte contempor¨¢neo en cuanto a inversi¨®n. En los ochenta se invert¨ªa mucho en arte, quiz¨¢ ahora se invierta menos.
Yo no creo que eso haya cambiado as¨ª. Al contrario. En los ochenta se invirti¨® mucho, como se invirti¨® en muchos otros sectores de la econom¨ªa en Espa?a porque era un momento ¨®ptimo. El boom econ¨®mico tuvo una respuesta en una mayor inversi¨®n, que luego decay¨® con la crisis de 1993, que fue muy fuerte. Ahora se est¨¢ volviendo a vender arte, y las casas de subastas son la referencia, no hay m¨¢s que ver c¨®mo est¨¢n funcionando en Nueva York, en Londres, en Hong Kong; eso significa que el arte est¨¢ otra vez en alza, y en concreto en Espa?a, respecto, por ejemplo, a Francia o incluso a Alemania. Yo creo que parte del ¨¦xito de Arco es que el mercado local funciona muy bien.
Pero a veces se ha calificado a Arco de feria de vanidades, de ser un 'boom' cultural sin una buena base.
Cuando se hacen esas cr¨ªticas, yo siempre digo lo mismo. Hay que ser justos. Hay que tener perspectiva hist¨®rica para saber lo que ha pasado. A m¨ª me hace gracia cuando dicen que Arco ha tenido mucho espect¨¢culo. Arco ha necesitado eso. Que nadie se equivoque. Para mantener una feria desde 1982 hasta 2000, que es cuando realmente cambia el panorama, con una crisis que empez¨® en 1992 y dur¨® hasta 1994, tres a?os en que hab¨ªa que mantenerse y la propia instituci¨®n ferial, Ifema, la mantuvo, es que tienes que hacer alrededor de eso lo que haga falta. Y por supuesto que hizo falta. Hizo falta algo como el Foro de Expertos en Arte Contempor¨¢neo, que luego otras ferias han copiado de una forma m¨¢s discreta, pero que ha sido una referencia. Hizo falta traer a coleccionistas invitados, 250 coleccionistas que vienen de todo el mundo y a los que hay que traer porque aqu¨ª (por eso dec¨ªa que nuestro objetivo es tambi¨¦n el mercado local) no hab¨ªa coleccionistas. Yo admito esas cr¨ªticas, pero eso se ha hecho porque Arco lo ha necesitado. No hay que olvidar cu¨¢l era la situaci¨®n en este pa¨ªs. Yo ah¨ª defiendo lo que se ha hecho a ultranza. Toda esa parafernalia es lo que ha ayudado a la feria. Otra cosa es que, visto el panorama que tenemos, y ¨¦se es tambi¨¦n otro de los objetivos que me marco, debamos profesionalizar la feria.
?C¨®mo?
Debemos convertirnos en la gran plataforma de mercado y pelear y tratar de que a trav¨¦s de Arco se canalice todo ese mercado de arte que en Espa?a alguien pueda pensar que no existe todav¨ªa. ?Qu¨¦ va! Existe. Arco tiene que ser esa plataforma y ha de conseguir que las grandes galer¨ªas extranjeras, y tambi¨¦n las emergentes, acudan porque tenemos un coleccionismo local, corporativo e individual, muy potente. En Espa?a hay mucho dinero y mucho inter¨¦s por el arte.
Y son las galer¨ªas las que tienen que fomentar el mercado del arte.
Las galer¨ªas son el mercado del arte. Arco est¨¢ al servicio de esas galer¨ªas.
?De todas?
De las que participen.
?Se van a modificar los estatutos y van a poder participar m¨¢s galer¨ªas, o continuar¨¢n los 'n¨²merus clausus', con un criterio muy restrictivo?
Una cosa es c¨®mo nosotros, como plataforma de mercado internacional, conseguimos que Arco funcione y crezca. Y otra cosa es qu¨¦ es Arco. ?Esa plataforma de mercado ha de dar cabida a cualquier galer¨ªa? Pues no, claro que no. Arco es una feria fundamentalmente de selecci¨®n, que tiene un comit¨¦ de selecci¨®n de reconocido prestigio. Creemos que Arco tiene que velar por la excelencia.
?Qu¨¦ criterios se les exige a las galer¨ªas para participar?
Pues una buena selecci¨®n de artistas, una proyecci¨®n internacional, con participaci¨®n en otras ferias, de colaboraci¨®n con museos, con instituciones del arte, promoci¨®n de sus artistas y, por supuesto, con todos los criterios normativos de funcionamiento de cualquier empresa. Tener un espacio abierto de una manera continuada, con un m¨ªnimo de cuatro exposiciones al a?o, es fundamental, porque nosotros no damos cabida a los dealers [marchantes], no abrimos la puerta a galer¨ªas que parece que lo son, pero luego no hacen una apuesta clara. Esa parte normativa s¨ª que es importante.
?Hacia d¨®nde se encamina Arco, hacia la fotograf¨ªa, el videoarte??
?sta es la pregunta del mill¨®n. Creo que una de las riquezas de Arco es que es una feria plural. Arco tiene dos pabellones, el 9 y el 7; en el 7 se expone la vanguardia hist¨®rica, y en el 9, contempor¨¢neo. En este ¨²ltimo pabell¨®n est¨¢ situado el espacio The Black Box, dedicado a audiovisual y a las nuevas tecnolog¨ªas. La vanguardia hist¨®rica ocupa un lugar importante en Arco con galer¨ªas impresionantes. En esta edici¨®n va a participar, despu¨¦s de muchos a?os, otra vez Pace Wildenstein Gallery, una galer¨ªa de much¨ªsimo prestigio. Esta ¨¢rea es important¨ªsima porque la vanguardia hist¨®rica es lo que ha dado a Arco el prestigio y un cierto coleccionismo. Cuando tratas con coleccionistas que empiezan, que no saben mucho de arte contempor¨¢neo, optan por lo consolidado, quiz¨¢ porque les parece mejor inversi¨®n. El pabell¨®n 9 ha funcionado much¨ªsimo, y creo que es una de las grandes riquezas de Arco que no debe perder. Este a?o hemos hecho la conexi¨®n entre los dos pabellones con el pa¨ªs invitado, Corea, y hemos dado m¨¢s espacio a galer¨ªas que no son la vanguardia hist¨®rica. Arco es una feria plural y hay que buscar la riqueza de esa pluralidad, sin olvidar, por supuesto, el arte emergente, una de las ¨¢reas que debemos reforzar en ediciones sucesivas.
?Cu¨¢l es su apuesta, mayor n¨²mero de visitantes o vender m¨¢s?
Vender m¨¢s. Pero sin cerrar las puertas a los visitantes. De hecho, en Arco 07 hemos reservado dos d¨ªas y medio para profesionales y tres para el p¨²blico en general.
Los visitantes ?qu¨¦ aportan a esta feria?
El arte tambi¨¦n es conocimiento. El visitante de Arco puede ser un futuro coleccionista y se enriquece con lo que pueda ver, conocer. Me parece una gran ocasi¨®n para crear inter¨¦s por el arte contempor¨¢neo, ya que solamente la pasi¨®n por el arte y el conocimiento llevan un d¨ªa a querer comprar una obra.
?Es mejor venir a Arco que visitar un museo?
Es distinto. Se tiene que visitar Arco con la conciencia de que esto no es un museo, pero no es ni mejor ni peor, es diferente. Un museo es una colecci¨®n permanente con un discurso muy diferente al de una feria. En Arco se pueden ver las tendencias que marca el mercado, que luego tienen tambi¨¦n una repercusi¨®n en las bienales y en los museos.
Ya que ha hablado de tendencias, ?por d¨®nde va el arte?
Por mi experiencia en Manifesta, se est¨¢ transformando. Esa transformaci¨®n no afecta solamente a nuevos medios, sino tambi¨¦n a nuevos conceptos. El arte se est¨¢ introduciendo en la vida cotidiana totalmente. Ya no se distingue lo que es una acci¨®n de una performance, o de lo que es una instalaci¨®n? todo es arte contempor¨¢neo. Es la manera de crear de un artista, su posici¨®n tambi¨¦n respecto a la realidad y respecto a la sociedad.
Como las obras de esos artistas que trabajan con cad¨¢veres o excrementos enlatados?
Por ejemplo. Como lo que hace Teresa Margolles, la artista mexicana que trabaja con el olor a cad¨¢ver, que es todav¨ªa m¨¢s sorprendente? Yo puedo decir, humildemente, porque no soy una comisaria de exposiciones, que desde mi experiencia te das cuenta de que eso va a incidir tambi¨¦n en el mercado de alguna manera, porque es una forma de crear a la que no estamos acostumbrados, y ¨¦ste es un trabajo que deben hacer las galer¨ªas -yo trabajo para ellas-, ver c¨®mo esto se canaliza.
Y ese coleccionista que algunos dicen que est¨¢ apareciendo en Espa?a, joven y con posibilidades econ¨®micas, ?qu¨¦ es lo que compra?
Los canales de informaci¨®n se han modificado radicalmente, y eso ya est¨¢ cambiando hasta las formas de venta. T¨² ya no eres el galerista que le va a contar al coleccionista lo que est¨¢ pasando en Hong Kong, porque ¨¦l ya lo sabe, y cuando elige, es una elecci¨®n desde el conocimiento. Antes era una elecci¨®n muy guiada por el galerista, la moda o lo que ve¨ªa, pero eso ha cambiado much¨ªsimo. Por eso compra lo que le gusta, porque el arte es una pasi¨®n. Compran ya por est¨¦tica, por lo que les gusta o porque tienen unos canales de informaci¨®n que les indican que ese arte les interesa, y no hace falta que sean artistas consagrados o que hayan visto sus obras en un museo.
Usted ha comentado que una de sus prioridades es abrir Arco al arte latinoamericano.
Es verdad que una de las v¨ªas de trabajo en las que queremos profundizar es Latinoam¨¦rica. Es obvio que Latinoam¨¦rica tiene una relaci¨®n ling¨¹¨ªstica y cultural con Espa?a y que esa relaci¨®n es mucho mejor que hace unos a?os. Tienen unos artistas impresionantes y buenas galer¨ªas y un gran coleccionismo; sin embargo, no tienen una feria como Arco.
Se van a Miami.
S¨ª. Pero aunque es verdad que Miami ha absorbido ese mercado americano, nosotros estamos en Europa, y eso es important¨ªsimo para Latinoam¨¦rica. Hablamos su misma lengua y podemos ser la puerta hacia Europa y Asia de toda esa zona. Competimos m¨¢s con Frieze de Londres que con Art Basel de Miami. Art Basel est¨¢ ah¨ª y absorbe el mercado latinoamericano, pero seguimos pensando que nosotros tenemos con Latinoam¨¦rica un camino por recorrer que est¨¢ totalmente abierto.
Ya piensa entonces en hacer p¨²blico lo que ser¨¢ su programa para sucesivas ediciones de Arco.
Quiero hacer primero Arco 2007 por varias razones. Siempre pongo la excusa de los nuevos pabellones, pero es algo fundamental. Ifema est¨¢ construyendo dos pabellones nuevos que est¨¢n asignados a Arco y se inaugurar¨¢n en 2008. No es que no quiera avanzar mi programa, simplemente lo estamos trabajando. La feria tiene que tener, incluso estructuralmente, una nueva posici¨®n tanto f¨ªsica como de secciones, de estructura propia, que le va a dar personalidad, y eso es lo que me guardo hasta tenerlo realmente bien armado, pero no por secretismo, sino porque soy muy realista. Yo no voy a hacer la revoluci¨®n en Arco, no soy nada revolucionaria. Soy corredora de marat¨®n, no de 100 metros lisos.
O sea, que hasta dentro de un a?o, de programa nada.
Tampoco es eso, pero nos hace falta a todos una transici¨®n, y esa transici¨®n es el 2007, que f¨ªsicamente, estructuralmente, est¨¢ en los mismos pabellones, con los mismos objetivos, pero que se va trabajando ya para 2008 con esa nueva estructura.
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