P¨¢nico y silencio
P¨¢nico. La remota posibilidad de que se pueda abrir un debate sobre la fiesta de los toros ha supuesto una conmoci¨®n en los medios protaurinos. Primero fue la informaci¨®n acerca de unas negociaciones (por ahora ni desmentidas ni confirmadas) entre el Ayuntamiento de Barcelona y el empresario Bala?¨¢, due?o de la Plaza Monumental de aquella ciudad, con el objetivo de comprar el Ayuntamiento la plaza e instalar all¨ª el mercado des Encants. Esto se lee directamente como una maniobra ideada por un edil barcelon¨¦s de ERC al que los medios protaurinos definen como fan¨¢tico antitaurino y que en la pr¨¢ctica supondr¨ªa el fin de la fiesta en la ciudad condal. D¨ªas despu¨¦s, unas declaraciones de la ministra de Medio Ambiente sobre la conveniencia de ir pensando en aliviar la crueldad (sic) de la fiesta llevan la discusi¨®n a los pasillos del Congreso de los Diputados. Mientras los ecologistas saludan las declaraciones de la ministra como una puerta abierta a la esperanza, el Gobierno, el PSOE e IU despejan de inmediato la posibilidad de que el debate se abra: no est¨¢ en la agenda, es una exageraci¨®n, dicen. El asunto provoca el p¨¢nico de lo antipopular.
Tiene miedo a un debate el que, por falta de argumentos, o por la conciencia de la debilidad de los que tiene, debe evitarlo a toda costa y, adem¨¢s, proteger su debilidad con grandes palabras. Ya ver¨¢n c¨®mo la discusi¨®n deriva en poco tiempo al terreno de la identidad nacional para as¨ª ponerlo a salvo de otro tipo de consideraciones. En Andaluc¨ªa tenemos ya mucho camino andado gracias al proselitismo protaurino en que est¨¢ empe?ado Canal Sur: aqu¨ª, la fiesta de los toros forma parte del buen rollito. Y al que no le guste, ya sabe.
Silencio. Este peri¨®dico dio el jueves pasado una informaci¨®n sobre el Consejo Audiovisual Andaluz que es la primera que recibimos acerca de este organismo en much¨ªsimo tiempo. El consejero de Presidencia, Zarr¨ªas, dice que ha tenido que retocar el reglamento del Consejo en lo tocante a dietas, cesant¨ªas y deber de presencia en el trabajo. Y el Consejo "expresa la indignaci¨®n institucional y personal" correspondiente y exige que sea Chaves quien haga una rectificaci¨®n p¨²blica para restituir "el prestigio de la instituci¨®n y cada uno de sus miembros". Puede ser un malentendido, o una simple escaramuza de r¨¦gimen interno. Lo que llama la atenci¨®n del asunto es que sea esto lo ¨²nico que sabemos de un organismo como el Consejo Audiovisual cuya ley de creaci¨®n se public¨® en el BOE en enero de 2005 y que en su p¨¢gina web (alojada en la de la Junta en "Otras instituciones") s¨®lo informe, adem¨¢s de asuntos burocr¨¢ticos y declaraciones de principios, de cuatro dict¨¢menes: dos sobre la programaci¨®n de Canal Sur, otro sobre una emisora de La L¨ªnea de la Concepci¨®n (cuyo texto falta, por cierto) y otro sobre unas cu?as radiof¨®nicas a prop¨®sito de los estatutos catal¨¢n y vasco.
Puede que el trabajo del Consejo Audiovisual requiera prudencia y discreci¨®n (es s¨®lo una hip¨®tesis), pero eso no debiera impedir que, dada la situaci¨®n de la radiotelevisi¨®n p¨²blica andaluza, alguna vez dijera algo sobre algo. Y que se supiera.
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