"En vez de c¨¦lulas madre, en el futuro quiz¨¢ s¨®lo se usen factores de crecimiento"
Hasta cerca de 1980 el mon¨®xido de nitr¨®geno u ¨®xido n¨ªtrico (NO) era m¨¢s conocido como gas t¨®xico procedente de los autom¨®viles o del humo del tabaco que por sus caracter¨ªsticas fisiol¨®gicas. Su identificaci¨®n como mol¨¦cula se?alizadora en el sistema cardiovascular les vali¨® el Premio Nobel de Medicina y Fisiolog¨ªa de 1998 a tres farmac¨®logos estadounidenses, Ferid Murad, Robert Furchgott y Louis Ignarro. Gracias a los avances en esta ¨¢rea, hoy se pueden tratar enfermedades tan diferentes como la angina de pecho y la disfunci¨®n er¨¦ctil, o conocer mejor otras dolencias como el asma, el Alzheimer o el c¨¢ncer. Murad, que viaj¨® recientemente a Madrid para participar en una jornada cient¨ªfica organizada por la Fundaci¨®n Fern¨¢ndez-Cruz, explic¨® que el NO puede desempe?ar una funci¨®n determinante en el desarrollo de c¨¦lulas madre.
"Los cient¨ªficos somos pacientes con nuestras investigaciones, pero debemos ser conscientes de que algunas veces se tiene ¨¦xito y otras no"
"En un futuro se conocer¨¢ el mecanismo de acci¨®n de los factores que, como el ¨®xido n¨ªtrico, regulan el crecimiento de la c¨¦lula"
"Estoy muy satisfecho de mis investigaciones m¨¦dicas, pero una de las cosas que m¨¢s me enorgullecen es crear equipos de investigaci¨®n"
"El trasplante de c¨¦lulas madre ya es una realidad. Se realiza trasplante aut¨®logo de m¨¦dula ¨®sea en pacientes que sufren enfermedades hematol¨®gicas severas, en los que han recibido un tratamiento de quimioterapia muy agresivo, o se inyectan c¨¦lulas madre musculares en el coraz¨®n cuando se sufre un infarto. Pero en un futuro se conocer¨¢ el mecanismo de acci¨®n de los factores que, como el ¨®xido n¨ªtrico, regulan el crecimiento de la c¨¦lula. Cuando esto suceda, quiz¨¢s, el tratamiento ya no sea el trasplante de c¨¦lulas madre, sino s¨®lo la administraci¨®n de los factores capaces de inducir la expresi¨®n gen¨¦tica de las c¨¦lulas en los tejidos", vaticina el cient¨ªfico, que a sus 70 a?os mantiene una gran actividad investigadora. Sus trabajos m¨¢s punteros se centran ahora en la b¨²squeda de f¨¢rmacos en esta ¨¢rea, as¨ª como en el tratamiento de la diarrea, ya que el NO media en todas las manifestaciones de este trastorno.
Murad cuenta con un prol¨ªfico y brillante bagaje profesional, en el que figura su trabajo en otras universidades como la de Standford; el paso por la industria, donde el equipo que dirig¨ªa desarroll¨® m¨¢s de 20 compuestos farmacol¨®gicos, entre ellos la viagra; o la creaci¨®n de su propia empresa dedicada a investigar f¨¢rmacos para la enfermedad de Alzheimer. Fue galardonado con los premios Ciba y Albert Lasker por su trabajo en hipertensi¨®n y ¨®xido n¨ªtrico y de desarrollo de investigaci¨®n m¨¦dica b¨¢sica con este mediador, respectivamente. Hace nueve a?os regres¨® a la Universidad de Texas, en la que dirige el Instituto de Medicina Molecular.
En su ponencia, que fue publicada en la revista New England Journal of Medicine del 9 de noviembre pasado, Murat hizo una revisi¨®n de sus investigaciones en este gas, que es uno de los mediadores fisiol¨®gicos m¨¢s importantes y describe la actividad de la s¨ªntesis del gen GMP, factor determinante para que el vaso sangu¨ªneo se dilate.
"Los cient¨ªficos somos pacientes con nuestras investigaciones, pero tambi¨¦n debemos ser conscientes de que algunas veces se tiene ¨¦xito y otras no. Yo estoy muy satisfecho de mis investigaciones cl¨ªnicas y farmacol¨®gicas, pero una de las cosas que m¨¢s me enorgullecen es crear equipos de investigaci¨®n", explica.
En 1970 acab¨® sus estudios y se traslad¨® a la Universidad de Virginia, donde permaneci¨® 11 a?os como profesor y director del Centro de Investigaci¨®n Cl¨ªnica. Fue en esta universidad donde analiz¨® el mecanismo de acci¨®n de la nitroglicerina y de otros f¨¢rmacos cardiovasculares que liberan NO y aumentan la s¨ªntesis del gen GMP c¨ªclico, lo que le condujo al descubrimiento del mecanismo de acci¨®n del NO y motivo por el cual fue galardonado con el Nobel.
El NO es un neurotransmisor y un mediador que se encuentra en todas las c¨¦lulas del cuerpo y en los vasos sangu¨ªneos, pero para que se active tiene que sufrir un proceso enzim¨¢tico. Murad y su equipo partieron de la base de que de un sustrato como es un amino¨¢cido, determinadas enzimas, denominadas sintetasas, producen la liberaci¨®n del NO. Una vez identificado el NO comprobaron que las acciones de este gas se generan como consecuencia de que el NO incita el siguiente paso, que es la inducci¨®n del gen GMP c¨ªclico, el mediador com¨²n, el gran lector, la llave determinante que hace que se relajen suavemente las paredes de los vasos, tenga efecto anticanceroso, modulador o transmisor.
Murad explica que el NO se genera por la activaci¨®n de tres enzimas, la NOS-1, NOS-2 y la NOS-3, y que la importancia estriba en que, dependiendo del tejido donde se genere y la enzima que lo sintetice, desempe?a una funci¨®n diferente: vasodilataci¨®n, modulaci¨®n o transmisi¨®n. As¨ª, la enzima NOS-1 afecta a la memoria y a la enfermedad cerebrovascular. En el caso de la memoria, act¨²a sobre las c¨¦lulas neuronales aumentando su actividad metab¨®lica y regenerando lo que se haya destruido. En la enfermedad cerebrovascular, como es el caso del ictus, vasodilata e impide la trombosis. El NO modula el sistema inmunol¨®gico y su falta puede causar inmunodeficiencia. En el asma se utiliza como prueba en los pacientes que sufren broncoconstricci¨®n para monitorizar el efecto beneficioso de los tratamientos broncodilatadores. "Tambi¨¦n est¨¢ relacionado con los mecanismos que favorecen la divisi¨®n celular y la formaci¨®n de nuevos vasos sangu¨ªneos", a?ade.
Sin embargo, Murad subraya que la administraci¨®n de NO debe hacerse con cautela ya que, "como ocurre con cualquier sustancia que tenga efectos biol¨®gicos, se puede producir un efecto campana en el cual peque?as dosis generan un beneficio progresivo pero hay un momento en el que se produce el efecto contrario. Es como una especie de termostato, de tal forma que si se sobrepasan unos valores, es perjudicial para la salud", sostiene.
El Nobel de Medicina de 1998 suscit¨® mucha pol¨¦mica en la comunidad cient¨ªfica porque algunos expertos consideraban que se le deber¨ªa haber otorgado a Salvador Moncada, cient¨ªfico hondure?o afincado en Londres y uno de los mayores investigadores en este campo. Murat cree que, quiz¨¢s, una de las razones por la que se lo entregaron a ¨¦l fue porque "uno de los objetivos fundamentales de la Fundaci¨®n Nobel es premiar a los primeros cient¨ªficos que inician el camino de esa rama o investigaci¨®n y tambi¨¦n porque, seg¨²n sus normas, tampoco puede premiar a m¨¢s de tres investigadores a la vez en cada disciplina".
Murad public¨® en 1977 el primer estudio de investigaci¨®n sobre los efectos biol¨®gicos del NO de la literatura cient¨ªfica. Tres d¨¦cadas despu¨¦s hay 77.000 publicaciones sobre este mediador, convirti¨¦ndose as¨ª en uno de los campos m¨¢s investigados de la biolog¨ªa.
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