Un hombre optimista
El m¨¦dico madrile?o admira los logros de la sociedad cubana
Jos¨¦ Luis Garc¨ªa Sabrido, nacido en Madrid en 1945, pas¨® su infancia y adolescencia en Talavera de la Reina (Toledo). Regres¨® a la capital de Espa?a para estudiar Medicina en la Universidad Complutense. Tras hacer estancias en Londres, hizo su tesis doctoral y prosigui¨® su formaci¨®n en Montreal (Canad¨¢). En 1990 fue pionero en la unidad de trasplantes del hospital Gregorio Mara?¨®n. Hace dos o tres a?os, estuvo con el profesor Tanaka en Tokio y en Se¨²l para perfeccionar y desarrollar las t¨¦cnicas de donante vivo hep¨¢tico. Posteriormente se ha especializado en el tratamiento quir¨²rgico y radioterap¨¦utico de dolencias oncol¨®gicas.
Casado y padre de dos varones y una adolescente de 14 a?os, siempre habla en plural. Como si ¨¦l no fuera nadie si no es formando parte de un equipo. "Hace varios a?os, hicimos unos amigos comunes con un grupo de m¨¦dicos cubanos y desde entonces mantenemos una relaci¨®n muy interesante. El bailar¨ªn Antonio Gades, mi gran amigo, hizo que estos lazos se estrecharan", explica cuando se le pregunta de d¨®nde le viene esa afinidad hacia Cuba. Y asegura que hasta ahora no hab¨ªa tenido la oportunidad de conocer al "presidente Fidel Castro", aunque hab¨ªa tratado m¨¦dicamente a otros dirigentes cuya identidad se niega a revelar ampar¨¢ndose en el secreto profesional.
?C¨®mo se fragu¨® su visita al comandante Fidel Castro? "Aprovechando la estancia de unos m¨¦dicos cubanos en Madrid, ¨¦stos me sugirieron la posibilidad de que yo pudiera ir a La Habana y dar mi opini¨®n sobre el tratamiento que se le estaba dando al presidente. Vol¨¦ a La Habana el pasado d¨ªa 21 y estuve alrededor de una hora y pico con el presidente. S¨®lo estuve en Cuba 24 horas y despu¨¦s regres¨¦ a Madrid", explica el doctor madrile?o. ?ste, sin embargo, reh¨²sa dar m¨¢s explicaciones sobre d¨®nde y c¨®mo fue la exploraci¨®n a tan destacado paciente.
"Las autoridades madrile?as no pusieron ninguna pega a mi viaje. Como todo funcionario, estoy obligado a comunicar mi ausencia", explica el cirujano.
Preservando al m¨¢ximo la confidencialidad, el doctor Garc¨ªa Sabrido asegura que "Castro no tiene ning¨²n tumor maligno" y que, "si su recuperaci¨®n es absoluta", podr¨ªa volver a tomar las riendas del poder, que actualmente ha delegado en su hermano Ra¨²l. Seg¨²n el m¨¦dico madrile?o, la exploraci¨®n a que ¨¦l someti¨® al jefe del Estado cubano "no revela la necesidad de una nueva intervenci¨®n quir¨²rgica".
?Tiene usted simpat¨ªa o afinidad hacia el r¨¦gimen castrista?, se le pregunta al jefe de Cirug¨ªa General del hospital Gregorio Mara?¨®n. Y responde: "Mi conocimiento de Cuba me lleva a la admiraci¨®n de muchos logros de la sociedad cubana, pero me reservo mi opini¨®n sobre otro tipo de cuestiones pol¨ªticas".
Garc¨ªa Sabrido se muestra en todo momento muy optimista sobre la evoluci¨®n cl¨ªnica de Castro. Quiz¨¢ esta actitud tenga relaci¨®n con su personalidad y su car¨¢cter: "Soy un hombre constante, duro, austero, del signo Tauro... y muy optimista", dice. Al margen de su profesi¨®n, es un destacado corredor de marat¨®n -"he corrido 35 maratones", confiesa con orgullo-, aficionado al buceo y a la equitaci¨®n, deporte ¨¦ste al que le ha inducido su hija Cloe.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.