La explosi¨®n de un oleoducto saqueado en Nigeria causa cientos de muertos
El accidente se produjo en una populosa barriada de Lagos, capital econ¨®mica del pa¨ªs
M¨¢s de 200 personas murieron calcinadas ayer en Lagos, capital econ¨®mica de Nigeria, como consecuencia del incendio registrado en un oleoducto saqueado. Fuentes de la Cruz Roja nigeriana aseguran que las v¨ªctimas podr¨ªan ascender a m¨¢s de 500. La explosi¨®n se produjo en el barrio de Abule Egba, a las afueras de la citada ciudad, cuando saqueadores armados agujerearon el conducto. Testigos presenciales declararon que vieron una gigantesca bola de fuego en el lugar de la explosi¨®n. Los oleoductos nigerianos son frecuentemente perforados por delincuentes para robar combustible.
Cientos de residentes del citado barrio de Lagos, ciudad que actualmente padece escasez de carburante, se hallaban en el oleoducto recogiendo todo el combustible que pod¨ªan en recipientes de pl¨¢stico, despu¨¦s de que los saqueadores hubieran agujereado durante la noche la conducci¨®n para llevarse el combustible en camiones cisterna, seg¨²n fuentes locales. "Reventaron el oleoducto, llenaron sus cisternas y huyeron", indic¨® Joe Okah, testigo presencial, quien asegur¨® que fue en ese momento cuando afluy¨® mucha gente de la zona y se produjo la explosi¨®n.
Un periodista de France Presse aseguraba desde el lugar de los hechos que numerosos cuerpos se pod¨ªan ver a trav¨¦s del humo mientras los bomberos trataban de luchar contra el fuego. Algunos testigos hablaban de 200 cuerpos, pero un profesional de la industria petrolera indicaba a la citada agencia que no hab¨ªa que descartar que se hayan producido cientos de muertos.
El secretario general de la Cruz Roja nigeriana, Abiodun Orebiyi, asegur¨® que no hab¨ªa cifras oficiales de v¨ªctimas, pero que podr¨ªan haber muerto entre 200 y 500 personas, y a?adi¨® que 60 hab¨ªan sido ingresadas en el hospital con graves quemaduras. Orebiyi dijo que vio restos de cientos de cuerpos, la mayor parte abrasados hasta el punto de ser irreconocibles, ropas y piel calcinadas. Algunos cuerpos yac¨ªan r¨ªgidos en el suelo, con los brazos y piernas levantados como si todav¨ªa tratasen de escapar del horror.
La explosi¨®n destruy¨® tambi¨¦n veh¨ªculos, casas, una mezquita y una iglesia. De los heridos no se sabe con precisi¨®n el n¨²mero, salvo los ingresados graves en el hospital. Muchos de ellos se han escondido para evitar ser detenidos por robar combustible y otros no acudieron al hospital por carecer de dinero para pagar el tratamiento.
Un grupo de mujeres lloraban sentadas en un banco. "Un amigo llam¨® a nuestra puerta y dijo a mi marido que estaban cogiendo combustible. Mi marido corri¨® con dos cubos en la mano, y ya no ha vuelto. ?sta es una maldici¨®n de Dios", se lamentaba una de ellas. La polic¨ªa nigeriana form¨® un cord¨®n de seguridad alrededor de la zona de la explosi¨®n mientras que las televisiones difund¨ªan mensajes para que la gente evacuase las proximidades del lugar del accidente, que se produjo en las primeras horas de la ma?ana de ayer. "El saqueo de un oleoducto entra?a incendio", coment¨® una fuente policial.
Este tipo de vandalismo es frecuente en Nigeria, primer productor de petr¨®leo en el continente africano, con una media de 2,6 millones de barriles diarios. Hasta ahora ha conocido un total de 2.258 actos de este tipo en los ¨²ltimos cinco a?os, seg¨²n un informe de la Corporaci¨®n Petrolera Nacional Nigeriana, publicado el pasado mes de julio. Nigeria es pa¨ªs miembro de la Organizaci¨®n de Pa¨ªses Exportadores de Petr¨®leo (OPEP) y quinto productor mundial en 2005. Pero a pesar de ello, los nigerianos sufren con frecuencia escasez de combustible debido a problemas de corrupci¨®n, mala administraci¨®n e infraestructuras deficientes.
Los delincuentes venden en el mercado negro el combustible que roban de los oleoductos que perforan. No obstante, no s¨®lo los delincuentes llevan a cabo esa pr¨¢ctica. Las instalaciones tambi¨¦n suelen ser saboteadas por grupos tribales que mantienen disputas con las multinacionales petroleras que operan en la regi¨®n.
Condolencias
El gobernador del Estado de Lagos, Bola Ahmed Tinubu, se traslad¨® ayer al lugar del accidente y prometi¨® una investigaci¨®n. La presidencia finlandesa de la UE present¨® sus condolencias al Gobierno y pueblo nigerianos y a las familias afectadas.
Desde 1998 se han producido accidentes mortales con cientos de muertos en los oleoductos nigerianos. El 19 de octubre de ese a?o murieron 1.000 personas al estallar una conducci¨®n en la localidad de Jesse, en el sureste del pa¨ªs. Otras 250 personas murieron el 10 de julio de 2000 en una explosi¨®n en la localidad de Adedje, al sur de Nigeria, tras ser perforado el oleoducto para robar. En 2003, 125 murieron en iguales circunstancias cerca de la localidad de Ovim, en el Estado de Abia (sureste de Nigeria).
Este a?o se produjeron otras dos importantes explosiones, una en mayo, en la que murieron 150 personas, en las afueras de Lagos, y otra en noviembre con un resultado de 20 muertos en el distrito de Mayo Belwa, norte del pa¨ªs.
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