El disputado voto del jubilado
Ruiz-Gallard¨®n, Aguirre y el socialista Sebasti¨¢n eligieron el mismo d¨ªa para dejarse fotografiar con mayores en la capital
Los mayores tuvieron su d¨ªa ayer. O al menos eso debieron de pensar los principales pol¨ªticos madrile?os: presidenta, alcalde de Madrid y candidato socialista a la alcald¨ªa se dejaron ver repartiendo abrazos, besos y cumplidos a los nacidos en las cuatro primeras d¨¦cadas del siglo XX.
Comenz¨® el tour Miguel Sebasti¨¢n. El socialista, el m¨¢s madrugador de los tres, llega a las 10.30 a la avenida de La Albufera, en Puente de Vallecas, donde le espera el resto de la comitiva. "Claro, como todav¨ªa no le conoce nadie, puede venir andando", comenta un transe¨²nte. El objetivo de la visita era denunciar las condiciones de los mayores que viven en pisos sin ascensor; aqu¨¦llos para los que salir a la calle supone cada d¨ªa una odisea.
Sebasti¨¢n asegura que, si gana, financiar¨¢ el 25% del coste de instalaci¨®n de ascensores en las casas
"Ustedes son los protagonistas", dice el alcalde a los mayores. Y Aguirre canta con ellos
Primera parada: casa de Manuel Mu?oz y Luc¨ªa Serra, de 71 a?os cada uno. Para llegar a su tercer piso tienen que subir 47 escalones muy empinados por una escalera estrech¨ªsima. Como ella ya no est¨¢ para muchos trotes, Manuel es el que debe subir la compra, "cargado como un borrico". "Llego haciendo etapas cada pocos escalones, como si fuera el Tour de Francia", comenta. Luc¨ªa no se lo toma con tanto humor y, con l¨¢grimas en los ojos, le pide a Sebasti¨¢n que haga algo por sus huesos y les ayude a que llegue el ansiado ascensor. "Algo haremos", dice el candidato, heroico.
Lo que har¨¢, si gana las elecciones, es lo siguiente: "Modificaremos la normativa para agilizar los tr¨¢mites de licencia, crearemos un servicio de asesor¨ªa para los que necesiten adecuar su vivienda". Y lo m¨¢s importante, el dinero: "Cuando sea alcalde, financiaremos hasta el 25% del coste de la instalaci¨®n del ascensor en edificios en los que viva gente mayor con problemas de movilidad; a eso se unir¨ªan las subvenciones de la Comunidad y empresas privadas". Poner el ascensor en la casa de Luc¨ªa y Manuel cuesta 180.000 euros, y en este barrio muchos jubilados viven con pensiones de menos de 600 euros. Sebasti¨¢n no especifica cu¨¢nto costar¨ªa la medida ni a qui¨¦n beneficiar¨ªa. "No podemos precisarlo porque el Ayuntamiento se ha despreocupado y no ha hecho un censo", se defiende.
Mientras va hacia otra vivienda, el socialista se cruza con mayores que, en contra de lo que dec¨ªa el transe¨²nte, s¨ª le reconocen. "A ver si te eligen, San Sebasti¨¢n", le dice uno. "Sebasti¨¢n sin San. Que todav¨ªa no me han hecho santo", responde ya m¨¢s suelto, m¨¢s acostumbrado a besar a las se?oras que se lo piden.
El segundo en salir a la palestra es el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallard¨®n. Llega con puntualidad suiza al centro de mayores P¨ªo Baroja, en Retiro, arropado por decenas de personas que no paran de darle la mano y felicitarle las navidades. Exultante, no deja de sonre¨ªr, de dar abrazos y de firmar aut¨®grafos en fotograf¨ªas, como los jugadores de f¨²tbol m¨¢s conocidos.
Ruiz-Gallard¨®n se queda sorprendido por el nuevo espacio, rehabilitado por su gobierno. Es un edificio de cuatro plantas con 1.239 metros cuadrados. La reforma de lo que antes fue el piso piloto de una urbanizaci¨®n ha costado 1,9 millones. Atender¨¢ a unos 4.300 socios.
El regidor despliega la cortinilla de la placa de inauguraci¨®n rodeado de eventuales votantes. "No se preocupe, yo le firmo la foto. Ahora, eso de 'Para Elisa' puede sonar a Beethoven", bromea el alcalde con una jubilada. Se interesa por los vestuarios del gimnasio, por la peluquer¨ªa y por el sol¨¢rium. Despu¨¦s, ante unos 250 socios, pronuncia unas palabras que no paran de recibir aclamaciones: "Este edificio no es m¨¢s que un espacio para que ocurran cosas. Lo importante es lo que va a ocurrir y las actividades que se van a hacer aqu¨ª. Ustedes son los protagonistas". Y tira de cifras para vender su gesti¨®n para los mayores: "En 2003 se destinaba a los mayores 61 millones. Este a?o son 197 millones. Invertimos una media de 332 euros al a?o por cada mayor". Aplauso cerrado de la afici¨®n.
"Alberto, tienes que salir de nuevo. Te necesitamos", le espeta una mujer, ante la sonrisa del alcalde. "Voy a hacer todo lo posible, desde luego", contesta. La se?ora se despide con un "gracias por venir a vernos".
El c¨®ctel no es menos animado. Hasta el concejal de Hacienda, Juan Bravo, tiene que hacer de improvisado fot¨®grafo para una mujer que quiere tener un recuerdo con Ruiz-Gallard¨®n.
La tercera en el d¨ªa de los mayores, Esperanza Aguirre, que llega al centro de mayores del n¨²mero 13 de la calle de Sagasta vestida para conquistar. La presidenta entra bromeando con los periodistas sobre Fidel Castro y sale entre compases del Adi¨®s con el coraz¨®n. Una cohorte de jubilados agasaja a Aguirre hasta subir al piso de arriba, donde se celebra el acto. Entre besos, abrazos, sonrisas y alguna que otra dedicatoria de su biograf¨ªa autorizada, la presidenta va despoj¨¢ndose de su atuendo. "He dejado por ah¨ª la chaqueta, la bufanda y las gafas", dice de soslayo a uno de sus colaboradores.
Todo est¨¢ medido, hasta el homenaje a Esperanza Dom¨ªnguez, una mujer de 92 a?os, socia del centro desde 1985. "Qu¨¦ orgullo de que est¨¦s aqu¨ª", le dice la se?ora mientras Aguirre le ofrece un ramo de flores. Entre palabras de elogio hacia los jubilados y repaso a las pol¨ªticas regionales de asistencia, Aguirre va solventando su intervenci¨®n. Y llega el momento de las actuaciones.
Un grupo de chulapas y chulapos pone el punto final al evento mientras los improvisados artistas suben uno tras otro al escenario para hacerse una foto de familia con Aguirre. Del Hacia Bel¨¦n va una burra se pasa al Ande, ande, ande, y el arranque final lo da el Adi¨®s con el coraz¨®n, que la concurrencia y la presidenta cantan en la despedida. Broche de oro para un d¨ªa intenso.
Informaci¨®n elaborada por Luis Doncel, F. Javier Barroso y Jaime G. Trece?o.
![Aguirre, rodeada de chulapas y de periodistas, en el centro de mayores de la calle de Sagasta.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/VLX3NVHD6MPQVLSMKU32W63FX4.jpg?auth=ecfdb3ff5403aa4ce254b7101ebbcccc73d21450ad4a37aa8ae5d29af8c76715&width=414)
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