Inmigrantes en regla

El a?o que termina ha sido el m¨¢s dif¨ªcil para Espa?a en lo que respecta a la inmigraci¨®n. Canarias ha recibido en estos ¨²ltimos 12 meses m¨¢s de 31.000 irregulares, casi los mismos que en los cuatro a?os anteriores, y se teme que unos 6.000 hayan podido morir durante su traves¨ªa atl¨¢ntica desde el ?frica subsahariana. El problema trasciende del ¨¢mbito espa?ol. A petici¨®n del Gobierno de Zapatero, la Uni¨®n Europea ha abordado por primera vez el asunto con algo m¨¢s de seriedad, a ra¨ªz de la masiva llegada de cayucos a la costa canaria este verano, y parece inclinada a dar los pasos necesarios para emprender una pol¨ªtica de migraci¨®n com¨²n, que refuerce con m¨¢s medios la agencia de fronteras europea e incluya acciones solidarias de calado con ?frica.

El Gobierno espa?ol, que ha recibido un tir¨®n de orejas de sus socios comunitarios por no haber coordinado el ¨²ltimo proceso de regulaci¨®n de ilegales a comienzos de la presente legislatura, pretende seguir combinando la repatriaci¨®n de sin papeles mediante acuerdos con los pa¨ªses de origen -con un coste de 80 millones de euros entre 2004 y 2007- junto con el ordenamiento de extranjeros autorizados a entrar en Espa?a. Resulta ¨²til que el Ejecutivo socialista se haya decidido a comunicar por primera vez los datos de contrataciones en origen. No estar¨ªa de m¨¢s, por otro lado, que difundiera tambi¨¦n con detalle los relativos a repatriaciones. En 2007, la cifra real de no comunitarios que llegar¨¢n hasta aqu¨ª con contrato ser¨¢ de 180.000 trabajadores, aunque es probable que se ampl¨ªe hasta 200.000 dependiendo de la demanda. En los nueve primeros meses de este a?o se incorporaron 150.000 extranjeros al mercado laboral espa?ol en los sectores de la construcci¨®n, hosteler¨ªa, servicios y metal¨²rgico.

De todo ello se deduce que el mercado laboral contin¨²a demandando mano de obra extranjera, incluso comparativamente en mayor proporci¨®n que los pa¨ªses de nuestro entorno. Patronales y sindicatos coinciden en se?alar que a¨²n no se ha tocado techo. Esto deber¨ªa ser motivo de satisfacci¨®n siempre que el flujo se haga de manera ordenada. Se ve a veces la inmigraci¨®n como fuente de conflictos, pero alegremente se olvida que la llegada de inmigrantes ha dinamizado la econom¨ªa espa?ola hasta el punto de haber significado la mitad del crecimiento del PIB desde 2001.