Una cooperativa gestionar¨¢ 40 pisos a medio camino entre el alquiler y la cesi¨®n
Los ocupantes de las viviendas pagar¨¢n un dep¨®sito y una renta de unos 300 euros
El sistema cooperativista escandinavo llega a Catalu?a. Cerdanyola albergar¨¢ las primeras 40 viviendas en las que sus ocupantes residir¨¢n en r¨¦gimen de cesi¨®n de uso. El modelo, promovido por la asociaci¨®n Sostre C¨ªvic, est¨¢ a medio camino entre la propiedad y el alquiler. La cooperativa ser¨¢ siempre la titular del inmueble, pero sus habitantes podr¨¢n disponer de su piso de forma indefinida a cambio de abonar un dep¨®sito y un alquiler mensual asequible. Ya hay una lista de 224 personas interesadas en estos pisos.
Esta nueva promoci¨®n de viviendas ser¨¢ posible porque el proyecto de Ley del Derecho a la Vivienda, aprobado este mes por el Gobierno catal¨¢n, reconoce las "cooperativas de cesi¨®n de derecho de uso". Esta figura procede de Dinamarca, donde recibe el nombre de andel. El jurista Ra¨¹l Turmo, autor del informe Andel: el modelo escandinavo de acceso a la vivienda, publicado por la Fundaci¨®n Bofill, explica que en Copenhague "entre el 20% y el 30% de estas viviendas" est¨¢n sujetas a estas cooperativas. El informe de Turmo indica que el 80% de los 190.000 pisos gestionados por andel que hay en Dinamarca se ha creado desde 1976, cuando la ley fij¨® que todos los pisos de alquiler que se quisieran vender ten¨ªan que ofrecerse primero a los vecinos para posibilitar la creaci¨®n de una cooperativa. El buen funcionamiento de este modelo implic¨® que el resto de pa¨ªses escandinavos y otros como Canad¨¢ introdujeran tambi¨¦n esta figura en su legislaci¨®n.
La encargada de promover el modelo en Catalu?a ha sido la asociaci¨®n Sostre C¨ªvic, integrada sobre todo por ingenieros, juristas, arquitectos, economistas y urbanistas. En los ¨²ltimos dos a?os la entidad ha tratado de buscar suelos y financiaci¨®n para poner en marcha los primeros proyectos. Ya tiene el primero, que estar¨¢ en el nuevo desarrollo urban¨ªstico de Cerdanyola del Vall¨¨s conocido como Centro Direccional, donde la Generalitat les ha cedido un solar para levantar un bloque de 40 viviendas. "Estas cooperativas consideran la vivienda como un bien de uso y no de especulaci¨®n o inversi¨®n. Y los pisos se promueven con la participaci¨®n del usuario, con un dise?o m¨¢s pr¨®ximo", explica Ra¨¹l Robert, miembro de la entidad.
Entre 6.000 y 12.000 euros
La asociaci¨®n, que ya ha realizado un estudio econ¨®mico del proyecto, calcula que los ocupantes de cada piso pagar¨¢n un dep¨®sito de entre 6.000 y 12.000 euros y un alquiler "asequible" de entre 300 y 400 euros mensuales, que en realidad servir¨¢n tambi¨¦n para sufragar el funcionamiento de la cooperativa. A diferencia del alquiler tradicional, ¨¦ste es indefinido y se puede transmitir por herencia. Adem¨¢s, si el morador de la vivienda decide mudarse de casa, se le devolver¨¢ el dep¨®sito y los alquileres ir¨¢n bajando a medida que se amortice el pago de la hipoteca por el inmueble. Para financiar la promoci¨®n y construcci¨®n del edificio, la entidad ha mantenido contactos con varias cajas de ahorros, adem¨¢s de la Banca ?tica.
Las obras de esta promoci¨®n arrancar¨¢n en 2007, por lo que el objetivo de Sostre C¨ªvic es ahora buscar otros proyectos para que el modelo pueda despegar en Catalu?a. El objetivo es llegar a Barcelona, aunque Robert reconoce que el Ayuntamiento no tiene ya grandes proyectos urban¨ªsticos pendientes de redactar. "Estamos abiertos a cualquier posibilidad, ya sean edificios que requieran de una rehabilitaci¨®n, o antiguas naves industriales a transformar. Y a f¨®rmulas diversas, desde la cesi¨®n de suelos hasta los derechos de superficie", a?ade.
Los miembros de la entidad tambi¨¦n querr¨ªan que otras cooperativas, cajas de ahorros y fundaciones adoptaran esta f¨®rmula. Pero la tradici¨®n catalana, que hasta ahora ha dado prioridad a la propiedad sobre el alquiler, complica este fin. "Depender¨¢ de c¨®mo funcionen nuestros primeros proyectos".
Hasta ahora, en Espa?a ha tenido prioridad la promoci¨®n y venta de casas, pero no la gesti¨®n de pisos", se?ala Robert. De momento, el Departamento de Medio Ambiente y Vivienda de la Generalitat ha mostrado inter¨¦s por el proyecto, puesto que entronca con su objetivo de crear un parque estable de viviendas asequibles, de entre el 15% y el 20% del total en Catalu?a. Turmo a?ade que tambi¨¦n permitir¨ªa diversificar la oferta de pisos. "En Copenhague, entre el 20% y el 30% est¨¢n gestionados por andel y el 20% son de alquileres subvencionados. La otra mitad es del mercado libre y combina la propiedad con el arrendamiento. As¨ª que una subida brusca de los precios no tiene tanta incidencia como la que ha experimentado Barcelona en los ¨²ltimos a?os", sostiene.
Sostre C¨ªvic tambi¨¦n quiere introducir en las viviendas gestionadas por estas cooperativas criterios novedosos para que usen la energ¨ªa de forma m¨¢s eficiente. "Nos abre otros potenciales, como buscar nuevos modos de relaci¨®n social entre los vecinos o abrir algunas partes del inmueble para que se conviertan en espacios comunes para el barrio", afirma Robert.
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