Betty la Fea
Hace un a?o el Consell de la Generalitat adjudicaba 42 licencias de Televis¨®n Digital Terrestre (TDT) y dos auton¨®micas de las mismas caracter¨ªsticas en el marco territorial de la Comunidad Valenciana. Aquello parec¨ªa que iba a ser el gran jubileo televisivo y m¨¢s de uno/a se las promet¨ªa Berlusconi. Un a?o m¨¢s tarde el balance econ¨®mico de aquellas concesiones es desastroso y de lo que se habla entre los neotelespectadores es de la primera retransmisi¨®n por m¨®vil, Internet y ADSL del concierto de Amaral.
La TDT es, efectivamente, el futuro de la televisi¨®n por cuestiones de calidad, costes y variables televisivas que permite esta tecnolog¨ªa. Pero lo mismo parec¨ªa que iba a ser el cable y el rosario de empresas en p¨¦rdidas por la aventura cableadora es infinito, algunas de ellas valencianas. La TDT es el futuro y mucho m¨¢s la TDT local, pero visto lo visto los que est¨¢n en el negocio no han descubierto la piedra filosofal.
Mientras las concesionarias se miran el ombligo, Vodafone y Sogecable anuncian diez canales de televisi¨®n por m¨®vil y Emilio Arag¨®n, presidente de la Sexta, anuncia que cuando est¨¦n en marcha todas las TDT, el cable, el sat¨¦lite y el videoportero, habr¨¢ bofetadas por un espectador. A ver qui¨¦n es el guapo que se gasta un euro en publicidad sin saber qui¨¦n ve el anuncio. Y ah¨ª es d¨®nde est¨¢ el problema. No en el gastado y t¨®pico debate pol¨ªtico del control de la televisi¨®n. ?De que le sirve a un pol¨ªtico tener una TDT local si no la ve nadie? El debate es la rentabilidad que justifica mantener el negocio. Esto es, los impactos comercialmente v¨¢lidos. Y por los datos que existen todos caben en un 600.
Dejando fuera la batalla administrativa y pol¨ªtica sobre las adjudicaciones, los partner tecnol¨®gicos en el desarrollo de la TDT local y auton¨®mica (que de infidelidades t¨¦cnicas habr¨¢ que hablar alg¨²n d¨ªa), la compraventa de frecuencias bajo mano o el desinter¨¦s municipal por meterse en camisa de once varas, el grave problema es para qu¨¦ van a servir esas 42 TDT y los suced¨¢neos consiguientes.
Obviamente todos se las promet¨ªan muy felices con esas frases redundantes de la proximidad, programaci¨®n local y servicios para los ciudadanos. Pero luego resulta que cuando un comercio mira los datos se da cuenta que esas televisiones locales no alcanzan la m¨ªnima rentabilidad en impactos. Ni siquiera hay un planteamiento empresarial para aprovechar el 20 por ciento de la frecuencia de emisi¨®n que queda liberada para ofrecer datos. ?Con la guerra que hay por los costes de la banda ancha en Internet! Pero las expectativas son tan grandes como la torpeza por aprovecharlas.
?Quiere decir esto que no tiene futuro la televisi¨®n local vaya por TDT, m¨®vil o Internet? Al contrario. A la vista de la concurrencia de frecuencias en el televisor de una casa o en la habitaci¨®n de cada miembro de la familia la clave est¨¢ en poder diferenciar. Y la televisi¨®n local es diferencia y proximidad. Pero las TDT locales quieren ser como una CNN de proximidad y las TDT locales municipales como los documentales de la 2.
La televisi¨®n local en cualquier formato deber¨¢ buscar su personalidad, que a estas alturas no es, ni mucho menos, la retransmisi¨®n del pasacalle o de un pleno municipal. Los espectadores de esa programaci¨®n no tienen calificaci¨®n como consumidores y no le interesan a la publicidad ?C¨®mo vivir¨¢ esa televisi¨®n local? ?De ense?ar el traje dominguero del alcalde? A eso se dedican, a base de explotar a unos o a los de enfrente. Y vuelvo a preguntar: ?Qu¨¦ inter¨¦s pueden tener los pol¨ªticos por salir en unas televisiones que no ven sus vecinos? S¨®lo el llamado S¨ªndrome de la Madrastra: verse guapos en el espejo.
Los blogs encontraron su sitio en Internet cuando en la red exist¨ªa el mismo fen¨®meno de sobresaturaci¨®n que se va a dar en la televisi¨®n. Y lo de You Tube son las fotos familiares de los diarios pero en una pantalla. Historias personales en el mundo global. Pero yo no me dejo Betty la Fea por esta oferta de programaci¨®n de proximidad. Le queda pues a estas TDT un largo debate profesional y empresarial para encontrar su programaci¨®n y mantener con inter¨¦s la atenci¨®n de los segmentos de espectadores que resulten interesantes para levantar el negocio. O eso o buscar un pagano que corra con las facturas, que todo puede ser ¨²til en esta vida.
www.jesusmontesinos.es
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