El primer ministro de Somalia decreta tres meses de ley marcial
Las tropas et¨ªopes se quedar¨¢n en Mogadiscio todo el tiempo que sea necesario
El primer ministro del Gobierno provisional de Somalia, Al¨ª Gedi, entr¨® ayer en Mogadiscio protegido por un convoy militar et¨ªope de 22 veh¨ªculos, muchos de ellos artillados. La gente se aline¨® en la calle para verlo pasar. Gedi, que ha decretado la ley marcial durante tres meses, negocia con los jefes de los clanes de la capital (una cincuentena) las condiciones y la composici¨®n de la Administraci¨®n. ?stos quieren cambiar las armas por puestos en el Gobierno.
Mogadiscio est¨¢ inundada de armas ligeras. Antes de abandonar la capital, en la ma?ana del jueves, los islamistas abrieron los arsenales y las repartieron a miles entre la poblaci¨®n. La prioridad del Gobierno provisional somal¨ª y del Ej¨¦rcito et¨ªope que lo apoya es recuperarlas lo antes posible. En ello les va su propia seguridad y la posibilidad de reconstruir un Estado. El primer ministro fue muy claro al respecto. "No podemos perder esta oportunidad", dijo, a su llegada al aeropuerto, protegido por carros de combate et¨ªopes. La ocasi¨®n de que habla Gedi es, seg¨²n explican fuentes humanitarias, que la gente de la capital se ha acostumbrado a la paz en los seis meses de Gobierno islamista y no quiere perderla.
No todo Mogadiscio recibi¨® con entusiasmo a los vencedores. En el sur hubo curiosidad por ver el despliegue militar de los extranjeros; en el norte, cientos de manifestantes salieron a la calle para lanzar piedras a los et¨ªopes. Los incidentes de ayer en Mogadiscio se cuentan por una decena y la mayor¨ªa est¨¢n relacionados con el exceso de armamento en la calle y en manos de ni?os (a uno joven le explot¨® una granada de mano, otro dispar¨® con una pistola sobre otro ni?o, etc¨¦tera).
El Gobierno de Addis Abeba tambi¨¦n quiere moverse r¨¢pido para estabilizar la situaci¨®n en Mogadiscio, porque el tiempo corre en su contra (hasta que empiecen a considerarles tropas de ocupaci¨®n y envalentone una resistencia). Gedi -que no cuenta con ej¨¦rcito (s¨®lo las milicias de los se?ores de la guerra laicos) y que debe el r¨¢pido colapso islamista al apoyo de Addis Abeba- no quiere plazos ni prisas: "Las tropas et¨ªopes se quedar¨¢n todo el tiempo que sea necesario".
"Est¨¢bamos luchando por nuestra supervivencia pol¨ªtica, pero con voluntad y el apoyo del pueblo, ahora somos los vencedores", dijo Gedi a su llegada. Preguntado por un periodista sobre sus planes, de cu¨¢nto pesaba quedarse, el primer ministro respondi¨®: "Me quedar¨¦ para siempre. ?sta es la capital del pa¨ªs".
La segunda clave, adem¨¢s de negociar la incautaci¨®n de las armas de la capital con los jefes de los clanes, que se presenta complicada, son los mismos islamistas. ?Qu¨¦ van a hacer? ?Reagruparse en el sur? ?Atacar? ?Esperar a que se vayan las tropas extranjeras? ?Huir?
El Ej¨¦rcito et¨ªope persigue a la gran columna islamista que abandon¨® en la ma?ana del jueves Mogadiscio. "En la columna viajan entre 3.000 y 5.000 milicianos. Entre ellos puede haber unos mil extranjeros, entre eritreos [enemigos de Etiop¨ªa] y ¨¢rabes", asegura una fuente occidental desde Nairobi que habl¨® por tel¨¦fono con colaboradores locales en Somalia. "Los islamistas est¨¢n cruzando el r¨ªo Jubba. No se sabe cu¨¢les son sus intenciones. Si se van a parapetar en Kismayo, que no es una ciudad muy grande, entrar en el parque nacional que hay all¨ª y hacerse fuertes en ¨¦l o tratar de huir por barco, carretera o avi¨®n", a?ade.
La costa del sur de Somalia est¨¢ patrullada desde hace a?os por barcos de guerra estadounidenses, que tratan de prevenir los ataques piratas, frecuentes en esa zona, o un eventual atentado terrorista contra su flota (como el ocurrido contra el Cole en el puerto de Ad¨¦n en octubre de 2000, que cost¨® la vida a 17 marineros).
"Tambi¨¦n hay militares estadounidenses en Kenia, cerca de la frontera con Somalia. Es una zona boscosa y muy verde. Los norteamericanos pueden tener la oportunidad de vengar Black Hawk derribado. All¨ª pueden pasar muchas cosas sin que nadie se entere", a?ade la fuente de Nairobi.
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