La anexi¨®n de Groenlandia, el capricho de Trump que abruma a Dinamarca
El presidente electo exhibe su inter¨¦s en incorporar a Estados Unidos la gigantesca isla que pertenece al reino dan¨¦s
Cinco a?os despu¨¦s de que Donald Trump levantara ampollas en Dinamarca al cancelar un viaje a Copenhague por la negativa del pa¨ªs n¨®rdico a vender Groenlandia, el presidente electo de Estados Unidos vuelve a la carga. En varios mensajes recientes en Truth, la red social de la que es propietario, el magnate neoyorquino afirm¨® que ¡°la propiedad y el control¡± de la gigantesca isla, territorio aut¨®nomo del reino de Dinamarca, ¡°es una necesidad absoluta¡±. El Gobierno dan¨¦s reaccion¨® con el anuncio de una inversi¨®n de al menos 1.300 millones de euros para reforzar la defensa de Groenlandia.
Trump, que iniciar¨¢ su segundo mandato en la Casa Blanca el 20 de enero, no se ha limitado en las ¨²ltimas semanas a insistir en la anexi¨®n de Groenlandia. En sus publicaciones en internet tambi¨¦n ha amenazado la soberan¨ªa territorial de Panam¨¢ ¡ªcon la reclamaci¨®n del control del Canal¡ª y Canad¨¢, a la que se ha referido como el 51? Estado. La idea del republicano de incorporar a Estados Unidos la mayor isla del mundo ¡ªexcluyendo Australia, considerada un continente¡ª, aunque pueda parecer disparatada, revive viejas aspiraciones de Washington, que ya intent¨® sumar este territorio estrat¨¦gico tanto en el siglo XIX como en el XX.
En el libro The Divider (El que siembra discordia), los reporteros Peter Baker y Susan Glasser describen la obsesi¨®n de Trump con Groenlandia. ¡°Me encantan los mapas. Y siempre he pensado: ¡®mira el tama?o de esto. Es inmenso, deber¨ªa formar parte de Estados Unidos¡±, declar¨® Trump a los periodistas en 2019 durante una entrevista previa a la publicaci¨®n del libro. Geogr¨¢ficamente parte de Am¨¦rica del Norte, Groenlandia es una isla de enorme valor geoestrat¨¦gico, adem¨¢s de contar con abundantes recursos naturales por explotar (hidrocarburos y tierras raras, entre otros). Con una superficie de casi 2,2 millones de kil¨®metros cuadrados ¡ªequiparable a cuatro veces el tama?o de Espa?a¡ª, de la que en torno al 80% est¨¢ cubierta por una capa de hielo, este vasto territorio situado entre el Atl¨¢ntico y el ?rtico cuenta con solo 57.000 habitantes, lo que lo convierte en una de las zonas menos densamente pobladas del planeta.
En agosto de 2019, Trump cancel¨®, a trav¨¦s de un mensaje en Twitter, un viaje oficial a Copenhague porque la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, no estaba dispuesta a debatir una posible venta de Groenlandia. ¡°La primera ministra ha sido capaz de ahorrar una buena cantidad de gasto y esfuerzo tanto a Estados Unidos como a Dinamarca siendo tan directa. ?Le doy las gracias por ello y espero poder volver a agendar la cita en alg¨²n momento futuro!¡±, tuite¨® el mandatario. Unos d¨ªas antes, The Wall Street Journal hab¨ªa publicado que Trump pretend¨ªa negociar la compra de la isla durante su visita a Copenhague, y el presidente no tuvo reparos en admitirlo.
El pasado 22 de diciembre, el presidente electo de Estados Unidos volvi¨® a irritar a la primera ministra Frederiksen al anunciar en Truth la elecci¨®n de Ken Howery, cofundador de PayPal, como futuro embajador estadounidense en Copenhague, en un mensaje en el que agreg¨®: ¡°Para la seguridad nacional y la libertad en todo el mundo, Estados Unidos de Am¨¦rica siente que la propiedad y el control de Groenlandia es una necesidad absoluta¡±. Tres d¨ªas despu¨¦s, en otra publicaci¨®n en su red social, Trump felicit¨® la Navidad, adem¨¢s de a ¡°los maravillosos soldados chinos que operan amorosa, pero ilegalmente en el canal de Panam¨¢¡± y ¡°al gobernador [en vez de primer ministro] de Canad¨¢, Justin Trudeau¡±, a ¡°los habitantes de Groenlandia, que quieren que Estados Unidos est¨¦ all¨ª¡±; y reiter¨® que dominar la isla es ¡°una necesidad para Estados Unidos por cuestiones de seguridad nacional¡±.
Una hipot¨¦tica adquisici¨®n de Groenlandia no ser¨ªa un episodio extraordinario en la historia de Estados Unidos. Washington compr¨® Florida a Espa?a, Luisiana a Francia o Alaska a Rusia. Tampoco ser¨ªa el primer territorio que el reino de Dinamarca vende al pa¨ªs norteamericano. En 1917, las islas caribe?as de Santo Tom¨¢s, San Juan y Santa Cruz, llamadas Indias Occidentales Danesas, se convirtieron en las Islas V¨ªrgenes de Estados Unidos tras el pago de 25 millones de d¨®lares.
El inter¨¦s de Estados Unidos por Groenlandia se remonta al menos a 1867, cuando un informe del Departamento de Estado subray¨® la ubicaci¨®n estrat¨¦gica de la gigantesca isla helada, junto a sus abundantes fuentes de recursos naturales. ¡°Deber¨ªamos comprar Islandia y Groenlandia, especialmente la segunda. Las razones son pol¨ªticas, militares y comerciales¡±, destac¨® el documento. Aun as¨ª, un intento formal de adquirir Groenlandia no lleg¨® hasta 1946, justo despu¨¦s de la II Guerra Mundial. Los 100 millones de d¨®lares en lingotes de oro que ofreci¨® el presidente Harry Truman fueron rechazados por Dinamarca. Sin embargo, Estados Unidos ya tiene presencia en la inmensa isla: la base militar de Pituffik, inaugurada en 1943 ¡ªdurante la ocupaci¨®n de la Alemania nazi de Dinamarca¡ª, ¡°una ubicaci¨®n estrat¨¦gica para la defensa antimisiles y las misiones de vigilancia espacial¡±, seg¨²n la Fuerza Espacial de Estados Unidos, creada por Trump en 2019.
Inversi¨®n de Dinamarca en defensa
Groenlandia fue una colonia administrada por Copenhague desde el siglo XVIII hasta 1953, cuando una nueva Constituci¨®n la integr¨® en el reino de Dinamarca, y los groenlandeses se convirtieron en ciudadanos daneses. La isla se transform¨® en un territorio aut¨®nomo del pa¨ªs n¨®rdico tras la celebraci¨®n de un refer¨¦ndum en 1979; sus competencias fueron notablemente ampliadas en 2009, despu¨¦s de que los groenlandeses votar¨¢n a favor en otra consulta popular. Sin embargo, la defensa y la pol¨ªtica exterior de Groenlandia, que no forma parte de la Uni¨®n Europea, a¨²n dependen ¨ªntegramente de Dinamarca.
¡°Groenlandia pertenece al pueblo de Groenlandia¡±, respondi¨® a Trump la semana pasada Mute Egede, el primer ministro groenland¨¦s. Horas despu¨¦s, el ministro de Defensa dan¨¦s, Troels Lund Poulsen, anunci¨® en Copenhague un fuerte incremento del gasto de defensa para Groenlandia. Poulsen no dio una cifra exacta ¡ª ¡°una cantidad de dos d¨ªgitos en miles de millones [de coronas danesas]¡±¡ª aunque los medios daneses estimaron el paquete en al menos 1.300 millones de euros. La inversi¨®n, seg¨²n el ministro, permitir¨¢ adquirir dos buques patrulleros, drones de largo alcance y el incremento del personal militar y de los trineos tirados por perros para la seguridad terrestre, adem¨¢s de la modernizaci¨®n de uno de los tres principales aeropuertos para poder operar con aviones de combate F-35. ¡°No hemos invertido lo suficiente en el ?rtico durante muchos a?os; ahora estamos planeando una presencia m¨¢s fuerte¡±, declar¨® Poulsen.
Tras las elecciones de 2021 en Groenlandia, el partido gobernante, Inuit Ataqatigiit, una formaci¨®n independentista, ecologista y de izquierdas, cumpli¨® sus promesas de campa?a y suspendi¨® las exploraciones de hidrocarburos y uranio. El Servicio Geol¨®gico de Estados Unidos estima que pudiera haber hasta 17.500 millones de barriles de crudo no descubiertos y 4,19 billones de metros c¨²bicos de gas natural en aguas groenlandesas. La isla tambi¨¦n cuenta con dep¨®sitos de hierro, aluminio, n¨ªquel, platino, tungsteno, titanio y cobre, adem¨¢s de cantidades ingentes de tierras raras, un conjunto de elementos extremadamente importantes para la transici¨®n energ¨¦tica o los sectores de electr¨®nica y defensa, sobre las que China tiene hoy pr¨¢cticamente el monopolio de la producci¨®n mundial.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.