Mozart resiste
La m¨²sica de Mozart ha sobrevivido sin inmutarse al aluvi¨®n de conciertos y homenajes que ha recibido durante 2006, a?o en que se ha celebrado el 250 aniversario del nacimiento del compositor. No era f¨¢cil resistir sin experimentar un sentimiento de saturaci¨®n. Pero as¨ª ha sido, y el arte mozartiano puede comenzar el "a?o despu¨¦s" sin excesivas resacas. ?Qu¨¦ permanece en la memoria tras el exceso festivo? ?Ha aportado algo sustancial el "a?o Mozart" o, m¨¢s bien, se ha quedado en una serie de fuegos artificiales? ?Se han enriquecido espiritualmente los debutantes y los familiarizados en Mozart, con esta mirada retrospectiva hacia el genio salzburgu¨¦s?
En la recta de salida del a?o Mozart, Viena y Salzburgo ocuparon las posiciones de privilegio. Era natural que as¨ª fuese. La Historia se impone en ocasiones como ¨¦sta. Adem¨¢s, pusieron ambas ciudades, desde el principio, las cartas boca arriba sobre lo que iba a ser su filosof¨ªa a la hora de encarar sus proyectos. Se mostr¨® m¨¢s conservadora Salzburgo, y acept¨® un mayor margen de riesgo Viena. Salzburgo abri¨® oficialmente el a?o Mozart el 27 de enero, fecha de nacimiento del compositor, con una gala convencional llena de estrellas dirigida por Riccardo Muti, que fue precedida por un acto solemne, con discursos y concierto incluidos, con Nikolaus Harnoncourt de jefe de ceremonias, que no es precisamente la alegr¨ªa de la huerta. Viena fue m¨¢s madrugadora, y en el Barrio de los Museos -con la televisi¨®n austriaca en directo- se apresur¨® a mostrar al mundo su aperturismo, convocando en la misma cita a una orquesta sinf¨®nica, a la cantante egipcia Amira Selim, con su grupo de percusiones e instrumentos orientales, y a la estrella vocal de jazz Dee Dee Bridgewater, con sus acompa?antes. Selim cant¨® un aria de la Reina de la Noche, de La flauta m¨¢gica, con un movimiento de caderas de los que quitan el hipo, heredado directamente de las danzas del vientre, pero tambi¨¦n con una identificaci¨®n excepcional con Mozart, y las dos mujeres juntas deleitaron con una selecci¨®n de hits oper¨ªsticos mozartianos, en el que conviv¨ªan a la perfecci¨®n sus estilos, y ¨¦stos con los tradicionales acompa?amientos orquestales del XVIII. El contrapunto a Salzburgo y Viena, tambi¨¦n el 27 de enero, lo pon¨ªa Par¨ªs. Un mozartiano declarado como G¨¦rard Mortier no pod¨ªa permanecer impasible ante las reinvenciones de Mozart, y propuso en el Palais Garnier lo que seguramente sea el montaje esc¨¦nico en torno al compositor m¨¢s inteligente del a?o: un Don Giovanni, ambientado en una oficina de una zona de rascacielos, en el deb¨² oper¨ªstico del director de cine Michael Haneke. Los campesinos reconvertidos en personal de limpieza permit¨ªan una vuelta de tuerca clarificadora a los mecanismos del poder empresarial.
A estas alturas del a?o nadie podr¨ªa haber imaginado que la ciudad que har¨ªa correr m¨¢s r¨ªos de tinta con el nombre de Mozart durante 2006 iba a ser Berl¨ªn, y que la causa iba a ser la autocensura de la Deutsche Oper en una puesta en escena de Hans Neuenfels para Idomeneo, donde se decapitaba a Mahoma, entre otros, sin que en el libreto original ni siquiera se llegaba a cumplir la muerte de Idamante, hijo de Idomeneo, culmin¨¢ndose toda la historia de h¨¦roes de la tragedia griega y dioses con designios funestos en un acto de reconciliaci¨®n y alabanza del amor y la inocencia. La ¨®pera Idomeneo tiene ahora, all¨¢ donde se ponga, una demanda como nunca hab¨ªa tenido, y no est¨¢ mal que as¨ª sea, pues su m¨²sica es maravillosa, sea cual sea el montaje esc¨¦nico utilizado, pero alg¨²n espectador despistado ha llegado a sentirse desconcertado ante la ausencia de Mahoma en la representaci¨®n. En fin, cosas que pasan.
?Qu¨¦ va a quedar para el futuro del a?o Mozart? Salzburgo volvi¨® a la carga en su Festival de Verano programando la escenificaci¨®n de sus 22 ¨®peras, completas o inacabadas, en un abanico de est¨¦ticas y planteamientos musicales y teatrales de lo m¨¢s variado. La colecci¨®n completa de las grabaciones ha aparecido ya en el mercado en DVD, constituyendo sin duda una de las herencias m¨¢s valiosas de este a?o mozartiano, no tanto por la homogeneidad enlas calidades -las hay para todos los gustos- sino por el testimonio que suponen de la efem¨¦rides en un emblem¨¢tico lugar, y por la integraci¨®n de los medios audiovisuales en la pol¨ªtica de festivales, con la consiguiente universalizaci¨®n gracias a los procesos de distribuci¨®n internacional. Otro de los proyectos divulgativos m¨¢s ¨²tiles del a?o desde Salzburgo ha sido la posibilidad de bajar las partituras gratuitamente v¨ªa Internet, gracias a la Fundaci¨®n del Mozarteum.
Viena tir¨® la casa por la ventana desde el 14 de noviembre al 13 de diciembre con la organizaci¨®n del Festival New Crowned Hope, traducible por algo as¨ª como La esperanza coronada, en alusi¨®n a la logia mas¨®nica de este nombre, en la que Mozart estaba al final de su vida. Con el director de escena estadounidense Peter Sellars al frente, el planteamiento de esta curiosa manifestaci¨®n consist¨ªa en una convivencia de creaciones de diferentes sectores de la cultura, inspiradas en las tres ¨²ltimas obras de Mozart: el R¨¦quiem y las ¨®peras La flauta m¨¢gica y La clemencia de Tito, dando a partir de ellas una vuelta de tuerca a los conceptos de reconciliaci¨®n, magia y transformaci¨®n, y verdad, en coproducciones de algunos espect¨¢culos con Nueva York, Londres, Berl¨ªn, Los ?ngeles y otras ciudades, lo que favorecer¨¢ su conocimiento. La convocatoria ha supuesto una gran fiesta a escala geogr¨¢fica mundial, pues han participado grupos art¨ªsticos y creadores de Estados Unidos, Venezuela, Indonesia, Nueva Zelanda, Francia, Austria, Ir¨¢n, Irak, Paraguay, Sur¨¢frica, Tailandia, Taiwan, Mal¨ª, Congo, Camboya, Australia, Etiop¨ªa, L¨ªbano, M¨¦xico, Zimbabue y Finlandia, entre otros, con 21 producciones, 7 estrenos mundiales y 77 representaciones. En la ¨®pera A flowering tree, de John Adams, intervino la orquesta Sinf¨®nica Sim¨®n Bol¨ªvar de Venezuela, y en el "camino musical en 15 estaciones" La pasi¨®n de Simone Weil, con libro de Amin Maalouf y m¨²sica de Kaija Saariaho, dirigi¨® al Klangforum de Viena la finlandesa Susanna M?lkki. La demostraci¨®n de que Mozart sigue siendo una fuente de inspiraci¨®n para la creaci¨®n encuentra en citas como ¨¦sta su prueba evidente.
Pero, por encima de todo, lo que pervive del a?o Mozart es la sensaci¨®n familiar y cotidiana de su m¨²sica, un tesoro sin fondo que contin¨²a suministrando placer, compa?¨ªa o consuelo, sugiriendo meditaciones y provocando sentimientos, en suma, enriqueciendo al que la escucha con sus insondables poes¨ªa y humanismo. Durante 2006 se han recuperado en grabaciones visuales montajes hist¨®ricos como el de La clemencia de Tito, del matrimonio Herrmann, que demostr¨® ya en 1982 en La Monnaie de Bruselas la posibilidad de hacer representable lo imposible. Y en el terreno literario, al lado de recuperaciones hist¨®ricas como la biograf¨ªa de Wolfgang Hildesheimer, se puede se?alar la publicaci¨®n de un libro tan desenfadado como Cenando con Mozart, de Juana Barr¨ªa Aguil¨®. Son ejemplos variopintos de muchas, demasiadas cosas quiz¨¢s, lo cual siempre es preferible a la penuria.
En Espa?a el "efecto Mozart" ha beneficiado de rebote a dos compositores a los que se suele relacionar con el salzburgu¨¦s, y que este a?o tambi¨¦n han estado de aniversario. Me refiero al valenciano Mart¨ªn y Soler -200 a?os de su muerte- y al bilba¨ªno Arriaga -200 a?os del nacimiento-. La m¨²sica de ambos ha sonado como nunca en 2006. Del primero, contempor¨¢neo y citado por Mozart en su Don Giovanni, se ha realizado un importante congreso internacional en noviembre en Valencia. Del segundo, conocido por el "Mozart espa?ol" por su condici¨®n de ni?o prodigio en su corta vida -no lleg¨® a cumplir los 20- se ha editado su obra completa bajo la direcci¨®n de Christophe Rousset. 2006 deja un recuerdo m¨¢s que estimable.
Juan ?ngel Vela del Campo es cr¨ªtico musical.
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