Utilidad de la cortes¨ªa
En un reciente art¨ªculo publicado en su diario, el reconocido psiquiatra Luis Rojas Marcos reflexionaba desde Nueva York sobre el hecho documentado de que los perjudicados por los errores m¨¦dicos son menos propensos a denunciarles o a plantearles una demanda legal cuando los facultativos hab¨ªan admitido sus fallos y se hab¨ªan disculpado. M¨¢s all¨¢ de la l¨®gica satisfacci¨®n de las aseguradoras por los posibles ahorros millonarios, el tema en cuesti¨®n va en la l¨ªnea de confirmar algo que muchos se empe?an en ignorar: la cortes¨ªa es ¨²til y beneficiosa, tanto a nivel personal como profesional.
En este sentido, las disculpas a las que hace referencia en su art¨ªculo son una de las tres estrategias b¨¢sicas de cortes¨ªa que las personas utilizamos para mantener relaciones positivas y equilibradas con los dem¨¢s. En efecto, cuando nos sentimos "da?ados", o de alg¨²n modo perjudicados, necesitamos recibir alg¨²n tipo de compensaci¨®n, "reparaci¨®n", por parte del causante del da?o. Muchas veces un "lo siento" sincero ser¨¢ suficiente; otras har¨¢ falta algo m¨¢s, pero nunca menos. Cuesti¨®n de justicia.
Otra estrategia de cortes¨ªa que juega un papel important¨ªsimo en las interacciones humanas son los "agradecimientos", todas aquellas expresiones -"... gracias, se lo agradezco"- que intentan compensar a nuestro interlocutor por algo que ha hecho a nuestro favor, tienen un efecto igualmente poderoso, puesto que refuerzan su autoestima. Todos hemos vivido los favorables cambios de actitud que se producen en el interlocutor al pronunciar estas expresiones.
La tercera estrategia, los "saludos", del tipo "hola, ?c¨®mo est¨¢s?", es para la mayor¨ªa la forma m¨¢s elemental de cortes¨ªa, pero no por ello la menos relevante, al contrario. Su ausencia anuncia de modo inequ¨ªvoco que la relaci¨®n es inexistente, se ha roto o va por el camino de hacerlo. Retirar o negar el saludo es condenar al otro a "no ser", que es una forma de morir en vida. Y las personas necesitamos este reconocimiento m¨ªnimo de nuestra presencia como requisito previo para iniciar cualquier tipo de relaci¨®n personal o profesional. Saludar, agradecer, disculparse: tres estrategias de actuaci¨®n para mejorar la convivencia. ?Nos lo proponemos para el a?o que empieza.
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