Bares con poco mando y mucho humo

Conocen lo que es, pero muchos no lo han visto. Ayer se cumplieron los 12 meses de la entrada en vigor de la ley antitabaco y casi todos los bares visitados por los redactores de EL PA?S carec¨ªan del mando que permite bloquear las m¨¢quinas expendedoras de cigarrillos, cuyo uso para evitar que los menores compren tabaco es obligatorio desde ayer.

En Barcelona, s¨®lo algunas m¨¢quinas expendedoras de los bares visitados contaban con el interruptor o mando a distancia que las desbloquea cuando el encargado del bar en cuesti¨®n comprueba que el cliente es mayor de edad. "Espere un momento... ya est¨¢". Un camarero de la cervecer¨ªa Lugori, en la calle C¨®rcega, aprieta un mando similar al de cualquier puerta de garaje y permite a un cliente comprar su tabaco. En los bares de otras ¨¢reas de ocio como el barrio de Gracia no parec¨ªan darse por aludidos. Tres de ellos, visitados al azar, no hab¨ªan adaptado sus m¨¢quinas a la ley y cualquiera podr¨ªa comprar tabaco sin el visto bueno previo del encargado. En uno, el camarero ni siquiera hab¨ªa o¨ªdo hablar del mando o interruptor: "?Pero de qu¨¦ bot¨®n habla? Usted apriete en la casilla del tabaco que quiera y luego echa las monedas que le pidan, sin m¨¢s...".

Las distintas adaptaciones que ha requerido la ley antitabaco del Gobierno han deparado m¨¢s de un quebradero de cabeza al gremio de la restauraci¨®n y algunas empresas se han replanteado el negocio. En la cafeter¨ªa Francesco, de Consell de Cent, por ejemplo, han optado por retirar su m¨¢quina en lugar de cambiarla por una nueva.

Lo mismo van a hacer en el Bar de los Bocadillos, en la madrile?a calle de Alcal¨¢. En doce bares abiertos en la zona este de Madrid (los ¨²nicos de entre los cientos de locales cerrados tras la noche de Fin de A?o), s¨®lo uno ten¨ªa el mando ya instalado y en funcionamiento. El camarero que hac¨ªa guardia en la Bodega L¨®pez, en la calle de Luis Ruiz (Ciudad Lineal) describi¨®: "Llevamos un mes y es una pesadilla, o aprietas el mando o pones una ca?a, y cuando esto est¨¢ lleno, no das abasto. Yo lo llevo pegado al culito. Pero lo peor es si se estropea: tienes que salir de la barra y abrir la m¨¢quina con la llave, cliente por cliente".

Mauro Escolar, 44 a?os al frente de la cercana cervecer¨ªa Mafi, en San Blas, espera que los encargados de la m¨¢quina, que "es del estanco", instalen "pronto" este dispositivo, que califica de "nefasto" tras comprobar su funcionamiento en otro bar de su propiedad. "Cuando hay gente, que es cuando se vende tabaco, los camareros o ponen ca?as o le dan al mando", describe, "y total, para los 25 c¨¦ntimos que nos llevamos por cada cajetilla, casi mejor lo dejamos, porque ganamos m¨¢s con las ca?as". El sistema cuesta unos 200 euros, que en la mayor¨ªa de los bares sale a cuenta del estanco que se ocupa de la m¨¢quina. Es el caso del bar Sapama, en la calle de Jos¨¦ del Hierro. Uno de sus copropietarios, aunque admite que "hace perder el tiempo cuando el bar est¨¢ lleno", le ve ventajas: "Nosotros tenemos un colegio enfrente, y entran menores cada poco, ahora nos tendr¨¢n que ense?ar el carn¨¦ para que le demos al mando". En el bar Alhambra, en la calle Federico Guti¨¦rrez, su due?o, Javier Merino, lo ve "absurdo". Sin dormir desde el a?o pasado, se pregunta si "no ser¨¢ que alguien ha patentado el invento y quien sea le quiere ayudar a que gane un dinerito". "Si me dan un 20%", bromea, "yo aprieto el mando encantado".