El tabaco y la ley
Un a?o despu¨¦s de la entrada en vigor de la ley que regula el uso y consumo del tabaco persiste la pol¨¦mica. Ha sucedido lo peor que pod¨ªa suceder: la politizaci¨®n del debate sobre su aplicaci¨®n.
Podemos observar que algunos medios critican la eficacia de la citada ley. Dejan entrever que de poco ha servido su aplicaci¨®n. Causa sorpresa, por no decir estupor, la posici¨®n de comunidades aut¨®nomas como Madrid, La Rioja, Castilla y Le¨®n, y Valencia, que intentan hacer normativas m¨¢s permisivas.
Llevar al debate pol¨ªtico este asunto, que nada tiene que ver con posiciones partidistas, es un error que descalifica como responsables de sanidad p¨²blica a quienes parecen estar m¨¢s preocupados de intereses no relacionados con la salud.
No estamos hablando de percepciones o sentimientos ideol¨®gicos, hablamos de ciencia, de salud. El humo del tabaco es malo no s¨®lo para el fumador sino tambi¨¦n para todo aquel que involuntariamente lo inhala. Parece que estos pol¨ªticos y medios de comunicaci¨®n social no quieren saber o no saben de ciencia. En cualquier caso quedan descalificados tambi¨¦n para ejercer sus funciones por perversos o ignorantes.
Tienen raz¨®n los defensores de las libertades individuales cuando proclaman el derecho a fumar, pero deben recordar una vez m¨¢s que ese derecho termina cuando empieza el de los dem¨¢s a no ser perjudicados.
Los abanderados de permitir fumar en lugares p¨²blicos o privados cerrados debieran tener presente que pueden haber terceras personas que, de una manera involuntaria, sufran los perjuicios del nocivo humo del tabaco.
Particularmente damnificados son los trabajadores de la hosteler¨ªa, que deben soportar durante largas horas la exposici¨®n a un veneno que mata lentamente.
Si realmente est¨¢n interesados en defender la salud de los ciudadanos, aquellos que critican la eficacia de esta ley, debieran aportar soluciones concretas en ese sentido y no instalarse en el populismo permisivo.
Un poco de seriedad. Menos demagogia y m¨¢s preocupaci¨®n por la salud de los ciudadanos.
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