PEQUE?OS QUE FUERON GRANDES
RESISTENTES, TOZUDOS, aventureros, tras la venta de sellos independientes a grandes grupos han surgido nuevos llaneros solitarios.
Mario Muchnik. Se define como el "primer propagandista de la edici¨®n en casa". Su esp¨ªritu combativo y cr¨ªtico no ha cedido un ¨¢pice desde que entr¨® en el mundo editorial en 1973. Aquel tiempo fue "sonriente para los libros" y ¨¦l sinti¨® que pod¨ªa editar sin muchos problemas. La guerra de los anticipos, los pagos millonarios a autores antes de que tuvieran terminadas sus obras, fue, explica, el primer augurio del panorama de "esterilidad total" que llegar¨ªa. "Este negocio se ha vuelto resbaladizo y muy pobre. Es muy f¨¢cil reeditar y las tiradas han bajado. De la corrupci¨®n econ¨®mica se ha llegado a la corrupci¨®n del gusto", denuncia. "Es un negocio muy de piratas. En 1990 me despojaron de mi editorial Muchnik editores". Ahora, desde el Taller de Mario Muchnik publica una media de seis libros al a?o y ante el desalentador panorama no descarta convertirse en un editor-impresor.
Jacobo Fitz-James Stuart. Una vuelta a los or¨ªgenes. Esto es lo que se propuso tras la venta del sello que hab¨ªa fundado, Siruela. "Quer¨ªa volver a lo que hac¨ªa cuando empec¨¦, ocuparme directamente de todo el proceso del libro". Las tecnolog¨ªas del siglo XXI le ofrecieron la posibilidad de recortar al m¨¢ximo la infraestructura de Atalanta, su nuevo proyecto. "Tenemos colaboradores externos y trabajamos mi mujer, yo y una secretaria a media jornada desde nuestra casa. Una empresa ahora no necesita tanta gente. He recuperado la libertad absolutamente". No le cabe la menor duda de que "un editor es un cat¨¢logo" y que una de las mayores dificultades que afrontan los peque?os editores es que "no se pueden confundir con ning¨²n libro".
Milena Busquets. Erre que erre (RqueR), toda una declaraci¨®n de intenciones que dio nombre al sello editorial que cre¨® tras abandonar Lumen. "La edici¨®n es muy adictiva", confiesa. Cuando entr¨® a trabajar en Lumen, ¨¦sta todav¨ªa no formaba parte de un gran grupo. Un a?o despu¨¦s, la compr¨® Random House-Mondadori. Asegura que nunca sinti¨® que esto restara independencia al sello. Su experiencia en la multinacional le aport¨® seguridad como para lanzarse a algo m¨¢s peque?o. "Pens¨¦ que pod¨ªa divertirme m¨¢s y probar cosas nuevas, m¨¢s experimentales. Una estructura peque?a te permite m¨¢s movilidad y, claro, tambi¨¦n menos dinero. Es algo m¨¢s flexible y aventurero". Ahora, ha unido su aventura con la de la editorial Leqtor.
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