Cuesti¨®n de confianza
Los Reyes Magos habr¨¢n dejado las casas repletas de mu?ecas, balones de f¨²tbol y atrevidos juegos de maquinitas ideadas por indios o japoneses y fabricadas por chinos. Son los ¨²ltimos estertores de la religi¨®n consumista proclamada como fe durante 2006 y el principio de la puesta en valor de un intangible como es la p¨¦rdida de confianza en el pr¨®ximo futuro econ¨®mico.
Sin que nadie se diera cuenta Espa?a est¨¢ en el puesto 26 del ¨ªndice de Competitividad Empresarial (ICE), elaborado por el Foro Econ¨®mico Mundial, y la Comunidad Valenciana muy por debajo del ICE espa?ol. ?Qu¨¦ sorpresa! ?Pero no dec¨ªa Pedro Solbes que nos sal¨ªamos de la tabla en los registros de crecimiento econ¨®mico? ?D¨®nde est¨¢ el milagro espa?ol? Pues est¨¢ en nuestra escasa capacidad para competir y los bajos ¨ªndices de productividad. Los Reyes Magos buscan m¨¢s que nunca la nintendo del nene o la mu?eca de la nena en Oriente lejano. Y lo peor es que el propio inversor y el microempresario perciben el riesgo y han perdido la confianza.
En los primeros tres trimestres del a?o pasado el ¨ªndice de confianza empresarial de la Comunidad Valenciana registr¨® una de las ca¨ªdas m¨¢s espectaculares de los ¨²ltimos a?os. ?Por cuestiones pol¨ªticas? Algo hay. Al dinero no le gusta la algarab¨ªa y de repente, en un a?o, nos hemos encontrado con una moratoria urban¨ªstica pol¨ªtica que no legal y las tensiones derivadas en otros sectores entre los diferentes propietarios de los castillos.
Como asediante Zapatero sabe que lo mejor es cortar el agua y las v¨ªas de comunicaciones a los asediados. Pues ni agua ni AVE. Lo malo es que los sufridores no son s¨®lo Camps y los alcaldes del PP. Por eso el emprendedor pierde la confianza en el futuro, aqu¨ª y en toda la naci¨®n de naciones. Demasiado ruido pol¨ªtico y demasiada persecuci¨®n de la figura del emprendedor. Estos momentos recuerdan aquellos a?os 80 cuando ser empresario era castigable de oficio, hasta que Felipe Gonz¨¢lez tuvo que reconocer la figura del emprendedor. Pregunte en la universidad qui¨¦n quiere ser empresario. Le dir¨¢n que eso es cosa de explotadores y especuladores. ?Qui¨¦n va a montar un negocio en estas condiciones?
M¨¢s all¨¢ de la pol¨ªtica, la contradicci¨®n es la p¨¦rdida de esa confianza empresarial frente al creciente dinamismo del mercado interno. Aqu¨ª intervienen otras variables, muy propias del momento pol¨ªtico-gestual que vivimos. El consumo es un sustituto de la religi¨®n. Puro hedonismo. Nos estamos gastando la herencia de nuestros biznietos. "Desahorramos" para mantener las rentas permanentes a la que nos hemos acostumbrados. Y eso no es malo, pero cuando coexiste con unas expectativas decrecientes en competitividad y productividad el due?o del negocio pierde la confianza.
Bien es cierto que a muchas empresas les va muy bien. Basta con ver los primeros balances de 2006. Los multimillonarios aparecen por doquier en esta tierra de fenicios exultantes. Pero es cuesti¨®n de tama?o. A mayor tama?o mejor comportamiento. Pero las microempresas est¨¢n desesperadas. Y el tejido empresarial valenciano es de peque?as y medianas empresas. En Alicante y Valencia est¨¢n por inmolarse en alg¨²n acto multitudinario. Y en Castell¨®n se salvan porque el consumo interior sigue tirando con fuerza gracias al crecimiento demogr¨¢fico.
El empresario observa un crecimiento exagerado de la competencia, que no puede o no quiere trasladar a la competitividad y productividad de sus empresas. Y hasta ve c¨®mo los mercados emergentes en Europa, que aparec¨ªan como panacea para invertir, van a acabar produciendo lo que ahora a¨²n se hace en Espa?a. Estamos alimentando a nuestros competidores.
Y luego est¨¢ el efecto secundario de la moratoria pol¨ªtica sobre el ladrillo. Como dec¨ªa Enrique Ortiz (Ortiz e Hijos) en estas p¨¢ginas hace un par de semanas no hay "par¨®n" en la demanda, pero hay excesiva oferta en un momento financieramente complicado para las rentas fijas. Y si se ralentiza el ladrillo (las VPO tambi¨¦n est¨¢n en moratoria pol¨ªtica) aqu¨ª deja de invertir hasta el de los caballitos de la feria. Por eso en la carta a los Reyes Magos deber¨ªamos haber pedido que chinos, indios, coreanos o b¨²lgaros nos trasladaran un poco de su exceso de confianza.
www.jesusmontesinos.es
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