Chirac califica la intervenci¨®n en Irak de "aventura"

El presidente Jacques Chirac est¨¢ aprovechando las tradicionales ceremonias en que se desea feliz a?o al Gobierno, a las fuerzas vivas, a la representaci¨®n diplom¨¢tica y, el pr¨®ximo d¨ªa 11, a la prensa, para desgranar un balance de sus 12 a?os de poder al tiempo que dibuja un programa de futuro, en contradicci¨®n con el defendido por Nicolas Sarkozy y la Uni¨®n por un Movimiento Popular (UMP), el partido conservador en el poder y que lidera el ministro del Interior y candidato presidencial.

Ayer Chirac expuso su "visi¨®n" de la pol¨ªtica internacional. Si Sarkozy es proamericano, Chirac no tuvo ning¨²n reparo en calificar la intervenci¨®n de EE UU en Irak de "aventura" que "ha exacerbado los enfrentamientos entre comunidades". Y no s¨®lo eso, sino que tambi¨¦n "ha resquebrajado la integridad misma de Irak" al tiempo que "fragilizaba la estabilidad del conjunto de la regi¨®n" y "ofrec¨ªa al terrorismo un terreno propicio a su expansi¨®n". El presidente record¨® que "Francia ya present¨ªa y tem¨ªa que la guerra en Irak pusiera en marcha transformaciones cuyos efectos a¨²n no son todos visibles". En definitiva, "hoy Oriente Pr¨®ximo es el epicentro de las tensiones internacionales".

Para Chirac estamos viviendo las consecuencias negativas "de un unilateralismo que ha desembocado en un callej¨®n sin salida" y propuso que el Cuarteto debiera "organizar una conferencia internacional que aportase a las partes implicadas las garant¨ªas que desean en materia de seguridad".

Presi¨®n fiscal

El d¨ªa antes Chirac sorprendi¨® a propios y extra?os al prometer, para los pr¨®ximos cinco a?os, es decir, cuando ¨¦l debiera haberse retirado ya de la vida pol¨ªtica, un plan "de reducci¨®n de la presi¨®n fiscal sobre las empresas" que permitir¨ªa disminuir "el impuesto sobre las sociedades de un 20%". Hace cinco a?os ya prometi¨® reducir en un 30% el valor del IRPF, pero apenas ha logrado que bajase la mitad. Tampoco las promesas sobre alojamiento social se han materializado durante 12 a?os pero s¨ª parecen hacerlo ahora, cuando otro presidente y otros gobiernos heredar¨¢n leyes aprobadas en medio de una gran precipitaci¨®n.

El presidente Chirac intenta ocupar todo el espacio pol¨ªtico de la derecha, dibujando programas, criticando alternativas y ejerciendo todo el protagonismo posible. As¨ª, el 25 de enero presidir¨¢ una conferencia sobre L¨ªbano, el 2 y 3 de febrero acoger¨¢ en Par¨ªs un gran n¨²mero de jefes de Estado para abordar el futuro del planeta desde un punto de vista ecol¨®gico, y el 15 y el 16, en Cannes, estar¨¢ al frente de una cumbre Francia-?frica. Adem¨¢s, convocar¨¢ al Congreso para que apruebe tres modificaciones constitucionales.

Toda esa actividad fren¨¦tica sirve para entretener la hip¨®tesis -sin apenas credibilidad debido a sus 74 a?os, su escasa popularidad y su falta de respaldo pol¨ªtico- de una nueva candidatura presidencial chiraquiana y, sobre todo, sirve para mantener en la sombra a Nicolas Sarkozy, el detestado aspirante a su sucesi¨®n.