El cad¨¢ver de Sadam Husein sigue dando guerra
Una ejecuci¨®n de aire medieval se ha difundido sin l¨ªmites por Internet. S¨®lo en Google ha sido vista 14 millones de veces
El v¨ªdeo del ahorcamiento de Saddam Husein, grabado aparentemente con un m¨®vil y colgado en la Red el pasado 30 de diciembre, hab¨ªa sido visto hasta ayer unas 14 millones de veces s¨®lo en Google. Calcular con exactitud cuanta gente en total ha visto el macabro filme de dos minutos y 36 segundos es pr¨¢cticamente imposible, teniendo en cuenta las infinitas posibilidades de acceso ofrecidas por p¨¢ginas como Youtube, toda clase de motores de b¨²squeda, medios, blogs y foros en Internet; y por la opci¨®n de transmitirlo y verlo v¨ªa m¨®vil. La cifra de Google permite hacerse una idea de las magnitudes y de la guerra que el cad¨¢ver de Sadam Husein puede dar todav¨ªa en el escenario internacional.
Bush dijo que la ejecuci¨®n deber¨ªa haber sido conducida "de una manera m¨¢s digna"
Ya hay 1.100 millones de usuarios de la Red y 2.200 millones de tel¨¦fonos m¨®viles
El propio George W. Bush habl¨® el jueves por videoconferencia con el primer ministro iraqu¨ª. Ambos "convinieron" en la necesidad de investigar la grabaci¨®n y el presidente coment¨® que la ejecuci¨®n deber¨ªa haber sido conducida "de una manera m¨¢s digna", en su primera intervenci¨®n p¨²blica sobre el v¨ªdeo. Hasta el momento, Irak ha confirmado la detenci¨®n de dos guardias del Ministerio de Justicia iraqu¨ª por haber filmado el ahorcamiento sin autorizaci¨®n.
Pero la difusi¨®n masiva de esta noticia tambi¨¦n pone el acento sobre la enorme potencialidad de las tecnolog¨ªas disponibles: c¨¢maras en tel¨¦fonos m¨®viles y posibilidades inmediatas de conexi¨®n a Internet.
Hay 2.200 millones de tel¨¦fonos GSM y 3G activos en el mundo; 1.100 millones de usuarios de Internet; y una industria video-fotogr¨¢fica que no para de sacar modelos de todo tipo de tama?o y coste. Dicho de otra forma: hay potenciales reporteros digitales por todas partes. Ning¨²n obst¨¢culo para la publicaci¨®n, gracias a la Red, a Google, Youtube, etc. Y una audiencia potencial inmensa. Incluso un pa¨ªs devastado como Irak cuenta con 4,6 millones de conexiones telef¨®nicas fijas o m¨®viles, sobre una poblaci¨®n de 26,5 millones.
"Disponemos gracias a esas tecnolog¨ªas de un enorme observatorio sobre la sociedad", reflexiona en una entrevista telef¨®nica Jean-Pierre Elkabbach, periodista de referencia en Francia y presidente de la emisora Europe 1. "Una oportunidad fant¨¢stica, pero tambi¨¦n un riesgo importante. En la Red, pr¨¢cticamente, no hay filtros. Todo puede colarse -contenidos manipulados, de propaganda, que violan la privacidad o la dignidad humana- y alcanzar directamente al usuario".
"Estas tecnolog¨ªas enriquecen el debate, pero han cambiado radicalmente el papel de los periodistas", observa desde EE UU Bill Kovach, ex periodista de The New York Times, y fundador del Comittee of Concerned Journalists, una organizaci¨®n que agrupa unos 7.000 periodistas de todo el mundo. "El nuevo escenario exige que nos convirtamos en fiables autentificadores. Tenemos que aprender a detectar en el oc¨¦ano de contenidos las mentiras o las manipulaciones que las nuevas tecnolog¨ªas permiten. Ya no se trata de ser los primeros en dar una noticia. Se trata ser fiables filtradores".
Elkabbach opina lo mismo. "No hay que tener miedo de estos canales complementarios de comunicaci¨®n, ni por supuesto instituir forma de censura", dice. "Pero se hace fundamental fortalecer la voluntad y capacidad de verificaci¨®n de los periodistas frente a esta avalancha de material. Ser¨ªa peligroso abandonarse a un periodismo de recopilaci¨®n y ordenaci¨®n de contenidos encontrados en Internet, como ya, a veces, pasa".
?Cu¨¢les eran las intenciones de quienes grabaron la ejecuci¨®n de Saddam? ?Alimentar el odio de una facci¨®n? ?Satisfacer la sed de venganza de otra? Lo ¨²nico cierto de momento es que, cualquiera fuesen las intenciones, la piedra lanzada en el estanque est¨¢ produciendo, gracias a las nuevas tecnolog¨ªas, grandes olas. Las consecuencias del periodismo no convencional pueden ser devastadoras.
El v¨ªdeo que document¨® las injustificadas violencias de la polic¨ªa de Los ?ngeles en contra del ciudadano negro Rodney King desencaden¨® en 1992 tres d¨ªas de protestas, caos y masiva rebeli¨®n en la ciudad californiana.
"En ese caso, la difusi¨®n del v¨ªdeo depend¨ªa todav¨ªa de los medios convencionales, que tuvieron la posibilidad de contrastar la veracidad del material antes de publicarlo", dice al tel¨¦fono desde Nueva York Michael Silberman, presidente de la Online News Association, una organizaci¨®n en cuya directiva figuran profesionales de The Washington Post, The International Herald Tribune y Yahoo!News, entre otros. La revuelta de Los ?ngeles ten¨ªa motivaciones objetivas. "Ahora, el control puede ser s¨®lo despu¨¦s de la difusi¨®n. Y, mientras se realiza, el da?o puede ya haberse producido". El odio puede haberse desencadenado ya, la privacidad violada, la reputaci¨®n manchada, con un alcance cada vez mayor.
Alcance aprovechado por los partidos pol¨ªticos de medio mundo, que cuelgan en la Red v¨ªdeos de propaganda, muy parecidos en la forma a reportajes, que llegan ¨ªntegros a la audiencia, sin tener que pasar por el filtro de los medios convencionales; o, como se?ala Elkabbach, por las empresas, que pagan a autores de blogs populares para hacerse publicidad. En fin, peligros por todas partes.
Pero tambi¨¦n: "?Qu¨¦ hubiese pasado en Bosnia si alguien hubiese podido documentar lo que pasaba con una mini c¨¢mara o un m¨®vil?", pregunta Silberman. O: ?qu¨¦ hubiese pasado en la Alemania nazi si alguien hubiese grabado y publicado lo que pasaba en los campos de concentraci¨®n? "La posibilidad de denunciar cr¨ªmenes y atrocidades aumenta enormemente y puede contribuir a detenerlos. Es un gran activo. La libertad de expresi¨®n aumenta, y con ella la capacidad de control sobre los poderes... el resultado neto entre riesgos y ventajas es positivo". Y, en fin, en la Red hay bueno y malo al igual que fuera. "Y al igual que para los medios convencionales, la gente utilizar¨¢ su esp¨ªritu cr¨ªtico para decidir de qui¨¦nes fiarse o no", observa Milverton Wallace, profesor del University College de Londres.
Y adem¨¢s, "las nuevas tecnolog¨ªas permiten a escala global eludir la prepotencia de las fuentes, que dictan la agenda y fabrican la informaci¨®n", Fernando Gonz¨¢lez Urbaneja, presidente de la Federaci¨®n de Asociaciones de Periodistas de Espa?a. "Los sujetos pol¨ªticos y econ¨®micos tienden cada vez m¨¢s a vender a los medios convencionales una informaci¨®n empaquetada... la presencia de estas otras voces ofrece vitalidad al debate".
Vitalidad que se manifiesta incluso bajo las bombas. Mientras los cohetes ca¨ªan entre L¨ªbano e Israel el pasado verano, quiz¨¢ por primera vez en la historia se produjo un verdadero y directo di¨¢logo entre civiles a los dos lados de las trincheras. Di¨¢logo tejido de palabras, fotos y v¨ªdeos intercambiados y hospedados en la Red.
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