Se inicia el juicio en el que Lorenzo de B¨¦lgica declarar¨¢ como testigo

La vida de amor y lujo del pr¨ªncipe Lorenzo de B¨¦lgica, tercero y ¨²ltimo de los v¨¢stagos de los reyes Alberto y Paola, har¨¢ hoy crisis con el comienzo de un juicio por desviaci¨®n y malversaci¨®n de fondos del que ¨¦l fue beneficiario. El pr¨ªncipe, de 43 a?os, al que algunos consideran como un electr¨®n libre, poco considerado con la ley, no se sentar¨¢ en el banquillo, pero podr¨ªa ser llamado como testigo despu¨¦s de que Alberto II firmara el viernes el real decreto que lo permite. S¨®lo hay un precedente de un royal belga llamado a declarar.

La vista se va a celebrar en Hasselt, a unos 80 kil¨®metros de Bruselas, para determinar c¨®mo es que desaparecieron 2,2 millones de euros de cuentas gestionadas por la Marina y c¨®mo es que 175.000 de ellos fueron dedicados a decorar y amueblar Villa Clementina, la residencia de Lorenzo en las afueras de la capital. El pr¨ªncipe estaba "perfectamente al corriente" de la procedencia de los dineros, seg¨²n Mark Luypaerts, un empresario al que se encarg¨® la tarea de decorar la residencia y que se ha batido por conseguir que Lorenzo pueda ser convocado como testigo. Junto al empresario, que se llevaba una comisi¨®n del 30%, se sentar¨¢n en el banquillo Noel Vaessen, un ex consejero de Lorenzo, y el ex capit¨¢n Johan Claes, que firmaba recibos.

Claes fue compa?ero de estudios de Lorenzo, p¨¦simo estudiante toda su vida, tanto en el bachillerato como en la Academia Militar. Nulo en matem¨¢ticas y siempre falto de dinero, el pr¨ªncipe tuvo una infancia desgraciada, abandonado por unos padres entregados a la dolce vita, y pronto adquiri¨® una marcada querencia por el vivir impunemente en los l¨ªmites de la legalidad: chicas inn¨²meras, coches deportivos, caprichos caros, amor desenfrenado por el dinero... Tanto pavor suscitaba el benjam¨ªn de la familia entre los responsables del Estado que la abrogaci¨®n de la Ley S¨¢lica la pasada d¨¦cada estuvo en parte acicateada por evitar que si algo le suced¨ªa al heredero, su hermano Felipe, la corona fuera a parar a Lorenzo.

El pr¨ªncipe no tuvo dotaci¨®n con cargo al presupuesto, que hoy alcanza los 306.000 euros anuales, hasta 2001 para lo que hubo que crearle organismos a medida, como el real instituto para la gesti¨®n de los recursos naturales y la promoci¨®n de las tecnolog¨ªas limpias, cuya presidencia era retribuida con el equivalente a 4,1 millones de pesetas mensuales. Aunque la vista de Hasselt no ser¨¢ para juzgar a Lorenzo, es probable que en ella se arroje luz sobre aspectos oscuros de la vida del pr¨ªncipe, que ya escucha voces que reclaman el fin de sus privilegios.