"La literatura solemne envejece pronto y mal"

En la distancia corta, Felipe Ben¨ªtez Reyes (Rota, C¨¢diz, 1960) gana. El parco en palabras galardonado el pasado s¨¢bado con el 63 premio Nadal mantiene cierta econom¨ªa de lenguaje, pero ya m¨¢s fruto de haber dormido s¨®lo "algo" y de su natural introversi¨®n que del apabullamiento de flashes, autoridades y abrazos. El silencio matutino del hotel le permite recuperar su estilo discursivo, adjetivos cincelados en met¨¢foras no exentas de iron¨ªa. Un tridente letal que clava contra una sociedad que huye de su realidad tom¨¢ndose en serio la eclosi¨®n de novelas hist¨®ricas y esot¨¦ricas tipo El c¨®digo Da Vinci, de Dan Brown -que ¨¦l ley¨® a la par que una selecci¨®n de relatos de Chesterton y unas poes¨ªas de Juan Ram¨®n Jim¨¦nez: "es mala del demonio", dice de ella- y que parodia en Mercado de espejismos, novela de 400 p¨¢ginas con la que ha obtenido los 18.000 euros del galard¨®n.

"El equivalente de los libros de caballer¨ªa que Cervantes ridiculiz¨® son esas suposiciones hist¨®ricas y esot¨¦ricas estrafalarias que, adem¨¢s, la gente lee como si fueran tratados reales; es el delirio ¨²ltimo de esta sociedad", afirma. Fue esa actitud de verosimilitud la espoleta de su novela de m¨²ltiples lecturas, la historia de una pareja de veteranos ladrones de obras de arte que reciben el encargo de robar las reliquias de los Reyes Magos. "Estos lectores pasan la Historia a trav¨¦s de la ficci¨®n. No ven se?ales de tr¨¢fico por las calles sino se?ales que les pueden llevar a la tumba de un gran maestro templario".

La novela, claro, es mucho m¨¢s. Entre otras cosas, una met¨¢fora del mundo actual, falso y lleno de apariencias, como el arte que se negocia en la obra y como reza el t¨ªtulo. "En la vida -y eso deber¨ªa reflejarlo la literatura-, por detr¨¢s de lo evidente subyacen muchas cosas, la vida es un mercado de espejismos, de verdades pasajeras y fingidas", afirma el escritor, para quien no existe la realidad en s¨ª misma sino "interpretaciones de la misma; la realidad deber¨ªa ir siempre entrecomillada, como dec¨ªa Nabokov". En ese marco, "a mis protagonistas -crepusculares, anacronismos andantes- les preocupa situarse en la vida y en el mundo y asumir una interpretaci¨®n propia del mismo, compatible con los dem¨¢s". ?Y esa no es una condici¨®n esencial del ser humano? "No, es el estupor: vivimos sin entendernos demasiado bien a nosotros mismos, ni a los dem¨¢s, ni lo que nos ocurre. La vida es un tanteo, no un m¨¦todo".

A pesar de esas cargas de profundidad, la novela est¨¢ llena de giros jocosos narrados de forma ¨¢gil porque para Ben¨ªtez Reyes, "la novela puede ser lo que quiera, pero ha de entretener; la literatura solemne envejece pronto y mal; la iron¨ªa y el humor son los mejores conservantes de la literatura, como demuestran Homero, Cervantes y Dickens".

A pesar de las situaciones chocantes y la cantidad de personajes que cruzan la obra -"me gusta demorarme en lo sencundario, es una forma de respeto a la realidad y de fijarla", piensa-, no cree que Mercado de espejismos tenga similitudes con su prosa anterior y especialmente con su novela m¨¢s popular, El novio del mundo. "Cada obra ha de ser distinta, un autor tiene que fascinarse a s¨ª mismo como escritor poniendo en juego cada vez todos sus recursos". Y ¨¦l juega en dos pistas: la prosa y la poes¨ªa. "Para ser novelista -opina- es bueno ser poeta por el esfuerzo intenso que hace ¨¦ste para que cada adjetivo no sea ni fortuito ni gratuito". En ¨¦l, dice, no se da una lucha intergen¨¦rica entre ambos espacios creativos: "Esa figura doble es frecuente en el mundo anglosaj¨®n; aqu¨ª no, y te convierte en sospechoso de algo: en qu¨¦ ¨¢mbito ser¨¢s un impostor".

El Nadal es el primer gran premio que resalta la labor de Ben¨ªtez Reyes en narrativa. ?Buscaba con ¨¦l un p¨²blico m¨¢s amplio y un reconocimiento que ya tiene como poeta? "El mercado hoy es m¨¢s implacable y un premio es lo mejor que un autor le pueda dar a su novela para que ande mejor por la vida. Adem¨¢s, es el Nadal, que en los ¨²ltimos 10 a?os ha cogido una trayectoria literaria muy pura, vital para un autor que quiera situarse literariamente. Y, encima, va sobre los Reyes Magos, me llamo Reyes, se falla el d¨ªa de Reyes, ?por qu¨¦ no?".