"Sigo tan perplejo como hace 30 a?os"
'Qualsevol nit pot sortir el sol', el disco m¨¢s vendido y emblem¨¢tico del cantante Jaume Sisa, apareci¨® en 1975y marc¨® una ¨¦poca. Extra?a mezcolanza de influencias que abrazan desde la m¨²sica orquestal a la canci¨®n de autor, aderezada con gotas de pop, ese himno vital va a recuperarse en un espect¨¢culo que prepara el autor como un homenaje particular al ¨¢lbum, que ahora se reedita y que le permiti¨® convertirse en un profesional de la m¨²sica.
"El arte que se basa en la denuncia ideol¨®gica es pobre, est¨¦ril y est¨¢ condenado a desaparecer"
"Yo dec¨ªa que hac¨ªa falta una banda de jazz haciendo dixieland, y en dos d¨ªas localiz¨¢bamos a los m¨²sicos"
En dos de sus ¨²ltimas actuaciones, Jaume Sisa (Barcelona, 1948) ha vuelto a cantar casi todas las canciones de Qualsevol nit pot sortir el sol, su disco m¨¢s celebrado y reeditado, ahora que se cumplen m¨¢s de 30 a?os de su publicaci¨®n. Mientras prepara nuevo ¨¢lbum para este a?o, del que ya ha compuesto las canciones, Sisa planea un espect¨¢culo que le permita volver a interpretar todas las canciones de aquel disco que le facilit¨® encarar la vida como profesional de la m¨²sica.
Pregunta. ?Qu¨¦ cambios le report¨® la publicaci¨®n de Qualsevol nit... all¨¢ por 1975?
Respuesta. Principalmente cambiar el Celtas por el Marlboro, la cerveza por el whisky y el piso compartido por uno ya s¨®lo para m¨ª. Sus ventas me permitieron dejar de pensar en la b¨²squeda de trabajos alimenticios y concentrarme en la m¨²sica.
P. ?C¨®mo era Jaume Sisa hace 30 a?os?
R. Ten¨ªa 26 o 27 y era inocente, mientras que ahora estoy estudiando para volver a serlo. Con los a?os perd¨ª la inocencia, que es algo que suele pasar, y ahora estoy estudiando para recuperarla. Mi objetivo es ser inocente, tras la p¨¦rdida de la inocencia. Adem¨¢s, si s¨®lo apelas a la experiencia propia de los a?os, puedes volverte un c¨ªnico descre¨ªdo y gru?¨®n, un amargado en suma. La inocencia te ayuda a evitar esta actitud, a pesar de las cosas que has visto y vivido a lo largo de los a?os.
P. ?Qu¨¦ recuerda del proceso de grabaci¨®n?
R. Que fue azaroso y casual, como casi todo lo que he hecho a lo largo de mi vida. Lo produjo Rafael Moll -productor tambi¨¦n de Serrat, El ?ltimo de la Fila y Gato P¨¦rez, entre otros- y los m¨²sicos los encontramos entre ambos. No sab¨ªamos qu¨¦ busc¨¢bamos e ¨ªbamos probando. Entonces todo estaba por hacer. Ten¨ªa vigencia el rock y el pop en estado puro. Estaba la basura del sinf¨®nico, no hab¨ªa punk, ni heavy ni techno. En realidad, era un tiempo bastante inocente. Era el tiempo de la psicodelia, que ya bajaba un poco, y nosotros est¨¢bamos en esta pecera con todas mis cosillas, como la vida del viejo Paralelo barcelon¨¦s, el music hall, las variedades y la canci¨®n de autor. Fuimos poniendo un poco de aqu¨ª y de all¨¢ y con mi guitarra y el piano de Jordi Vilapriny¨® centramos las canciones, mientras que los dem¨¢s fueron poniendo sus cucharadas.
P. Rafael Moll ha dicho que, de forma deliberada, en aquella grabaci¨®n se destin¨® m¨¢s presupuesto a los m¨²sicos que a las horas de estudio.
R. No lo recuerdo. Entonces los discos se grababan en poco tiempo porque nunca hab¨ªa presupuesto. Nunca lo he tenido, pero si en alg¨²n caso lo podr¨ªa haber tenido fue con aquel disco, que es el que m¨¢s ha vendido de toda mi carrera. Es cierto que hab¨ªa muchos m¨²sicos, la verdad es que para ser un disco de canci¨®n s¨ª hubo muchos m¨¢s m¨²sicos que los habituales. Pero lo ¨ªbamos improvisando sobre la marcha, porque un d¨ªa yo dec¨ªa "aqu¨ª har¨ªa falta una banda de jazz como si fuesen negros haciendo dixieland", y en dos d¨ªas localiz¨¢bamos a los m¨²sicos. No hab¨ªa una voluntad de estilo preconcebida, no hab¨ªa una definici¨®n de g¨¦nero clara, ¨ªbamos tocando todos los palos de la m¨²sica que llev¨¢bamos dentro. Ven¨ªa de cinco a?os sin grabaci¨®n habiendo visto c¨®mo todas las compa?¨ªas de la ¨¦poca rechazaban mi maqueta sin ni contestar. Ten¨ªa hambre de grabar y ganas de meterlo todo: orquesta, colaboraciones etc¨¦tera. Pese a que detestaba el rock sinf¨®nico, si no llega a ser por Rafael hubiese hecho un disco sinf¨®nico. ?Ten¨ªa tanta hambre atrasada!
P. ?Y hoy se hubiese podido grabar igual?
R. S¨ª, hoy se habr¨ªa podido grabar igual que entonces, cuando todo era muy precario. Lo que s¨ª es cierto es que con todas las facilidades actuales me podr¨ªa haber aturdido. Hoy se puede retocar una grabaci¨®n tantas y tantas veces que puedes acabar emborrach¨¢ndote.
P. ?Y cu¨¢ndo fue consciente de que hab¨ªa compuesto una especie de himno vital?
R. Yo no me di cuenta, a m¨ª me lo dijeron al cabo del tiempo, no fui consciente. No tengo conciencia de lo que este disco ha representado. O quiz¨¢s no me quiera dar cuenta de ello.
P. ?La prohibici¨®n de la que fue objeto por parte de la censura franquista aument¨® las proporciones de su popularidad?
R. Hombre, entre determinado p¨²blico la censura era un IVA a?adido al valor de los artistas. El p¨²blico premiaba todo lo que el franquismo condenaba. Fue la ¨²nica prohibici¨®n seria que tuve. Me encontr¨¦ con ello, y sin comerlo ni beberlo ingres¨¦ en la lista de m¨¢rtires de la resistencia antifranquista. Yo no quer¨ªa estar all¨ª, no he ido nunca de este palo, no me ha interesado la canci¨®n pol¨ªtica, ni la protesta ni nada de eso, que me parece una p¨¦rdida de tiempo. El compromiso ha de ser vital desde la experiencia de tu vida y no desde proclamas ideol¨®gicas. El arte que se basa en la denuncia ideol¨®gica es pobre, est¨¦ril y condenado a desaparecer.
P. ?Acert¨® Manuel V¨¢zquez Montalb¨¢n al decir de Qualsevol nit que "Sisa apuesta por una po¨¦tica individual, narcisista en la que la memoria o el deseo no marcan apuestas civiles o ¨¦picas, sino la precaria afirmaci¨®n de un yo fr¨¢gil entre un nosotros insuficiente"?
R. V¨¢zquez Montalb¨¢n era muy agudo, suelo echar en falta sus comentarios.
P. Luego usted no reniega del compromiso.
R. Cuando digo que no me interesa el arte pol¨ªtico de compromiso no quiero defender la banalidad y la insustancialidad. Yo creo en el criterio. Bob Dylan dice que para hacer una canci¨®n se ha de tener criterio, coraz¨®n y sensibilidad. Creo que es eso. La ideolog¨ªa no es m¨¢s que un estrechamiento por el que pasan criterio, coraz¨®n y sensibilidad, y quedan empobrecidos porque un artista se debe a su inspiraci¨®n, talento y deseos y necesidad de crear. Las ideolog¨ªas son estructuras externas que intentan que el individuo quede definido y encuadrado en una manera exclusiva de pensar, ver y sentir el mundo. Por eso el artista, y menos el gal¨¢ctico, no puede caer nunca en ello. No puede pactar con quien quiere reducir la vida a esquemas cortos y estrechos, porque se debilitar¨ªa. El artista ha de tener una visi¨®n amplia, generosa y abierta del mundo y de la realidad. Eso no excluye que un artista tenga sus ideas, pero no s¨¦ porqu¨¦ al artista se le pide definici¨®n ideol¨®gica m¨¢s all¨¢ de la que se pide al m¨¦dico o al taxista.
P. ?Y resultaba m¨¢s f¨¢cil ser gal¨¢ctico hace 30 a?os?
R. No es m¨¢s o menos f¨¢cil en relaci¨®n al tiempo. Esta visi¨®n gal¨¢ctica no est¨¢ adscrita a ninguna ¨¦poca o moda. Es una forma de abordar la realidad a partir de una visi¨®n por encima de la realidad, a la que desmenuza en muchas realidades posibles. La suma de estas realidades conforma la visi¨®n gal¨¢ctica.
P. Y usted se siente m¨¢s perplejo antes o ahora.
R. Cuando grab¨¦ el disco estaba perplejo y ahora lo sigo estando. Como dec¨ªa el sabio musulm¨¢n, "sabio es el capaz de asombrarse de todo y de nada". Es el mundo de los antagonistas como complementarios activos, que se ratifican el uno al otro. El zen: todo es nada, nada es todo. Dicho as¨ª suena a simplificaci¨®n tonta, pero indica que el artista nunca ha de cerrar las ventanas y bajar sus antenas. La perplejidad est¨¢, pues, servida.
Babelia
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