El estr¨¦s del soldado
Ansiedad y depresi¨®n son los trastornos que m¨¢s sufren los militares espa?oles en zonas de conflicto
En Kosovo, L¨ªbano y Afganist¨¢n, Espa?a tiene unos 3.000 militares desplegados en misiones de paz. A pesar de los riesgos, la aparici¨®n de trastornos psicol¨®gicos graves o del s¨ªndrome de estr¨¦s postraum¨¢tico (TEP) es rara.
Los problemas se derivan sobre todo de vivencias de accidentes con veh¨ªculos o helic¨®pteros, que causan ansiedad, depresi¨®n leve y, ocasionalmente, estr¨¦s agudo. Al regresar, la mayor¨ªa necesita un periodo de adaptaci¨®n. Las medidas adoptadas por la sanidad militar antes, durante y despu¨¦s de la misi¨®n facilitan la prevenci¨®n de estos trastornos y la cohesi¨®n del grupo. En Estados Unidos se da un caso de TEP por cada tres bajas.
Las medidas adoptadas antes, durante y despu¨¦s de las misiones facilitan la prevenci¨®n
De cada 800 soldados, unos 20 precisan una intervenci¨®n por depresi¨®n o ansiedad
El s¨ªndrome de estr¨¦s postraum¨¢tico se identific¨® en 1980, al constatar que un alto porcentaje de los soldados de Vietnam presentaba s¨ªntomas de angustia. La OMS y la Asociaci¨®n Americana de Psiquiatr¨ªa lo catalogaron en 1994 como un cuadro m¨¦dico generado por una situaci¨®n traum¨¢tica (guerra, cat¨¢strofe natural o accidente). El TEP se manifiesta con embotamiento o rigidez afectiva, desapego emocional, fobias, p¨¢nico, insomnio, estado depresivo y conductas de evitaci¨®n seis meses despu¨¦s del suceso.
Fuentes del Ministerio de Defensa informan de que no disponen de datos contrastados sobre los trastornos m¨¢s frecuentes de los soldados espa?oles en zonas de conflicto. Pero se estima que de cada 800 soldados, unos 20 pueden precisar alguna intervenci¨®n por depresi¨®n o ansiedad en la zona de conflicto. Los problemas psicol¨®gicos emergen m¨¢s por motivos personales con la pareja o derivados de los hijos, enfrentamientos dentro de la unidad, o en alg¨²n caso por s¨ªndrome de abstinencia. Por otra parte, muchos soldados optan por la sanidad privada y se desconoce si se tratan o no salvo que causen baja m¨¦dica.
Enrique de Nicol¨¢s, comandante y jefe de servicio de Psicolog¨ªa del hospital Central de la Defensa G¨®mez Ulla, explica que los trastornos psicol¨®gicos de las misiones que m¨¢s se tratan en su hospital se derivan de los accidentes con veh¨ªculos o con helic¨®pteros. "Quiz¨¢ uno de los m¨¢s graves fue el ocurrido con el Cougar en Afganist¨¢n el pasado mes de agosto en el que murieron 17 militares. Los soldados que iban en el segundo helic¨®ptero vieron la desastrosa situaci¨®n de sus compa?eros y se tuvo que evacuar a tres con estr¨¦s agudo", afirma el comandante, que en su experiencia en el hospital y en misiones no ha tratado a ning¨²n soldado con TEP.
Una de las claves es la prevenci¨®n. "En las pruebas de acceso al cuerpo militar se hace un reconocimiento m¨¦dico que incluye una bater¨ªa de pruebas psicol¨®gicas. El segundo filtro se realiza en la fase de formaci¨®n b¨¢sica, en la que se pueden detectar problemas de adaptaci¨®n", explica De Nicol¨¢s. "Si se observan problemas en estas cribas, se reeval¨²a a los soldados en el hospital militar antes de jurar bandera, momento a partir del cual tienen una relaci¨®n contractual con el Ej¨¦rcito. Una vez que entran tienen opci¨®n a ser tratados por la sanidad militar o una sociedad privada".
La atenci¨®n sanitaria de los militares se incorpora a la misi¨®n desde el inicio en tres fases: dos en territorio nacional y una en la zona de conflicto. La primera es de preparaci¨®n, y prev¨¦ una selecci¨®n psicof¨ªsica seg¨²n las caracter¨ªsticas de la misi¨®n. Se les explica cu¨¢l va a ser su trabajo, el origen y el curso actual del conflicto, y se toman medidas de control y reducci¨®n de estr¨¦s. Tambi¨¦n se interviene con las familias. En la segunda, se les da preparaci¨®n para que se adapten al nuevo lugar, se les vacuna y se les da informaci¨®n higi¨¦nico sanitaria.
"Con los resultados del reconocimiento psicol¨®gico se elabora una lista de las personas m¨¢s vulnerables para que el equipo de apoyo psicol¨®gico que se desplaza con la unidad haga un seguimiento directo de estos soldados. Este mismo equipo realiza al final de la misi¨®n y antes de volver a territorio nacional un informe de ajuste psicol¨®gico de todo el contingente", apunta De Nicol¨¢s.
Cuando regresan se les hace un reconocimiento psicof¨ªsico de fin de misi¨®n. La mayor¨ªa precisa un periodo de adaptaci¨®n a la vida cotidiana porque se sienten desplazados en casa y tienen sentimientos de vac¨ªo, p¨¦rdida de intensidad vital, recuerdan los ruidos de las bombas, la miseria, la pobreza, la muerte. Esta situaci¨®n se normaliza en un mes.
"Las situaciones traum¨¢ticas que viven los soldados se tolerar¨ªan mejor si conocieran la motivaci¨®n que les conduce a apuntarse en el Ej¨¦rcito, que pueden ser muy variadas desde un aspecto meramente profesional: huir de una situaci¨®n conflictiva en casa o por esp¨ªritu de ayuda y generosidad. El equilibrio reside en que la ganancia psicol¨®gica de estas experiencias se corresponda con lo que la persona espera", se?ala Carmen Rud¨ªn, experta en trastornos de angustia y estr¨¦s.
Un trabajo de revisi¨®n bibliogr¨¢fica publicado en Psicolog¨ªa online en 2005 sostiene que la reacci¨®n de estr¨¦s de combate es una parte muy importante en las bajas militares y que est¨¢ directamente relacionada con la ca¨ªda de la resistencia y la quiebra de la moral de la unidad. Tambi¨¦n se?ala que el temor a perder la vida en combate se convierte en una amenaza creciente que genera una ansiedad dif¨ªcil de manejar. El estudio subraya adem¨¢s que la prevalencia de este trastorno depende fundamentalmente de los factores del combate y que es m¨¢s elevada en las batallas intensivas que presentan una gran virulencia.
El libro ?Es posible medir la moral?, el potencial psicol¨®gico, un modelo operativo que intenta explicar esa compleja realidad, editado por el Instituto Universitario General Guti¨¦rrez Mellado en 2005, presenta un nuevo patr¨®n que permite estimar la moral de las unidades militares basado en la confianza del grupo para llevar a cabo una acci¨®n con ¨¦xito. En este volumen, coordinado por Juan Manuel Garc¨ªa Monta?o, coronel y doctor en Psicolog¨ªa, se exponen los ocho par¨¢metros principales que miden esta actitud y la influencia de cada uno de ellos: confianza en el mando (25%), confianza en los materiales (13%), convicciones personales relacionadas con la utilidad de su trabajo (11%), cohesi¨®n de grupo (10%), confianza en s¨ª mismo (9%), confianza en la unidad (8%) y apoyo social (7%).
Otro trabajo de investigaci¨®n realizado con 150 veteranos de la guerra de Croacia, publicado en 2004 en The European Journal of Psiquiatry, muestra que dos de los factores de riesgo de TEP m¨¢s importantes son las experiencias en la zona de guerra y el recibimiento al regreso en el hogar.
Una atenci¨®n mod¨¦lica en misiones
La atenci¨®n m¨¦dica de los militares desplazados es similar en todos los pa¨ªses desarrollados y se caracteriza por disponer de sistemas de atenci¨®n r¨¢pidos y definidos. La sanidad militar espa?ola destaca por ser uno de los primeros pa¨ªses europeos en enviar equipos de apoyo psicol¨®gico con las unidades y uno de los pioneros y l¨ªderes en los servicios de telemedicina o asistencia m¨¦dica a distancia en tiempo real. Pero, ?qu¨¦ ocurre cuando un soldado cae herido, tiene un accidente o se pone enfermo?En todas las misiones y en cualquiera de los tres ej¨¦rcitos (Tierra, Aire y la Armada) existen tres niveles de asistencia m¨¦dica acorde con el lugar y la gravedad de la lesi¨®n: botiqu¨ªn, c¨¦lula de estabilizaci¨®n y hospital de campa?a. Existe una cuarta v¨ªa para las emergencias, en las que se traslada al paciente al hospital Central de la Defensa G¨®mez Ulla, centro de referencia de la sanidad militar espa?ola ubicado en Madrid.En el botiqu¨ªn, integrado por un m¨¦dico de familia y un enfermero, se curan las lesiones m¨¢s leves. Este equipo acompa?a a los soldados cuando salen de patrulla, como el pasado 13 de noviembre en Afganist¨¢n, cuando resultaron heridos siete soldados. En la c¨¦lula de estabilizaci¨®n, otro equipo de las mismas caracter¨ªsticas trata lesiones m¨¢s graves. Y en el hospital de campa?a hay especialistas de las disciplinas esenciales. El n¨²mero y tipo de facultativos var¨ªa seg¨²n la misi¨®n."Puede suceder que el militar necesite una intervenci¨®n cl¨ªnica por trastornos psic¨®ticos agudos como crisis de ansiedad, trastorno delirante o bipolar. En estas situaciones se hace una actuaci¨®n inmediata y breve para normalizar al paciente y se consulta por telemedicina. Con este tipo de medicina se puede, adem¨¢s, enviar pruebas de imagen est¨¢ticas o din¨¢micas y monitorizar al enfermo en tiempo real en menos de media hora. Si el paciente evoluciona mal se traslada a nuestro centro", explica Enrique de Nicol¨¢s, jefe de servicio de Psicolog¨ªa del hospital Central de la Defensa.
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