Valverde rechaza la oferta del T-Mobile

La semana pasada Jos¨¦ Miguel Ech¨¢varri volvi¨® a acordarse de Perico Delgado. "Nunca me arrepentir¨¦ lo suficiente de haberle dejado marchar", le coment¨® a Eusebio Unzue, su socio al frente del Caisse d'?pargne-Illes Balears. "Entonces, a finales de 1984, fue por una diferencia de 20 millones de pesetas, que ahora no parece nada. De golpe y porrazo nos quedamos sin l¨ªder, el equipo qued¨® hu¨¦rfano y las pasamos canutas. Y, encima, Perico gan¨® la Vuelta con el Orbea, su nuevo equipo. No podemos cometer el mismo error con Valverde". Sobre la mesa, entre ambos, un solo asunto: la "mareante" oferta que el T-Mobile le hab¨ªa lanzado a Alejandro Valverde, la estrella de su equipo, el l¨ªder, por quien incluso estaba dispuesto a pagar una cl¨¢usula de rescisi¨®n establecida en casi tres millones de euros.

"No pod¨ªamos cometer el mismo error con Valverde que con Perico Delgado", dice Ech¨¢varri

Ayer, Ech¨¢varri y Eusebio Unzue se encontraban en Bruselas, en una caliente reuni¨®n de la Asociaci¨®n Internacional de Equipos, pero desde Murcia la gente de Valverde les hac¨ªa llegar que, finalmente, no ten¨ªan nada que temer, ¨¦l no ser¨ªa un segundo Perico Delgado. O casi. "Alejandro tiene ganas de quedarse y valora el esfuerzo que ha hecho el equipo y la oferta a la que est¨¢n dispuestos a llegar", explican fuentes cercanas al corredor. "Ahora faltan los flecos, que algunas veces son m¨¢s impedimento que el cogollo del contrato, aunque no creo que sea ¨¦ste el caso. Tenemos que terminar de fijar los asuntos de los derechos de imagen y la duraci¨®n del nuevo contrato, tres o cuatro a?os. Pero, hasta que no firme, no hay nada seguro".

Entre el miedo de Ech¨¢varri y Unzue y el suspiro de alivio de ambos al alim¨®n, varios d¨ªas y muchas acciones a varias bandas.

Unzue viaj¨® a Murcia para negociar con Paco y Antonio S¨¢nchez, los representantes del corredor, una prolongaci¨®n del contrato hasta 2010 que pudiera contrarrestar la del equipo alem¨¢n, que buscaba al murciano como sustituto natural de Jan Ullrich. Al mismo tiempo se trataba de contrarrestar, con su presencia f¨ªsica, la insistencia telef¨®nica de Bob Stapleton, el m¨¢nager del T-Mobile, quien, desde Mallorca, donde el equipo pasa su retiro invernal, no cesaba de urgir a Valverde a aceptar su oferta, que varias fuentes cifran en 10 millones de euros por tres a?os, cl¨¢usula de rescisi¨®n aparte. Y de acallar tambi¨¦n las acusaciones de juego sucio que llegaban desde la bale¨¢rica isla, como la responsabilidad de la aparici¨®n en la prensa de un par de noticias que acabaron con la discreci¨®n del asunto.

Tambi¨¦n fue el momento de las reflexiones, de poner sobre la mesa las desigualdades de la situaci¨®n de uno y otro equipo, de pensar en algo m¨¢s que en el dinero. Para poder disfrutar de la oferta germana, Valverde deber¨ªa dejar de ser trabajador y convertirse en aut¨®nomo, empresa de servicios, y, adem¨¢s, tendr¨ªa que establecerse en M¨®naco o Suiza para gozar de las ventajas fiscales en que se basaba la mareante proposici¨®n. Por ello, la desigualdad: para poder igualar la oferta en limpio de los alemanes, el Caisse d'?pargne deber¨ªa desembolsar al menos un 50% m¨¢s. Y luego estaba el problema de la adaptaci¨®n cultural. Valverde, persona social y amante de estar rodeada de colegas y amigos permanentemente, se enfrentaba a una emigraci¨®n en solitario a un conjunto alem¨¢n justo el a?o en que su equipo se convert¨ªa en una especie de mini selecci¨®n murciana, con los fichajes de Luis Le¨®n S¨¢nchez y Jos¨¦ Joaqu¨ªn Rojas.

Ech¨¢varri, por su parte, entr¨® en comunicaci¨®n con Par¨ªs para convencer a los responsables de la Caisse d'?pargne, las cajas de ahorros francesas, su principal patrocinador, de la necesidad de hacer un esfuerzo econ¨®mico para retener a Valverde, de la necesidad de seguir contando en el equipo con el corredor que en 2006 les aup¨® al primer puesto de la clasificaci¨®n general combinada (equipos y corredores) del UCI ProTour.

El mi¨¦rcoles por la tarde, por tel¨¦fono, se pudieron juntar todas las piezas. Par¨ªs daba el OK, Unzue transmit¨ªa su oferta a Murcia, la que plasmaba las peticiones de Valverde, y ¨¦ste aceptaba de entrada. A falta, por supuesto, de los flecos que convierten a todo contrato, finalmente, en algo parecido a una alfombra. Solucionados, la ¨²ltima duda -?estar¨¢ Valverde en Par¨ªs el martes pr¨®ximo en la presentaci¨®n del Caisse d'?pargne o para verlo de cerca habr¨¢ que ir el s¨¢bado a Mallorca a la presentaci¨®n del T-Mobile?- quedar¨¢ resuelta a favor de Par¨ªs, la capital francesa.