'The show must go on'
El a?o se despidi¨® de Madrid de la peor manera posible, y no por culpa de Madrid, ni del tiempo, ni de nosotros, sus habitantes. Llegaron unos cuatreros, como en las pel¨ªculas del Oeste, a la ciudad alegre y confiada, y dejaron su marca sangrienta; unas heridas irreparables y un par de v¨ªctimas elegidas al azar que no pod¨ªan ser m¨¢s acusadoras para los asesinos. No un polic¨ªa, ni un general, ni siquiera un magnate a bordo de un Mercedes, que hubieran servido de coartada a su p¨¦sima conciencia. Los que murieron en la T-4 murieron con las botas del trabajador puestas y bajo una manta contra el fr¨ªo, no envueltos en un uniforme opresor ni en pieles de vis¨®n.
Pero la ciudad sigui¨® su vida cotidiana, y, aunque de forma amortiguada, continu¨® en los d¨ªas siguientes la fiesta navide?a, en especial la de Reyes, pues habr¨ªa sido incomprensible para los ni?os la explicaci¨®n de que este a?o, en vez de los Reyes Magos de Oriente, tres o dos facinerosos hab¨ªan tra¨ªdo del norte un cargamento mort¨ªfero. El d¨ªa 5, las calles del centro estaban llenas de escaleras de cocina, y, como no tengo ni?os, me sorprendi¨® su cantidad; un padre me explic¨® que as¨ª los m¨¢s peque?os pueden ver subidos a ellas la cabalgata. ?No ser¨ªa para elevarse del mismo suelo que d¨ªas antes hab¨ªan pisado los criminales?
Los que murieron en la T-4 murieron con las botas del trabajador puestas y bajo una manta contra el fr¨ªo
Otra que est¨¢ que se sale es Aguirre, si bien en su caso las iniciativas que emprende bordean el surrealismo
Tambi¨¦n prosigue la cabalgata de las valquirias locales. No hay que olvidar que estamos en a?o electoral, cosa que he notado hasta en mi bolsillo, que ya es decir en estos tiempos de redondeo permanente. El Ayuntamiento, que llevaba tres a?os subiendo de manera escandalosa -por encima de cualquier ¨ªndice, el del IPC o el de Dow Jones- las cuotas de la piscina municipal cubierta de la que soy usuario, este enero apenas la ha subido, para tenernos contentos incluso en ba?ador. ?Qu¨¦ pasar¨ªa si nunca pasase nada? ?se es el eslogan, ya lo saben ustedes, de otra de las m¨²ltiples campa?as de auto-bombo (y con truco) de Ruiz-Gallard¨®n. ?Qu¨¦ pasar¨ªa si nunca pasase nada en los precios? Mientras llega esa utop¨ªa, no hay d¨ªa que nuestro alcalde no inaugure algo, un parque, una mediana, una estaci¨®n de metro que poco despu¨¦s cierra o sufre aver¨ªa en sus trenes. Una ma?ana, hace poco, le vi inaugurar rodeado de edecanes un bordillo de acera, no es broma. ?Lo era eso que se anunci¨® de que el Ayuntamiento iba a prohibir a los agentes de tr¨¢fico llevar el pelo largo, barba o pulseras?
La normativa hab¨ªa ca¨ªdo, dec¨ªa el periodista F. J. Barroso que daba la noticia en estas p¨¢ginas, "como un jarro de agua fr¨ªa en el cuerpo" de los municipales, y se comprende, pues est¨¢ claro que esos admin¨ªculos, tanto pilosos como ornamentales, abrigan en invierno, y no parecen contravenir ninguna ley escrita. Quiz¨¢ s¨ª la Ley Sobrenatural en la que creen los devotos pol¨ªticos del PP. No quiero ni pensar la que se puede armar el d¨ªa en que un agente de Movilidad se haga sij y llegue al trabajo con un turbante.
Parece garantizado que el espect¨¢culo continuar¨¢ hasta las elecciones.
Volviendo a los bordillos y a los seres sobrenaturales. Otra que est¨¢ que se sale es Esperanza Aguirre, si bien en su caso las noticias e iniciativas que emprende bordean siempre el surrealismo o la astracanada. El astrac¨¢n surrealista, digamos. La mejor de todas es la que se public¨® tambi¨¦n en EL PA?S con un titular que tengo recortado: "Aguirre alquilar¨¢ 700 vagones de metro a cuatro bancos". Confieso que a la primera ojeada lo le¨ª al rev¨¦s, llevado por ese instinto reflejo que los Rom¨¢nticos llamaban "suspensi¨®n del descr¨¦dito". Esto es lo que mis ojos incr¨¦dulos leyeron: "Aguirre alquilar¨¢ cuatro bancos a 700 millones cada uno". Se acercaba m¨¢s a la realidad inmobiliaria de la regi¨®n, pero tampoco ten¨ªa sentido. As¨ª que tuve que leerme la noticia entera, en la que las cifras me desbordaron por lo ingentes: vagones y millones a porrillo, pero con un ¨²nico corolario, los nuevos convoyes del servicio p¨²blico que utilizamos los madrile?os (cuando no est¨¢ suspendida la l¨ªnea, la canci¨®n del a?o en los altavoces del metro), ni siquiera son nuestros. Esperanza Aguirre no ten¨ªa presupuesto en el momento de la compra (ya sabemos sus problemas de liquidez), por lo que los alquila a sus verdaderos propietarios, esos cuatro bancos que -como nuestras casas hipotecadas, nuestros ahorros y nuestras pensiones- poseen todo lo que creemos tener. Se acerca el d¨ªa en que agarrarse a las barras de la l¨ªnea 6 lleve comisi¨®n bancaria.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.