Navegadores
Los navegadores que hablan tambi¨¦n distraen lo suyo
LA DIRECCI?N GENERAL DE TR?FICO advierte contra los navegadores: distraen tanto como los tel¨¦fonos m¨®viles. ?Ya era hora! Ya era hora de que alguien advirtiera contra esos artefactos. Distraen much¨ªsimo, sobre todo si se utilizan con el coche en marcha. En ese sentido, tambi¨¦n es muy peligroso el Quijote. Si te pones a leer el Quijote mientras conduces, te pegas la leche del siglo. Imagino que en el Gobierno deben de tener una sensaci¨®n similar con la prensa: si lees la prensa mientras gobiernas, corres el riesgo de peg¨¢rtela.
El Gobierno debe de tener la sensaci¨®n de que si lees la prensa mientras gobiernas, corres el riesgo de peg¨¢rtela
De todas maneras, hace bien la DGT en advertir, porque te subes al coche de un amigo que se empe?a en demostrarte lo bien que va su navegador nuevo, arranca el coche, y con un tr¨¢fico de mil demonios inclina todo su cuerpo a la derecha, ech¨¢ndosete encima como si se preparara para el sexo oral, y se pone a tocar la pantallita con el punz¨®n, momento en el que uno piensa en clavarle el punz¨®n o en que podr¨ªan tocarse otra cosa con el punz¨®n. "A ver, hombre, que no veo bien: poblaci¨®n, ge erre a ene o ele ele e erre ese, co?o, me ha salido mal, otra vez". Con el coche en marcha, intentan deletrear poblaci¨®n, calle, cruce y n¨²mero de destino. Lo cierto es que el resto de conductores tampoco protesta, porque muchos van tambi¨¦n con el navegador, podr¨ªamos escribir el puto navegador, pero tampoco nos vamos a pasar de coloquiales.
Va todo el mundo por las v¨ªas de circunvalaci¨®n de las ciudades inclinado sobre el asiento del copiloto, d¨¢ndole a la pantallita con el punz¨®n. En alg¨²n momento se cruzar¨¢n las ¨®rdenes de navegador a navegador y las v¨ªas de circunvalaci¨®n se convertir¨¢n en la carrera de los autos locos. Cuando los conductores recomponen la figura, ya ha recorrido varios kil¨®metros en direcci¨®n contraria. Empiezas en las Torres Gemelas de Nueva York, en el navegador pones como destino Paz Mundial, y para cuando te da la ruta ya llevas dos a?os en Irak, con un desastre sin parang¨®n, o con poco parang¨®n. Entonces, el navegador te ordena: "Hay que irse de Irak". Vaya, hombre. Hay que admitir que George W. Bush ha estado un poco lento d¨¢ndole al punz¨®n, o el navegador, poco h¨¢bil.
Los navegadores que hablan tambi¨¦n distraen lo suyo: "Siguiente a la derecha". "Siguiente a la izquierda". Como consejeros pol¨ªticos autom¨¢ticos. Muy pr¨¢cticos, porque si se ponen muy pesados llev¨¢ndote la contraria, los desconectas y adi¨®s. Muy ¨²tiles para un presidente del Gobierno. Una reforma constitucional muy interesante, por cierto, ser¨ªa introducir como figura obligatoria en un Gobierno al ministro de Llevarme la Contraria, al que estar¨ªa prohibido cesar.
-Presidente, lo has hecho fatal, eres una cat¨¢strofe, un desastre, no vales un pimiento, ?c¨®mo puedes equivocarte siempre? Lo que tienes que hacer es pensar: ?ahora yo qu¨¦ har¨ªa? Y hacer lo contrario, porque as¨ª acertar¨ªas.
Otra figura interesante en un Gobierno ser¨ªa el ministro de Medidas Imposibles.
-Presidente, ?y si posaras desnudo en Intervi¨², como la gallega de Canc¨²n?
Otro cargo imprescindible: ministro de Yoyalodije. Para ese cargo habr¨ªa cola. Y dos carteras m¨¢s: ministro de ?Lo ves? Y ministro de Yoten¨ªaraz¨®n. Claro que eso tambi¨¦n ser¨ªa llenar el Gobierno de periodistas, y tampoco es eso.
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