La trampa de abortar en casa con Cytotec
El uso de un protector estomacal que se vende por Internet para interrumpir el embarazo causa graves efectos secundarios
"Soy de Madrid y vendo Cytotec en dosis de 4, 6 y 8 pastillas en toda Espa?a. 100% efectivas. Stock permanente". El precio es de 70 euros por cuatro pastillas y 110 por ocho, la cantidad de medicamento que Karin, la vendedora virtual, recomienda como id¨®nea para abortar en casa. Cytotec, del laboratorio Pfizer, no se cre¨® para interrumpir embarazos. Su prospecto especifica que es un protector estomacal indicado para ¨²lceras de est¨®mago y duodenales. Pero su principio activo, el misoprostol, provoca tambi¨¦n contracciones en el ¨²tero que facilitan que se expulse el feto o embri¨®n. Por esta raz¨®n se vende de forma clandestina desde hace a?os en Am¨¦rica Latina, donde el aborto est¨¢ prohibido en la mayor parte de los pa¨ªses. Y la costumbre ha llegado a Espa?a. En las farmacias s¨®lo se vende con receta m¨¦dica (a 10 euros 40 pastillas), pero las mujeres que quieren interrumpir su embarazo pueden adquirirlo f¨¢cilmente por Internet. Eso s¨ª, pagando 55 veces su precio.
Desde varios pa¨ªses de Am¨¦rica Latina se hacen env¨ªos que no tardan m¨¢s de cuatro d¨ªas
En los hospitales de Madrid reciben a mujeres inmigrantes sangrando tras la toma
Desde que hace 15 d¨ªas detuvieron en Madrid a una pareja que lo vend¨ªa por la Red a toda Espa?a, conseguirlo no es ya tan r¨¢pido como antes. Varias p¨¢ginas espec¨ªficas para nuestro pa¨ªs, que promet¨ªan env¨ªos en 24 horas, se han borrado. El anuncio de Karin, por ejemplo, sigue circulando, pero nadie responde en el n¨²mero de tel¨¦fono que aparece y la p¨¢gina web a la que se remite ya no est¨¢ disponible. Parece que se ha creado una cierta alarma con la divulgaci¨®n de la detenci¨®n en todos los medios de comunicaci¨®n. En un locutorio del barrio de Pueblo Nuevo, en Madrid, el encargado indica que "¨²ltimamente en la zona ya no se pueden encontrar" y recomienda probar en Vallecas.
A pesar de todo, que las manden a un domicilio espa?ol sigue siendo sencillo. Desde varios pa¨ªses de Am¨¦rica Latina se hacen env¨ªos que no tardan m¨¢s de cuatro d¨ªas. El chileno Pablo Arancibia no tarda ni cinco minutos en responder a una petici¨®n por correo electr¨®nico y cobra 106 d¨®lares (82 euros) por cuatro pastillas que env¨ªa ocultas en un libro. "Para que en Correos no crean que es droga", explica. Asegura que puede ser usado "sin seguimiento m¨¦dico" y que "no presenta contraindicaciones o efectos secundarios de importancia". Los especialistas, sin embargo, desmienten rotundamente estas atrevidas afirmaciones.
Hospitales p¨²blicos y cl¨ªnicas privadas de interrupci¨®n de embarazos coinciden en que el Cytotec se usa en Espa?a desde principios de los a?os noventa y aseguran que puede producir graves efectos secundarios como arritmias o depresi¨®n. Y, sobre todo, fuertes hemorragias. Si las cosas van mal, la mujer corre riesgo de desangrarse. Especialmente cuando se ha administrado por la vagina, como recomiendan los vendedores de Internet, o se han tomado altas dosis. En varios foros de Internet, en los que las mujeres comparten sus experiencias con Cytotec, se puede apreciar el desconocimiento sobre cu¨¢ntas pastillas deben tomarse. Si con cuatro no funciona, toman otras cuatro, y si no est¨¢n seguras, otras cuatro. Y as¨ª sucesivamente. Porque, adem¨¢s, una vez que se empieza ya no hay vuelta atr¨¢s. El misoprostol puede provocar que, si nace, el ni?o tenga malformaciones, par¨¢lisis o falta de miembros. Algunas escriben para referir terribles dolores y desaconsejar a otras internautas que sigan sus pasos.
"Cada semana llegan a la cl¨ªnica una o dos mujeres que han tomado Cytotec", se?ala Empar Pineda, portavoz de la cl¨ªnica Isadora, en Madrid, especializada en interrupciones voluntarias de embarazo. "A las cl¨ªnicas privadas vienen cuando el aborto no ha concluido", a?aden fuentes de la cl¨ªnica Dator, tambi¨¦n en Madrid. "Cuando tienen hemorragias, en cambio, acuden a las urgencias de los hospitales p¨²blicos". La Consejer¨ªa de Sanidad de Madrid confirma que los hospitales les han alertado de que un importante n¨²mero de mujeres inmigrantes llegan sangrando despu¨¦s de tomar Cytotec, pero no hay datos precisos porque las pacientes aseguran que se trata de abortos espont¨¢neos. "Es imposible tener la certeza de que han tomado este medicamento si no se encuentran las pastillas dentro", explica Alfonso Gandasegui, ginec¨®logo del hospital Cl¨ªnico de Madrid, "pero hay indicios, como que llegan con el cuello del ¨²tero ya muy dilatado, uno de los efectos del Cytotec". Jos¨¦ Manuel Bajo, presidente de la Sociedad Espa?ola de Ginecolog¨ªa y Obstetricia, indica que "para tener claro que han tomado este medicamento es necesario un an¨¢lisis de sangre". "Pero los m¨¦dicos no estamos para investigar esto, sino para atender a las mujeres", a?ade Bajo, informa Emilio de Benito.
Todos coinciden en que el problema existe, pero las razones por la que se toma el Cytotec en Espa?a, donde el aborto est¨¢ despenalizado desde 1985 en tres supuestos (violaci¨®n, grave riesgo para la salud f¨ªsica o ps¨ªquica de la madre o malformaci¨®n del feto), no est¨¢n claras. Las fuentes sanitarias y asociaciones de inmigrantes apuntan tres factores: los bajos recursos de muchas mujeres inmigrantes, que no pueden pagar una cl¨ªnica privada para abortar -los precios oscilan entre los 300 y 400 euros para las intervenciones sencillas que s¨®lo necesitan anestesia local-; la objeci¨®n de conciencia en la sanidad p¨²blica, donde s¨®lo se practica el 2,9% de los abortos, seg¨²n datos del Ministerio de Sanidad de 2005, y falta de cultura de planificaci¨®n familiar de la poblaci¨®n inmigrante. En general, coinciden en que entre muchas mujeres -m¨¢s si trabajan en el servicio dom¨¦stico, internas en casa-, falta informaci¨®n sobre los recursos que existen y sobre los peligros que corren tomando Cytotec. En algunas comunidades, la sanidad p¨²blica sufraga el aborto de mujeres sin recursos aunque se realice en una cl¨ªnica privada, pero no sucede en todas las regiones.
Empar Pineda, portavoz de la cl¨ªnica Isadora, opina que "las autoridades demuestran muy poca preocupaci¨®n por la salud sexual y, teniendo en cuenta que hay estudios que indican que la mitad de los abortos se practican a mujeres inmigrantes, se deber¨ªa pensar que algo falla y poner remedio". Mientras tanto, los vendedores virtuales siguen ofreciendo su producto, cantando sus bondades, explicando que no es peligroso y asegurando, eso s¨ª, que s¨®lo en ellos se puede confiar: "Cu¨ªdese de estafadores", dice Ronald Benites. "Conozco a muchos en este medio".
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