"La Cidade da Cultura no le va a quitar dinero a nada"

La conselleira de Cultura del Gobierno gallego afirma en la entrevista que la Cidade da Cultura de Galicia, que se construye en Santiago, absorbe algo m¨¢s del 1% del presupuesto anual de la Xunta. ?nxela Bugallo opina que "no es una cantidad tan grande como para que esto implique la precariedad de otros sectores"

"Cuando llegamos fue como si se abriesen las ventanas y todo el mundo empez¨® a opinar"

"Somos un cogobierno que debe tener la ambici¨®n de invertir m¨¢s en cultura"

"El dinero que entregas tiene que servir para dejar un poso y para proyectarse fuera"

"Trabajamos conjuntamente con Econom¨ªa para captar capital privado"

"Hemos cambiado completamente el criterio para conceder subvenciones"

"Nos tomamos con responsabilidad un problema que nos dej¨® el anterior Gobierno"

?nxela Bugallo (A Coru?a, 1963) es consciente de que se la ha visto casi ¨²nicamente como la conselleira de la Cidade da Cultura por el mucho tiempo que ha requerido la b¨²squeda de una soluci¨®n al complejo heredado de Manuel Fraga. Pero la conselleira nacionalista reivindica todos los aspectos de su gesti¨®n como un cambio a fondo de la pol¨ªtica cultural. En esa transformaci¨®n incluye tambi¨¦n el destino de la Cidade que, asegura, no supondr¨¢ una merma en los recursos destinados a la promoci¨®n de todos los ¨¢mbitos de la cultura.

Pregunta. ?Est¨¢ totalmente satisfecha con la soluci¨®n dada a la Cidade da Cultura?

Respuesta. Era la mejor que se pod¨ªa buscar, la m¨¢s apropiada para nuestros sectores culturales. Los ¨²ltimos meses se han dedicado a activar el mecanismo de participaci¨®n, en el que han intervenido m¨¢s de 400 personas, todo nuestro tejido cultural. Por lo tanto no es simplemente la soluci¨®n de la conselleira o del Gobierno, sino la de las instituciones culturales, porque se le pidieron informes a las que tienen capacidad de asesoramiento, el Consello da Cultura y el Museo do Pobo Galego.

P. ?No dan la impresi¨®n de asumir ahora con entusiasmo un proyecto que no era suyo?

R. Este Gobierno no hizo la Cidade da Cultura, pero cuando lleg¨® se encontr¨® con 4 edificios y todos los contratos de los restantes ya asignados. Lo que tuvo que hacer fue coger esa realidad y buscarle una soluci¨®n con una gran potencialidad, porque la Cidade es una infraestructura de gran potencia a la que tenemos que dotar de un proyecto muy ambicioso y una soluci¨®n que encaje dentro de la nueva pol¨ªtica cultural y que responda a las necesidades de la cultura gallega. Nos tomamos con responsabilidad un problema que nos dej¨® el anterior Gobierno. La soluci¨®n nuestra no se parece en nada a lo que era el proyecto cultural, si es que se le puede llamar proyecto cultural a lo que hab¨ªa anteriormente, porque s¨®lo hab¨ªa una serie de t¨ªtulos puestos a determinados edificios.

P. ?No hab¨ªa manera de redimensionarlo?

R. El proyecto de Eisenman no consiste en una serie de edificios aislados, sino en una red continua que conforma un ¨²nico edificio. El ¨²nico valor que ten¨ªa lo que se estaba haciendo era el arquitect¨®nico y lo que faltaba era justo el centro. No continuarlo supondr¨ªa perder ese valor. El redimensionamiento hay que pensarlo, no desde el punto de vista del tama?o, que viene definido por el espacio que queda entre los cuatro edificios, sino por el intento de que sirva para cubrir las necesidades que s¨ª ten¨ªamos. Necesit¨¢bamos un archivo de la Administraci¨®n de Galicia y por eso la hemeroteca se convierte en archivo. Tambi¨¦n necesitamos un centro de investigaci¨®n dedicado al patrimonio. Necesit¨¢bamos un lugar de creaci¨®n y exhibici¨®n de la cultura gallega y por eso vamos a crear un Escenario Obradoiro. A partir de esos proyectos, que ya ten¨ªamos, utilizamos los espacios disponibles.

P. ?No les falt¨® energ¨ªa para oponerse al proyecto cuando lo present¨® el anterior Gobierno?

R. Las dos solicitudes de comparecencia que se hicieron entonces fueron del BNG. Pero no hubo ning¨²n inter¨¦s por parte del PP en dialogar con las dem¨¢s fuerzas. Lo que m¨¢s conozco es la posici¨®n del BNG y fue bastante clara en decir que era una idea personal a espaldas a nuestro tejido cultural. Por eso ahora hemos recurrido a la participaci¨®n. Cuando llegamos al Gobierno, fue como si se abrieran las ventanas y todo el mundo empez¨® a opinar. El problema es que empiezas a opinar cuando lo que te encuentras ya no son papeles, sino cuatro edificios y todos los contratos firmados.

P. Hablan de implicar a la empresa privada, pero a¨²n no se sabe nada concreto.

R. Vamos a crear un modelo de gesti¨®n a trav¨¦s de una red de fundaciones que depender¨¢ de la fundaci¨®n central Cidade da Cultura y que va a permitir una gran facilidad de financiaci¨®n y patrocinio privados. En el ¨²ltimo mes ya se han realizado contactos y estamos trabajando conjuntamente las conseller¨ªas de Econom¨ªa y Cultura

P. ?El capital privado tendr¨ªa que ser forzosamente gallego?

R. Podr¨ªa haber capital de fuera, por supuesto. Estamos hablando de fundaciones que dependen de una fundaci¨®n p¨²blica, pero a partir de ah¨ª se abre el el camino al capital financiero dispuesto a invertir en cultura. Este es un elemento que va a tener una proyecci¨®n internacional y que puede resultar atractivo para el capital gallego y para el de fuera.

P. Uno de los riesgos es duplicicar las infraestructuras culturales.. Por ejemplo, se genera incertidumbre sobre el futuro del Centro Galego de Arte Contempor¨¢nea (CGAC) cuando se va a crear otro en la Cidade.

R. Son dos centros con una funcionalidad totalmente distinta. El Centro de Arte Internacional va a funcionar para grandes exposiciones temporales que ser¨¢n fruto de un contrato con un n¨²mero muy reducido de otras instituciones de car¨¢cter internacional. El CGAC lo que hace es tener fondos propios y trabajar sobre una pol¨ªtica muy especializada dentro del arte contempor¨¢neo. No tienen nada que ver, no compiten en absoluto, y el mismo director del CGAC lo explica.

P. ?Hasta qu¨¦ punto la Cidade hipoteca los presupuestos de la Conseller¨ªa? ?Se va a gastar menos dinero en bibliotecas o en exposiciones para costearla?

R. No, al contrario. Lo que hicimos fue adaptar las finalidades de la Cidade para que sirvieran a la pol¨ªtica cultural que tiene ahora esta Conseller¨ªa. La Biblioteca y el Archivo van a ser la cabecera de nuestro sistema de archivos y bibliotecas. La Cidade utiliza una parte importante de los presupuestos de la Conseller¨ªa de Cultura - alrededor de un 28% este a?o- pero eso no va a quitar dinero de otro sitio, ni a impedir que nuestra pol¨ªtica cultural se lleve adelante. No estamos dejando de hacer nada por el tema de la Cidade ni mucho menos. Somos un cogobierno que, como cualquier otro, debe tener la ambici¨®n de invertir cada vez m¨¢s en cultura. Ahora mismo le dedicamos un uno y pico por ciento del presupuesto. No es una cantidad tan grande como para que esto implique la precariedad de otros sectores.

P. ??sta es una cultura muy subvencionada?

R. Hemos cambiado la finalidad de los apoyos econ¨®micos. Es importante consolidar las industrias culturales y estamos abriendo pasos que no tienen nada que ver con la subvenci¨®n tal cual se entend¨ªa antes. Una de las v¨ªas principales, que se abrieron respecto de la m¨²sica, el teatro o el audiovisual, es el de la proyecci¨®n exterior y la distribuci¨®n fuera de Galicia. Otro de los elementos es que la subvenci¨®n no sea s¨®lo para un producto, sino para la creaci¨®n de tejido profesional. El dinero que entregas tiene que servir para dejar poso y que el producto tenga proyecci¨®n fuera.

P. ?El problema de la cultura gallega es su poca visibilidad exterior?

R. Necesitamos proyecci¨®n exterior porque tenemos muchos mercados a los que dirigirnos y mucho que ofertar al mundo, incluso desde el punto de vista patrimonial. La proyecci¨®n exterior te da la posibilidad de recepci¨®n de visitantes y de negocios, adem¨¢s de desarrollar nuestra cultura. Ya no es s¨®lo por el hecho de salir y abrir mercados, sino por buscar el intercambio, que es lo que enriquece a una cultura.