Bagdad, ciudad fallida
El Bagdad de hoy puede ser el futuro de una gran parte del mundo, independientemente de los or¨ªgenes de esta guerra. Al menos as¨ª es como lo ve el Pent¨¢gono en el horizonte de 2015, el de un planeta repleto de barriadas marginales -ya no habr¨¢ s¨®lo Estados sino tambi¨¦n ciudades fallidas- en el que las guerras urbanas se generalizar¨¢n. No deja de ser nefasta coincidencia que el Mando Conjunto de EE UU haya elegido la capital iraqu¨ª como entorno para el ejercicio te¨®rico, aunque implicando a m¨¢s de un millar de soldados reales y a todas las armas, que ha llevado a cabo este oto?o: Urban Resolve 2015. Es la respuesta del Pent¨¢gono a un planeta de megafavelas, como bien explica Nick Turse en tomdispach.com. El objetivo de Urban Resolve 2015 es prepararse a lo que ve como las guerras del futuro: en las barriadas superpobladas del mundo. Pues las estad¨ªsticas indican que en este 2007 reci¨¦n empezado por vez primera viven m¨¢s personas en ciudades que en entornos rurales, y de ellas 1.000 millones en esas barriadas marginalizadas. Esos estrategas miran al desaf¨ªo militar antes que a soluciones socioecon¨®micas.
El juego implicaba una coalici¨®n de fuerzas liderada por EE UU que deb¨ªa hacer frente, en un entorno urbano, a un adversario en parte terrorista, preparado y con equipamiento moderno (aunque no tan avanzado como el americano). Era lo que esperaban los americanos en marzo de 2003 cuando invadieron Irak, y que no ocurri¨® entonces, sino despu¨¦s con m¨¢s enemigos pues a los sun¨ªes y a los extranjeros de Al Qaeda se han sumado milicias chi¨ªes en guerra contra el ocupante y entre todos ellos.
En ese futuro, seg¨²n la versi¨®n oficial, "el espacio de batalla urbano" se vuelve "potencialmente decisivo y virtualmente inevitable". Habr¨¢ que entrar en ¨¦l "a buscar el enemigo donde se encuentre", y el escenario puede ser cualquier centro urbano de Irak a Indonesia, o ?frica (como vemos estos d¨ªas en Somalia). Eso s¨ª, con todo tipo de nuevas parafernalias, desde sistemas para que los soldados trepen por los muros como Spiderman, a frisbies explosivos, mapas en tres dimensiones, visores de edificios o nanosensores. Corresponde siempre a esa confianza americana en la tecnolog¨ªa que, como se ve, no lo puede todo.
Ese futuro era ya el presente el pasado martes en Bagdad cuando las fuerzas americanas libraron una batalla encarnizada en el centro, en torno a la calle de Haifa, que EE UU asegur¨® hace dos a?os haber conquistado a los insurgentes y pacificado. Habitada mayoritariamente por ex funcionarios sun¨ªes del sistema baazista de Sadam Husein, se encuentra a un kil¨®metro de la muy protegida Zona Verde. No parece que el aumento s¨²bito (surge) de m¨¢s de 20.000 efectivos anunciado por Bush vaya a cambiar la realidad, pero s¨ª son previsibles m¨¢s batallas bloque a bloque como la de la calle de Haifa, o incluso en el impenetrable suburbio chi¨ª de Sadar City.
EE UU ya intent¨® reforzar la seguridad en Bagdad en oto?o. Con m¨¢s efectivos puede, en el mejor de los casos, permanecer en las manzanas y barrios conquistados o reconquistados en Bagdad, pero ello no significa que el nuevo Ej¨¦rcito y polic¨ªa iraqu¨ªes est¨¦n en condiciones en noviembre de tomar en sus manos la seguridad del pa¨ªs. Pues las divisiones sectarias se han trasladado a estos cuerpos. En realidad EE UU y sus aliados pueden estar formando a los que se enfrentar¨¢n abiertamente en el futuro, o ya lo est¨¢n haciendo quit¨¢ndose el uniforme. Y mientras, EE UU dif¨ªcilmente podr¨¢ mantener un equilibrio entre sun¨ªes y chi¨ªes y dejar de ser odiado por todos como el ocupante.
Esta guerra s¨®lo podr¨ªa resolverse con un acuerdo entre chi¨ªes y sun¨ªes, apoyado por los Estados de la regi¨®n. Una soluci¨®n pol¨ªtica pues no la hay militar. Pero el verdadero Plan B, tras unas limpiezas ¨¦tnicas que ya est¨¢n en marcha incluso en barrios de Bagdad, es la ca¨ªda de Irak en la sima de la divisi¨®n en tres partes, la kurda, la chi¨ª y la sun¨ª, con algo m¨¢s que una posibilidad de que esta ¨²ltima acabara siendo arrasada, lo que pone los pelos de punta a saud¨ªes y otros reg¨ªmenes del Golfo. aortega@elpais.es
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