"Caisse d'?pargne, sin m¨¢s"
El equipo de Pereiro y Valverde se presenta en Par¨ªs sin saber si tendr¨¢ patrocinador espa?ol
Hace pocos a?os, las bicicletas dejaron de hacerse a la medida de los ciclistas. Cuatro tallas y a tirar, sube la tija, baja la potencia, agu¨¢ntate... Un hecho asumido, como tambi¨¦n habr¨¢ que asumir impepinablemente que los trajes de calle que los ciclistas del Caisse d'?pargne estrenan este mes de enero han dejado de confeccionarse a la medida. A partir de ahora, cuatro tallas y a tirar; si te sobra tiro, corta ca?a, sube la sisa, mete pecho... Y Emilio Latorre, el sastre de toda la vida, desvivi¨¦ndose y sufriendo ante la inflexibilidad de la ropa de confecci¨®n industrial. ?Salir as¨ª, con esas pintas y nada menos que en Par¨ªs, en la pasarela m¨¢s importante del mundo!
?scar Pereiro ya hab¨ªa vuelto a Par¨ªs antes de ayer. Lo hizo en octubre, cuando la presentaci¨®n del Tour. "Pero ni entonces ni ahora he vuelto a pasar por los Campos El¨ªseos, por el lugar en el que estaba instalado el podio del Tour", dice el corredor gallego; "pero no porque le tenga gato al sitio o piense que en vez de en el segundo escal¨®n [tras el estadounidense Floy Landis, acusado de dopaje] tendr¨ªa que haber subido arriba del todo, sino porque no se ha presentado la ocasi¨®n".
Alejandro Valverde nunca ha llegado a Par¨ªs en bicicleta. Los dos Tour que comenz¨® terminaron en lesi¨®n y accidente. "Y mis suegros vinieron en Nochevieja y me dijeron que me viniera con ellos, pero yo les respond¨ª que s¨®lo volver¨ªa a Par¨ªs en bicicleta", dice Valverde, quien rompi¨® su promesa obligado por la presentaci¨®n de su equipo, el Caisse d'?pargne, a orillas del Sena, corriente de chocolate espeso que fluye tranquila a pocos metros de los ventanales, acero y cristal, de la nueva sede de la caja de ahorros francesa, no lejos del barrio Latino, cueva de turistas ricos m¨¢s que de estudiantes rojos, con vistas al Sacr¨¦ Coeur, al Beaubourg y a las torres de Notre Dame, a espaldas justo del inmueble en el que en 2005 murieron 17 inmigrantes africanos durante un incendio.
La presencia de Valverde, l¨ªder del equipo, no era un asunto tan obvio hace una semana solamente, cuando, tentado por una oferta del T-Mobile, el murciano lleg¨® a acostarse una noche pensando que se despertar¨ªa vestido de magenta, el color de los alemanes, como tampoco era una obviedad que en el maillot negro, detalles rojos y blancos, que finalmente visti¨® ayer s¨®lo figurara el nombre de Caisse d'?pargne, solitario, sin el plast¨®n multicolor de Illes Balears, el segundo patrocinador hasta 2006. Una pegatina oscura de tela tapa en los trajes elegantes la huella de un segundo patrocinador que todav¨ªa no se sabe si seguir¨¢ esta temporada.
"Hay negociaciones en marcha con el Gobierno balear, pero creo que a¨²n no se ha llegado a ning¨²n acuerdo", explica Guy Cotret, miembro del directorio de la Caja Nacional de las cajas de ahorro francesas, quien recuerda que en ning¨²n momento dud¨® de la necesidad de hacer los esfuerzos necesarios para mantener a Valverde en el equipo. "Pero aunque haya acuerdo con Baleares o cualquier otro segundo patrocinador, el equipo se llama oficialmente Caisse d'?pargne, sin m¨¢s".
Sin embargo, para completar el esfuerzo del patrocinador franc¨¦s, que aporta unos 11 millones de euros, y poder cerrar el presupuesto, la empresa dirigida por Jos¨¦ Miguel Ech¨¢varri necesita un segundo anunciante, que, por menos de dos millones, ser¨ªa, si fuera espa?ol, citado en Espa?a casi en primer lugar. "Y no tendremos problemas", augura Ech¨¢varri; "si no es Illes Balears, seguro que encontramos otro".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.