Resoluci¨®n y ruptura
Dos socios firman un pacto para la gesti¨®n y gobierno de una determinada empresa. Pasado el tiempo, uno de ellos, unilateralmente y sin el consentimiento del otro, suscribe un nuevo pacto sobre la misma cosa y para los mismos objetivos con otros socios, pero modificando las cl¨¢usulas principales. Desde el punto de vista jur¨ªdico y tambi¨¦n desde el sentido com¨²n, puede afirmarse que el pacto primitivo ha quedado sin efecto.
Este supuesto, ni m¨¢s ni menos, viene a ser lo que Rodr¨ªguez Zapatero materializ¨® respecto del Pacto por las libertades y contra el terrorismo, presentando en el Congreso la Resoluci¨®n de mayo de 2005, que fue aprobada con el apoyo de todos los grupos nacionalistas presentes en la C¨¢mara, quienes nunca se adhirieron, en sus casi cinco a?os de vigencia, al pacto citado.
La Resoluci¨®n significa un rotundo cambio de filosof¨ªa con respeto al Pacto. Mientras ¨¦ste, entre otros argumentos diferenciales, renuncia a la v¨ªa dialogada para lograr el fin del terrorismo, fundamentada en las experiencias fallidas de ¨¦pocas anteriores, la Resoluci¨®n vuelve a apostar por el di¨¢logo con la banda, rescatando literalmente el punto 9 del Pacto de Ajuria Enea del 12 de enero de 1988. De cuyo dato se infiere que en treinta a?os de democracia, exceptuando los cuatro y medio del comentado Pacto, el Estado ha venido ofreciendo a ETA previa y permanentemente una soluci¨®n negociada, con los resultados conocidos.
No se trata aqu¨ª de negar al Gobierno la legitimidad de trazar la pol¨ªtica antiterrorista que juzgue m¨¢s oportuna, sino de subrayar que la Resoluci¨®n es la ant¨ªtesis del Pacto, un giro de ciento ochenta grados que deja a ¨¦ste sin efecto alguno. Por tanto, no es honestamente exigible al socio desairado que cumpla las obligaciones contenidas en un contrato rescindido por la otra parte, que constituye la mayor vulneraci¨®n posible de un documento contractual en t¨¦rminos jur¨ªdicos. Sobre este tema, EL PA?S public¨® el 18 de mayo de 2005, a ra¨ªz de aprobarse la mencionada Resoluci¨®n, un magn¨ªfico editorial con el acertado t¨ªtulo Resoluci¨®n y ruptura, que recomiendo vivamente su lectura por sus l¨²cidos planteamientos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.