"Me sorprende la tolerancia de los vascos ante la sexualidad"
El novelista, abogado y S¨ªndico (defensor del Vecino) de Vitoria, Javier Otaola, y la profesora de la Universidad de Northumbria (Gran Breta?a) Jackie Collins califican su relaci¨®n como serendipity (un "feliz encuentro"). Un encuentro que se estableci¨® a partir de la novela Brocheta de carne, de Otaola, protagonizada por una agente de la Ertzaintza lesbiana. Collins (Oldham, Gran Breta?a, 1964) se ha centrado en el estudio de la novela policiaca anglosajona y la literatura l¨¦sbica espa?ola, lo que propici¨® el contacto. Collins intervino la semana pasada en Vitoria en una jornada sobre literatura y lesbianismo.
P. ?C¨®mo lleg¨® a sus manos Brocheta de carne?
R. Participo en un grupo de trabajo con acad¨¦micos del ¨¢mbito anglosaj¨®n sobre la novela policiaca. Uno de mis colegas, australiano, de viaje en Barcelona, encontr¨® la obra en una librer¨ªa y me la envi¨®. Me dijo: "La novela no tiene nada que ver con la portada
"Es muy rara la literatura l¨¦sbica en espa?ol, y mucho m¨¢s escrita por un hombre"
[una fotograf¨ªa de las nalgas de una mujer vestida de lencer¨ªa con el escudo de la Ertzaintza]; te gustar¨¢".
P. Parece que le ha interesado, ya que ha escrito un largo comentario cr¨ªtico sobre la novela.
R. Creo que es una obra at¨ªpica. Es muy rara la literatura l¨¦sbica en espa?ol, y mucho m¨¢s si est¨¢ escrita por un hombre, pero lo que m¨¢s me atrajo es que la protagonista, una polic¨ªa lesbiana, no muere ni cae en desgracia, final habitual en esta narrativa. Sin olvidar que cuenta con el respeto de sus compa?eros, que valoran su profesionalidad por encima de todo. Lo habitual en cualquier relato policiaco protagonizado por mujeres, independientemente de su opci¨®n sexual, pasa por una defensa de su capacidad laboral en todo momento
P. ?C¨®mo es el tratamiento de la realidad l¨¦sbica en la novela?
R. Evidentemente, los sentimientos est¨¢n bien expresados, en el sentido de que el amor, el odio, el sufrimiento, la ira o la compasi¨®n son iguales para todos los seres humanos, pero s¨ª me ha sorprendido la normalidad con la que la sociedad vasca asume esas sexualidades marginales. Parece que es m¨¢s tolerante que lo que abunda el t¨®pico. Lo que me parece veros¨ªmil, desde el momento en que, por ejemplo, el ararteko es gay o el alcalde de Vitoria es uno de los pocos dirigentes del PP que ha asumido el matrimonio homosexual.
P. ?Y en cuanto al respeto del canon de la novela policiaca?
R. Otaola asume alguno de los t¨®picos, como que la protagonista se encuentra sola, al principio, despu¨¦s de una ruptura sentimental. Sin embargo, el final es raro, porque, aunque la detective tiene la ¨²ltima palabra, que queda expresamente sobre las de la Iglesia, la Medicina o la Ley, algo habitual en la novela negra, resulta chocante dada la personalidad de la protagonista.
P. Lo que s¨ª se puede considerar es una excepci¨®n en el panorama de la novela espa?ola.
R. Sobre todo, porque no hay apenas apuntes de narrativa policiaca l¨¦sbica, salvo las obras de Lola Van Guardia [seud¨®nimo de Isabel Franc], que protagoniza la detective Enma Garc¨ªa. Pero la sorpresa principal que me llev¨¦ fue que Brocheta de carne estaba escrita por un hombre, con lo que no s¨¦ si se podr¨ªa incluir expresamente en el apartado de literatura l¨¦sbica [risas].
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