Sevilla controla la poblaci¨®n de palomas

El rastro que dejan miles de palomas es evidente en los edificios m¨¢s emblem¨¢ticos de Sevilla. Los excrementos cubren los azulejos de la Plaza de Espa?a y se escurren entre las piedras de la Catedral. Para protegerlos, el Ayuntamiento suscribi¨® en 1995 un convenio con la Sociedad Protectora de Animales y Plantas de Sevilla (SPAPS). Se pretende controlar su n¨²mero y redirigirlas a los parques, donde los efectos de sus heces son menos da?inos. Desde su inicio, estiman una reducci¨®n del n¨²mero de palomas de 60.000 a 12.000 ejemplares.

?Qu¨¦ cifra se considera adecuada para la ciudad? "Entre 5.000 y 7.000", se?ala Rodolfo Espejo, de SPAPS. "Es un n¨²mero f¨¢cil de controlar y mantener alejado de los edificios afectados". Para ello, apuestan por la captura de las aves. Una tarea lenta ya que el clima permite a las palomas hasta siete puestas al a?o, lo que complica reducir su poblaci¨®n. Las aves son capturadas con grandes jaulas m¨®viles y una vez recogidas, se comprueba que est¨¦n sanas. Aquellas con enfermedades incurables son sacrificadas.

Los resultados, aunque lentos, son favorables. "La situaci¨®n ahora es buena", dice Espejo, "hace cuatro a?os hab¨ªa ¨¢rboles totalmente cubiertos de blanco y ahora est¨¢ todo m¨¢s limpio y mejor conservado".