Mas califica de mera "burbuja" el choque entre 'soberanistas' y 'moderados' en la c¨²pula de CDC

Simples burbujas en un lago de aguas tranquilas. A eso redujo ayer el presidente de Converg¨¨ncia Democr¨¤tica de Catalunya (CDC), Artur Mas, el choque entre dirigentes moderados y soberanistas registrado el lunes en la reuni¨®n semanal de la ejecutiva permanente del partido nacionalista. El descontento de los moderados se debe, sobre todo, a que se consideran relegados por el n¨²cleo de colaboradores inmediatos de Mas, integrado por el director de estrategia, David Mad¨ª, y los diputados Francesc Homs y Oriol Pujol.

Artur Mas se enfrenta a la tarea de mantener la cohesi¨®n en un partido y una federaci¨®n en los que no se discute su liderazgo, pero donde se echa en falta la potente autoridad del fundador, Jordi Pujol. Por una parte, un sector de dirigentes critica a Mas haber reducido la direcci¨®n efectiva del partido a un grupo de cuatro o cinco personas. Por otra parte, se ha abierto un debate de incierto alcance acerca de la conveniencia de que CiU forme parte, o no, del Gobierno de Espa?a.

Mas intent¨® ayer minimizar el descontento de quienes en su propio partido le reprochan la exclusiva relevancia que han adquirido Mad¨ª, Homs y Pujol Ferrusola. "Cuando uno tiene un lago de aguas tranquilas y salen un par o tres de burbujas, estas burbujas se ven", dijo en una entrevista por televisi¨®n.

Pero al secretario de organizaci¨®n del PSC, Jos¨¦ Zaragoza, le falt¨® tiempo ayer para comparar la c¨²pula nacionalista con una "olla de grillos" en la que Mas es incapaz de poner orden. "Mas no ha podido apaciguar las diferencias con sus socios de Uni¨® y adem¨¢s ha demostrado no tener autoridad sobre los que te¨®ricamente le dan su apoyo", agreg¨®.

Las diferencias con Uni¨® se pusieron de manifiesto semanas atr¨¢s, cuando el l¨ªder socialcristiano, Josep Antoni Duran Lleida, se declar¨® partidario de que CiU entre a formar parte del Gobierno de Espa?a si la relaci¨®n de fuerzas lo permite.

Este criterio hab¨ªa sido adelantado por el propio Mas en 2002, en la conferencia en que lanz¨® su primera candidatura a la presidencia de la Generalitat. Pero contra este criterio de Duran y de Mas se alza la opini¨®n de militantes y dirigentes de Converg¨¨ncia consecuentes con la doctrina acu?ada por Pujol sobre este particular e invariablemente aplicada por CiU desde su fundaci¨®n. Seg¨²n esta doctrina, CiU dejar¨ªa de ser una fuerza nacionalista y pasar¨ªa a engrosar la lista de partidos regionalistas que existen ya en Espa?a.

La ex consejera de Ense?anza del Gobierno catal¨¢n en la etapa de Pujol, Carme Laura Gil, actualmente diputada auton¨®mica, lo ha escrito sin tapujos en su blog de Internet: "La insistencia en predicar la bondad de que CiU est¨¦ en el Gobierno espa?ol, la proclama 'gobernar en Madrid aunque no se gobierne en Catalu?a', es dejar sin sentido la existencia del partido nacionalista". Un partido nacionalista catal¨¢n s¨®lo puede entrar en el Gobierno del Estado espa?ol, afirma, "cuando ¨¦ste se haya declarado constitucionalmente plurinacional" y "tenga la estructura de un pa¨ªs confederado".