Las encrucijadas de Turqu¨ªa

A pesar de su importancia hist¨®rica, pol¨ªtica, econ¨®mica y cultural, Turqu¨ªa no contaba hasta hoy con ninguna historia general escrita en espa?ol. Cuando este estrat¨¦gico pa¨ªs que bascula entre Occidente y Oriente, con una poblaci¨®n mayoritariamente musulmana, negocia con la Uni¨®n Europea su ingreso, aparece este libro de Francisco Veiga, un experto en la zona, que ofrece una s¨ªntesis de mil a?os de historia con especial atenci¨®n al siglo XX.

El presente suele condicionar el inter¨¦s por el pasado desde los albores de la historia. De ah¨ª esta repentina aparici¨®n de obras originales o traducidas sobre la Turqu¨ªa que pugna por incorporarse a la Uni¨®n Europea. Obras que pueden pecar de un tosco oportunismo y de una ¨ªnfima calidad, que pueden obedecer a los prop¨®sitos del apuntalamiento de la xenofobia, que pueden servir a la causa de la defensa (?) de una Europa presuntamente cristiana. O que, como en este caso, pueden constituir una muy valiosa s¨ªntesis de la historia de Turqu¨ªa, desde los or¨ªgenes hasta nuestros mismos d¨ªas.

Cercanos est¨¢n los tiempos en que los profesores no sab¨ªan qu¨¦ bibliograf¨ªa ofrecer a los estudiantes interesados en los pa¨ªses llamados ex¨®ticos, que eran la inmensa mayor¨ªa. Y, entre los cuales, sin duda, se encontraba Turqu¨ªa, que hasta hoy no contaba con ninguna historia general en castellano, y mucho menos escrita por un espa?ol. Y ello pese a haber sido desde el siglo XVI el enemigo principal de la Monarqu¨ªa hisp¨¢nica y una referencia constante en la vida de los espa?oles, que entraban en contacto con la Sublime Puerta ya sea por la guerra, ya sea por el comercio (v¨¦ase el reciente libro de Eloy Mart¨ªn Corrales), ya sea por la cautividad (v¨¦ase el reciente libro de Jos¨¦ Antonio Mart¨ªnez Torres), ya sea por la imagen difundida a trav¨¦s de los testimonios orales o escritos.

Gracias a la obra de Francisco Veiga, joven historiador (profesor en la Universidad Aut¨®noma de Barcelona y el CIDOB) y periodista (colaborador de EL PA?S y El Peri¨®dico), tenemos desde ahora una excelente aproximaci¨®n a la historia de Turqu¨ªa, redactada a partir de la inteligente y ponderada lectura de una amplia bibliograf¨ªa especializada y de un profundo conocimiento de la realidad actual, no s¨®lo de aquel pa¨ªs sino tambi¨¦n de la Europa balc¨¢nica, cuyos destinos tanto tiempo estuvieron unidos a los de los sultanes de Estambul.

El autor ha optado por ofrecer una historia narrativa, que tiene en cuenta sobre todo los hechos de car¨¢cter pol¨ªtico y militar, a excepci¨®n de algunas reflexiones sobre la evoluci¨®n demogr¨¢fica y econ¨®mica (como factor que justifica los avances y retrocesos imperiales), de algunas notas sobre la cultura (s¨®lo tratada con una cierta extensi¨®n al hablar del Estambul de Solim¨¢n o de la "¨¦poca de los tulipanes") y de alguna mirada tangencial sobre la vida cotidiana.

Y sin embargo, el libro se sostiene gracias a una exposici¨®n perfectamente razonada y argumentada de la trayectoria general de Turqu¨ªa a lo largo de los diez siglos del t¨ªtulo, de la exacta comprensi¨®n de los mecanismos que han regido la evoluci¨®n de un pa¨ªs milenario y de la ¨¢gil escritura, jalonada de expresiones felices para rotular las sucesivas rupturas hist¨®ricas.

La obra parte de la aparici¨®n de los pueblos originarios de Asia central que, provistos de la lengua turca como principal signo de identidad, terminar¨¢n por instalarse en su solar actual de Anatolia ya en el siglo XII, dando lugar al Imperio Sely¨²cida, de Konya, despu¨¦s de haber formado la guardia pretoriana de los califas abas¨ªes. Viene despu¨¦s el Imperio Otomano, extendido desde su ¨¦poca de esplendor (de Mehmet el Conquistador a Solim¨¢n el Magn¨ªfico) hasta su larga decadencia y su fin a manos de la cirug¨ªa de hierro de Mustaf¨¢ Kemal, llamado oficialmente Atat¨¹rk, el padre de los turcos, y sin duda, al menos, el padre de la Turqu¨ªa moderna.

Un buen n¨²mero de p¨¢ginas se ocupa por ¨²ltimo de esta Turqu¨ªa del siglo XX y del siglo XXI, con una atenci¨®n especial a sus esfuerzos por incorporarse a Europa y a las muchas falacias de los enemigos de este acercamiento. Falacias que empiezan con la negaci¨®n de este mismo car¨¢cter europeo a un pa¨ªs establecido durante siglos en la Europa suroriental y con capitalidad en Estambul, la vieja sede del Imperio romano, siguiendo la idea que en su d¨ªa expresara el cardenal Ratzinger, que cre¨ªa que Turqu¨ªa se hab¨ªa formado "en la oposici¨®n a Europa y al cristianismo que constituye la esencia europea", sin recordar la tolerancia para con las religiones cristianas o la alianza de Solim¨¢n con el Rey Cristian¨ªsimo de Francia. Y se podr¨ªan ofrecer m¨¢s ejemplos en favor de una civilizaci¨®n que ha construido el palacio de Topkapi y el puente de Mostar, que ha cultivado con supremo gusto las artes suntuarias (desde la orfebrer¨ªa a la cer¨¢mica de Iznik), que ha producido una bell¨ªsima pintura, que ha escrito portentosos versos (desde el refinado Nedim al combativo poeta comunista Nazim Hikmet), que puede presentar a Orhan Pamuk como signo expresivo de la vitalidad de su actual literatura.