A?oranza en luz de luna
Teixeira de Pascoaes es uno de los grandes poetas de la primera mitad del siglo XX en Portugal. Nocturno y melanc¨®lico, el autor luso fue un esteta simbolista que cant¨® a los fantasmas y al amor perdido. Pero tambi¨¦n fue un poeta ¨ªntimo y puro en la l¨ªnea de Juan Ram¨®n Jim¨¦nez. Una amplia antolog¨ªa reivindica ahora su larga y ancha obra.
SAUDADE. ANTOLOG?A PO?TICA.1898-1953
Teixeira de Pascoaes
Traducci¨®n, selecci¨®n y pr¨®logo de Antonio S¨¢ez Delgado
Trea. Gij¨®n, 2006
355 p¨¢ginas. 25 euros
Es inevitable imaginar a Joaquim Teixeira de Vasconcelos, que us¨® como nombre de letras el de una quinta de Amarante propiedad de su familia, Pascoaes, digo pues que no es imaginable pensar a Teixeira de Pascoaes (1877-1952) sino como un hombre voluntariamente provinciano y tremendamente melanc¨®lico, pues de la tierra profunda y de la saudade que de ella emana -seg¨²n ¨¦l- construy¨® su universo.
Es esencialmente un poeta simbolista, y en su larga carrera literaria nunca dej¨® de serlo, aunque al final atenuase (incluso usando pocas veces el verso libre) las caracter¨ªsticas m¨¢s llamativas de su est¨¦tica. Lo que en Espa?a llamamos "posmodernismo", camino po¨¦tico de m¨¢s anchura y trascendencia de lo que parece en un primer momento y que a¨²n no se ha estudiado en toda su plenitud, que es asimismo europea y americana. Como simbolista pleno de im¨¢genes estetizantes, siempre melanc¨®licas y nocturnas, evocando la infancia perdida, la imposible felicidad, el amor remoto o los sentimientos fantasmales ("Yo creo en los fantasmas /de los muertos y los vivos") es el representante m¨¢ximo del animismo fundamental de muchos simbolistas, que llegan a sentir lo real lleno de significados ocultos y vivos, como los chamanes. Si Eug¨¦nio de Castro (tan injustamente olvidado hoy) fue el gran poeta portugu¨¦s de la culminaci¨®n simbolista, Pascoaes es el sucesor m¨ªstico y l¨ªrico de esa tendencia que ¨¦l llena de visiones, nostalgia -que es una manera de vivir y crear- y noche como realidad, tristeza y belleza del mundo. As¨ª en Las sombras (1907) o Se?ora de la Noche (1909) entre tantos ejemplos posibles. Inevitablemente Pascoaes cre¨® un movimiento -exclusivamente portugu¨¦s- al que llam¨® "saudosismo", que es un intento de enraizar en hondos sentimientos nacionalistas esa saudade que ¨¦l sent¨ªa en todo, y que concluye calificando como una de las bases del alma portuguesa, y en alg¨²n momento tambi¨¦n gallega. Pues Pascoaes (como tantos otros lusitanos) se interes¨® mucho por el problema ib¨¦rico, al que dedica un libro simb¨®lico Mar?nus (1911), donde Don Quijote dialoga con la Saudade, algo as¨ª como las dos mitades b¨¢sicas de su iberismo. Aunque su primer periodo (antes de 1920) es sin duda el fundamental -de ¨¦l procede m¨¢s de la mitad de esta antolog¨ªa biling¨¹e-, Pascoaes escribi¨® hasta el final de su vida, publicando sus ?ltimos versos, p¨®stumos, en 1953. Si bien nunca le faltaron defensores importantes, para entonces parec¨ªa ya un poeta de otro tiempo. Vino varias veces a Espa?a (a Barcelona y a Madrid, donde dio una conferencia en la Residencia de Estudiantes) y tuvo amistad y contacto con Eugenio D'Ors y sobre todo con Unamuno al que escrib¨ªa como "querid¨ªsimo maestro", y naturalmente fue bastante traducido antes de la Guerra Civil. No es improbable, con todo, que el nacionalismo saudosista haya tapado, en cierta recepci¨®n de la obra de Pascoaes, la voz ¨ªntima y doliente de un poeta muy puro (algo juanramoniano) que escribi¨® de s¨ª mismo "lo que hay, en m¨ª, de lirio y de doncella", verso que complac¨ªa a Eug¨¦nio de Andrade, uno de sus modernos y altos admiradores. De igual modo que al recientemente fallecido Mario Cesariny -que lo antologiz¨®- podr¨ªa interesarle ese Pascoaes que por acumulaci¨®n de im¨¢genes entre el onirismo (por ejemplo en el poema 'Londres', 1917) queda cerca involuntariamente de la actitud surrealista, ya que a nuestro poeta apenas le interes¨® la vanguardia.
Antiguo y moderno desde hoy (poemas demasiado largos a menudo), Teixeira de Pascoaes es un poeta de indispensable conocimiento, pues aparte de su veta terru?era, muestra lo mejor y lo m¨¢s caduco del simbolismo al mismo tiempo. El traductor hace bien su tarea -las rimas en espa?ol y en portugu¨¦s coinciden no pocas veces- y declara intraducibles dos t¨¦rminos que Pascoaes utiliza ad nauseam: saudade y "luar". El primero hace mucho que forma parte del espa?ol (soledad, nostalgia, a?oranza, lo define el DRAE) y el segundo se va usando m¨¢s cada vez, aunque Pascoaes abusa. "Luar" es luz de luna. No se avisa de otro lusismo frecuente que tambi¨¦n usa el traductor: "saudoso" que tambi¨¦n est¨¢ en el diccionario, aunque algunos prefieran la castellanizaci¨®n "saudadoso". Por ¨²ltimo (y no es merma a este buen trabajo), s¨ª existe una edici¨®n moderna de Pascoes, la traducci¨®n por ?ngel Guinda de Se?ora de la Noche que edit¨®, biling¨¹e tambi¨¦n, en 2000 la editorial aragonesa Olifante.
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