?Una salida para el conflicto vasco?
Inevitablemente, y para ser sinceros, hemos de partir de la base de que se ha roto un proceso esperanzador y de que han fallado varias cosas a la vez, sin que ello signifique que se puedan repartir las culpas por igual. Lo primero que hay que se?alar es que ETA ha incumplido su compromiso de mantener un "alto al fuego permanente", puesto que dicho t¨¦rmino significa e implica, por una parte, no realizar ning¨²n atentado mortal ni utilizar (o amenazar con usar) ning¨²n tipo de arma o explosivo, ni tampoco rearmarse. En segundo lugar, el t¨¦rmino "permanente" no es sin¨®nimo de temporal o indefinido, sino que implica continuidad sin fin. El haber roto este principio de compromiso le resta a ETA toda legitimidad y credibilidad para realizar nuevas propuestas que se presten a una ambig¨¹edad. Su nuevo mensaje tendr¨¢ que ser en otros t¨¦rminos y para poner punto final a una parte importante del conflicto.
A mi entender, y a pesar de la profundidad de la crisis actual y el des¨¢nimo colectivo, el conflicto vasco podr¨ªa finalizar a medio plazo si concurriesen en el tiempo, y de forma m¨¢s o menos simult¨¢nea, las siguientes tres condiciones: La primera se refiere al momento en que ETA tenga la voluntad manifiesta de autodisolverse en un plazo lo m¨¢s breve posible a cambio de favorabilidad jur¨ªdica sobre sus presos, lo que implica una decisi¨®n tomada desde la misma organizaci¨®n, a partir de un debate interno que analice la realidad exterior y que llegue a la conclusi¨®n de que la actividad armada no tiene sentido para lograr ning¨²n tipo de objetivo. La duda actual es si ETA est¨¢ suficientemente unida o tiene fracturas internas que dificultan tomar esta decisi¨®n de forma un¨¢nime.
El segundo elemento es el compromiso de Batasuna de renovar y ampliar el contenido de su propuesta manifestada en Anoeta de trabajar por las v¨ªas pol¨ªticas existentes, colaborar para poner fin a todo tipo de violencia, incluida la callejera y participar en un di¨¢logo multipartidista en igualdad de condiciones, aceptando que los temas de calado pol¨ªtico necesitan de mayor¨ªas suficientes y muy amplias para ser implementadas.
El tercer punto, finalmente, se refiere al compromiso del Gobierno de realizar gestos humanitarios y de distensi¨®n, como el acercamiento de presos, y de reformar los art¨ªculos 2 (p¨¢rrafo 1), 5 (6), 9 (3c), 12 (1b) y 13 (Disposici¨®n Adicional 2?, 4) de la Ley de Partidos, que impiden que las personas relevantes de Batasuna puedan hacer actividad pol¨ªtica en el futuro, porque si Batasuna no puede participar en pol¨ªtica, ya asumiendo todos los postulados democr¨¢ticos, no hay salida posible al conflicto.
Ante la ausencia actual de condiciones y de serenidad para que todos estos pasos puedan producirse a corto plazo, y a partir de la experiencia de analizar todos los procesos de negociaci¨®n que existen en el mundo y de contrastar opiniones con numerosas personas que facilitan procesos de paz en diferentes continentes, creo que nos encontramos en un intermedio donde lo importante es mantener y fortalecer aquellas iniciativas civiles, sociales, culturales o pol¨ªticas que intentan establecer y mantener lazos de comunicaci¨®n entre personas de diferentes sensibilidades pol¨ªticas que, a pese a ello, est¨¢n unidas por el deseo de ver finalizada cualquier expresi¨®n de violencia, y por la convicci¨®n de que la paz y la reconciliaci¨®n s¨®lo ser¨¢ posible mediante el di¨¢logo continuo, el respeto a la diferencia, la defensa de todos los derechos humanos, el rechazo a las violencias y el fortalecimiento de un sistema democr¨¢tico que sea capaz de responder a las demandas de la ciudadan¨ªa.
En este sentido, es de destacar de manera especial el valor que ha supuesto, supone y supondr¨¢, la iniciativa de las mujeres vascas unidas en torno al colectivo Ahotsak, cuyo manifiesto inicial del 8 de abril de 2006 establec¨ªa las bases para un acuerdo de m¨ªnimos que ya deber¨ªa haberse superado en la proyectada pero inexistente Mesa de Partidos.
Mientras los partidos reflexionan su estrategia futura, me parece imprescindible apoyar la continuidad de esta clase de iniciativas unitarias, aunque sean a t¨ªtulo personal, en el entendido de que son una muestra de que es posible contrastar opiniones y proyectos, debatir situaciones e imaginar un futuro en paz y los caminos que pueden conducir a ella. En momentos de crisis como la presente, necesitamos m¨¢s que nunca tender puentes, fortalecer la participaci¨®n ciudadana para el reinicio de un proceso nuevo y diferente que sea realmente definitivo, animar a algunos sectores dubitativos a que den los pasos necesarios para abandonar, desligarse o desacreditar el uso de la violencia, estar dispuestos al contraste, al di¨¢logo, al acercamiento y a la negociaci¨®n, sin prejuicios y sin condiciones, porque ¨¦ste, y no otro, es el camino para lograr un d¨ªa la paz, una palabra que evidentemente implicar¨¢ la autodisoluci¨®n de ETA, pero tambi¨¦n otros componentes se?alados por Ahotsak, como la democracia, la justicia social, concluir conflictos hist¨®ricos y respetar los derechos y las libertades de toda persona, sin excepci¨®n alguna.
Vicen? Fisas es director de la Escuela de Cultura de Paz, UAB.
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